Investigadores del Children's hospital of Philadelphia (CHOP), en Estados Unidos, han demostrado que el trastorno del espectro autista (TEA) puede ser causado por defectos en las mitocondrias de las células cerebrales, según publican en línea en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.
Múltiples estudios han revelado cientos de mutaciones asociadas con el trastorno del espectro autista, pero no hay consenso sobre cómo estos cambios genéticos causan la afección. Los análisis bioquímicos y fisiológicos han sugerido que las deficiencias en las mitocondrias, las "baterías" de la célula que producen la mayor parte de la energía del cuerpo, podrían ser una posible causa.
Estudios recientes han demostrado que las variantes del ADN mitocondrial (ADNmt) están asociadas con el trastorno del espectro autista.
El equipo del estudio planteó la hipótesis de que si los defectos en las mitocondrias predisponen a los pacientes al TEA, entonces un modelo de ratón en el que se hayan introducido mutaciones relevantes del mtDNA debería presentar endofenotipos de autismo, rasgos mensurables similares a los observados en los pacientes. Para este modelo, los rasgos relacionados con el autismo incluyeron características conductuales, neurofisiológicas y bioquímicas.
"El trastorno del espectro autista es muy heterogéneo genéticamente, y muchas de las variantes de pérdida de función y número de copias identificadas previamente podrían tener un impacto en las mitocondrias", explica Douglas C. Wallace, director del Centro de Medicina Mitocondrial y Epigenómica y la Michael y Charles Barnett, catedrático de Medicina Mitocondrial Pediátrica y Enfermedades Metabólicas en CHOP y coautor principal del estudio, con Eric D. Marsh, neurólogo pediátrico asistente, División de neurología Infantil en CHOP.
Los investigadores, incluidos los coprimeros autores Tal Yardeni y Ana G. Cristancho, introdujeron una leve mutación sin sentido en el gen ND6 del mtDNA en una cepa de ratón. El ratón resultante presentó interacciones sociales deterioradas, mayores comportamientos repetitivos y ansiedad, todos los cuales son características de comportamiento comunes asociadas con el trastorno del espectro autista.
Los investigadores también notaron aberraciones en los electroencefalogramas (EEG), más convulsiones y defectos específicos de la región del cerebro en la función mitocondrial. A pesar de estas observaciones, los investigadores no encontraron ningún cambio obvio en la anatomía del cerebro. Estos hallazgos sugieren que los defectos energéticos mitocondriales parecen ser suficientes para causar autismo.
"Nuestro estudio muestra que los defectos mitocondriales sistémicos leves pueden resultar en un trastorno del espectro autista sin causar defectos neuroanatómicos aparentes --resalta Wallace--. Estas mutaciones parecen causar defectos cerebrales específicos del tejido. Si bien nuestros hallazgos justifican un estudio más a fondo, existen razones para creer que esto podría conducir a un mejor diagnóstico del autismo y tratamientos potencialmente dirigidos hacia la función mitocondrial".