La medición y seguimiento del trastorno de ansiedad generalizada requiere una interacción frecuente con psiquiatras o psicólogos. El acceso a los profesionales de la salud mental suele ser difícil debido a los altos costos o la disponibilidad insuficiente.
La capacidad de evaluar el trastorno de ansiedad generalizada de forma pasiva y a intervalos frecuentes podr&iacut...
La medición y seguimiento del trastorno de ansiedad generalizada requiere una interacción frecuente con psiquiatras o psicólogos. El acceso a los profesionales de la salud mental suele ser difícil debido a los altos costos o la disponibilidad insuficiente.
La capacidad de evaluar el trastorno de ansiedad generalizada de forma pasiva y a intervalos frecuentes podría ser un complemento útil al tratamiento convencional y ayudar con el seguimiento de las recaídas.
El trabajo previo sugiere que los niveles más altos de ansiedad están asociados con las características del habla humana. Como tal, monitorear el habla usando teléfonos inteligentes personales u otros dispositivos portátiles puede ser un medio para lograr un monitoreo pasivo de la ansiedad.
Objetivo
Este estudio tiene como objetivo validar la asociación de las características acústicas y lingüísticas del habla sugeridas previamente con la gravedad de la ansiedad.
Métodos
Un gran número de participantes (n=2000) fueron reclutados y participaron en una sola sesión de estudio basada en la web. Los participantes completaron la evaluación de la escala de 7 ítems del trastorno de ansiedad Generalizada y proporcionaron una muestra de habla improvisada en respuesta a una versión modificada de la Prueba de estrés Social de Trier.
Las características acústicas y lingüísticas del habla se seleccionaron a priori en función de la literatura existente sobre el habla y la ansiedad, junto con características relacionadas. Las asociaciones entre las características del habla y los niveles de ansiedad se evaluaron utilizando la edad y los ingresos personales como covariables.
Resultados
El recuento de palabras y la duración del habla se correlacionaron negativamente con las puntuaciones de ansiedad ( r =–0, 12; P <0, 001), lo que indica que los participantes con puntuaciones más altas de ansiedad hablaban menos.
Varias características acústicas también se asociaron significativamente ( P <. 05) con la ansiedad, incluidos los coeficientes cepstrales de frecuencia mel, los coeficientes cepstrales de predicción lineal, el brillo, la frecuencia fundamental y el primer formante.
A diferencia de la literatura anterior, el segundo y tercer formante, la fluctuación de fase y la tasa de cruce por cero para la puntuación z de las características acústicas de densidad espectral de potencia no se asociaron significativamente con la ansiedad.
Las características lingüísticas, incluidas las palabras de emociones negativas, también se asociaron con la ansiedad ( r = 0, 10; P<. 001). Además, algunas relaciones lingüísticas dependían del sexo. Por ejemplo, el recuento de palabras relacionadas con el poder se asoció positivamente con la ansiedad en las mujeres ( r = 0, 07; p = 0, 03), mientras que se asoció negativamente con la ansiedad en los hombres ( r = –0, 09; p = 0, 01).
Conclusiones
Tanto las medidas acústicas como las lingüísticas del habla están asociadas con puntajes de ansiedad. La cantidad de habla, la calidad acústica del habla y las características lingüísticas específicas del género del habla pueden ser útiles como parte de un sistema para detectar ansiedad, detectar recaídas o monitorear el tratamiento.
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