Aún se comprende poco sobre las diferencias genéticas que subyacen a las autolesiones suicidas y no suicidas, y cómo estas se relacionan con la psicopatología y medidas relacionadas. Este estudio, que utilizó datos del recurso Biobank del Reino Unido en una muestra de participantes de ascendencia europea, arroja luz sobre estas distinciones. En concreto, la inves...
Aún se comprende poco sobre las diferencias genéticas que subyacen a las autolesiones suicidas y no suicidas, y cómo estas se relacionan con la psicopatología y medidas relacionadas. Este estudio, que utilizó datos del recurso Biobank del Reino Unido en una muestra de participantes de ascendencia europea, arroja luz sobre estas distinciones. En concreto, la investigación incluyó a 2320 personas con autolesiones no suicidas (NSSI) y 2648 con intentos de suicidio, predominando las mujeres en un 69. 18 %.
El objetivo fue comparar las puntuaciones poligénicas (PGS) relacionadas con psicopatología y otras variables relevantes en personas que se autolesionan, para identificar posibles diferencias en su relación genética con las tendencias suicidas y no suicidas.
Para abordar esto, se utilizaron regresiones logísticas y pruebas de razón de verosimilitud (LRT), lo que permitió identificar las PGS que se asociaban de forma diferencial con las autolesiones suicidas y no suicidas. Entre los hallazgos clave, el modelo multivariable reveló que las PGS para anorexia nerviosa (odds ratio [OR] = 1, 07; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1, 01–1, 15) y para conducta suicida (OR = 1, 06; IC del 95%: 1, 00–1, 12) fueron significativas para diferenciar entre NSSI e intentos de suicidio. Otras PGS para distintos fenotipos no alcanzaron la significancia en este contexto. Asimismo, el análisis de LRT entre los modelos multivariable y de base mostró diferencias significativas (Chi cuadrado = 11, 38, gl = 2, p = 0, 003), lo que indica que el modelo multivariable explica una mayor proporción de la varianza en comparación con el modelo básico (pseudo- R2 de Nagelkerke = 0, 028 frente a 0, 025).
Un hallazgo importante es que, aunque las autolesiones suicidas y no suicidas presentan patrones genéticos de relación similares con la salud mental y otros resultados asociados, la predisposición genética a la anorexia nerviosa y a la conducta suicida es significativamente mayor en individuos que han intentado suicidarse en comparación con aquellos que presentan solo autolesiones no suicidas. Esto sugiere que existe una base genética que contribuye a diferenciar las conductas de NSSI y los intentos de suicidio, con predisposiciones específicas que se asocian con un mayor riesgo de conductas suicidas.
En conclusión, estos resultados destacan la necesidad de realizar una evaluación más detallada y diferenciada de las autolesiones suicidas frente a las no suicidas, aprovechando muestras amplias y enfoques genéticos robustos. Explorar más a fondo las bases genéticas específicas de estas conductas podría facilitar la identificación de factores de riesgo únicos, lo que, a su vez, permitiría desarrollar intervenciones preventivas y terapéuticas más efectivas y personalizadas para quienes presentan conductas autolesivas.
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