En la actualidad se defiende la interacción entre la cognición, la emoción y la motivación en el desarrollo de la alta capacidad intelectual; sin embargo, pocos son los estudios que describen los niveles de función corticales y subcorticales superpuestos para explicar su manifestación.
Esta revisión pretende integrar los mecanismos neurobiológicos que facilitan la motivación y la práctica en los niños con altas capacidades durante las primeras fases de su aprendizaje.
La alta sensibilidad al entorno parece estar relacionada con unas neuronas piramidales y espinosas más rápidas y eficientes, la detección y la búsqueda de la novedad con la actividad de los sistemas neuromoduladores dopaminérgicos, noradrenérgicos y glutamatérgicos en el hipocampo y el sistema mesolímbico, la mayor predisposición al desafío con un mayor número de conexiones en la corteza cingulada anterior, la motivación intrínseca y la perseverancia con la maduración precoz y la mayor plasticidad de las vías frontoparietales, frontoestriales y mesolímbicas.
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