Autor/autores:
Ned H. Kalin
Los trastornos del estado de ánimo, principalmente la depresión mayor y el trastorno bipolar, se encuentran entre las enfermedades psiquiátricas más debilitantes. Aunque se ha logrado un progreso significativo, hay mucho que aprender sobre su fisiopatología y mucho que mejorar con respecto a su tratamiento. Es importante reconocer que un trabajo considerable en ...
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Los trastornos del estado de ánimo, principalmente la depresión mayor y el trastorno bipolar, se encuentran entre las enfermedades psiquiátricas más debilitantes. Aunque se ha logrado un progreso significativo, hay mucho que aprender sobre su fisiopatología y mucho que mejorar con respecto a su tratamiento.
Es importante reconocer que un trabajo considerable en el pasado ha mejorado nuestra comprensión y tratamiento de los trastornos del estado de ánimo, como lo demuestran los tratamientos efectivos disponibles actualmente, que van desde psicoterapias específicas hasta psicofarmacología y neuromodulación. Aún así, muchos de nuestros pacientes no responden por completo al tratamiento o permanecen enfermos crónicos.
Se han logrado avances significativos en relación con la neurobiología subyacente a la emoción, la cognición y el comportamiento, y se han realizado multitud de estudios en poblaciones clínicamente enfermas; sin embargo, todavía estamos lejos de aplicar la mayoría de estos hallazgos al entorno clínico. A partir de estudios de neuroimagen, hemos desarrollado una comprensión razonable del circuito subyacente a la emoción negativa, la recompensa, el miedo, la ansiedad, la cognición y el comportamiento, y hemos caracterizado varias anomalías en la función cerebral de tareas y en "estado de reposo" en poblaciones de pacientes con depresión y trastorno bipolar. trastorno. La replicabilidad de muchos de estos hallazgos, especialmente aquellos en poblaciones de pacientes, se ha convertido en un problema.
Los estudios genéticos están identificando variantes genéticas estructurales asociadas con la probabilidad de desarrollar trastornos del estado de ánimo. Sin embargo, el tamaño del efecto de la influencia de cualquier polimorfismo de un solo nucleótido es bastante pequeño y, como ocurre con la mayoría de las enfermedades psiquiátricas, entendemos que muchos genes interactúan para aumentar la susceptibilidad o brindar protección. El uso de puntuaciones de riesgo poligénicas parece ser una forma eficaz de capturar la compleja genética de estos trastornos y, con el tiempo, este enfoque tiene el potencial de informar la atención clínica. Los factores ambientales también juegan un papel prominente en la expresión de los trastornos del estado de ánimo: se están logrando avances a nivel molecular en la comprensión de cómo los eventos ambientales se programan epigenéticamente para producir una expresión génica alterada que es informativa para comprender las interacciones gen-ambiente relevantes para trastornos del estado de ánimo.
La mayoría en el campo cree que el desarrollo de un nuevo tratamiento eficaz depende de dilucidar una comprensión fundamental de las alteraciones relacionadas con los trastornos del estado de ánimo en circuitos neuronales específicos y las moléculas dentro de estos circuitos. Además, el uso del aprendizaje automático para capitalizar la combinación de componentes críticos de grandes conjuntos de datos (es decir, eventos genéticos, epigenéticos, de función de circuito y ambientales) es prometedor para los enfoques de tratamiento psiquiátrico personalizados.
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