Los científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) han observado, en un estudio realizado en ratones y publicado en la revista 'Science', que las células cerebrales protegen los músculos del desgaste, lo que podría ayudar a desarrollar medicamentos que mejoren la salud muscular.
Cuando el cerebro detecta un ambiente estresante (por ejemplo, bacterias o virus invasores), un subconjunto de neuronas envía señales eléctricas a las células periféricas para movilizarlas para responder al estrés, como aumentar la producción de proteínas y movilizar grasa almacenada.
Pero, debido a que las señales eléctricas producen solo una respuesta de corta duración, las células gliales se activan para enviar una hormona de larga duración, hasta ahora no identificada, que mantiene una respuesta antiestrés a largo plazo.
"Hemos descubierto que si activamos estas respuestas en el cerebro, se comunican con la periferia para proteger a todo el organismo. Se reconecta su metabolismo, también protege contra la agregación de proteínas. creemos que la glía va a ser más importante que las neuronas", han detallado los expertos.
En concreto, los investigadores han demostrado en gusanos y ratones que las hormonas y los neurotransmisores liberados por el cerebro mantienen esta descomposición bajo control activando una respuesta al estrés en las células del cuerpo y afinando su metabolismo. La respuesta probablemente se originó para combatir la infección, con el efecto secundario de mantener los tejidos sanos y extender la vida útil. La gran pregunta es por qué nuestras células dejan de responder a estas señales a medida que envejecemos.
Durante la última década han identificado tres técnicas utilizadas por los gusanos para mantener sus células sanas y, en consecuencia, de mayor duración. La activación de la respuesta de choque térmico del cuerpo, por ejemplo, protege el citoplasma de la célula. La estimulación de la respuesta de la proteína desplegada protege las estructuras productoras de energía de las células, las mitocondrias.
Su último descubrimiento es que la glía, así como las neuronas, estimulan la respuesta de la proteína desplegada en el retículo endoplásmico (ER), la estructura celular que alberga los ribosomas que producen proteínas. De hecho, se estima que el ER es responsable del plegamiento y la maduración de hasta 13 millones de proteínas por minuto.
El nuevo descubrimiento sobre cómo los neurotransmisores y las hormonas impactan en la sala de emergencias podría tener implicaciones para las enfermedades que implican desgaste muscular, como la enfermedad de Huntington y las formas de miocitos.