Antecedentes
La ansiedad persistente en la infancia y la adolescencia podría representar un nuevo objetivo de tratamiento para la psicosis, potencialmente dirigido a la activación de las vías del estrés y una respuesta inflamatoria secundaria que no se resuelve.
Aquí, examinamos la asociación entre la ansiedad persistente durante la niñez y la ado...
Antecedentes
La ansiedad persistente en la infancia y la adolescencia podría representar un nuevo objetivo de tratamiento para la psicosis, potencialmente dirigido a la activación de las vías del estrés y una respuesta inflamatoria secundaria que no se resuelve.
Aquí, examinamos la asociación entre la ansiedad persistente durante la niñez y la adolescencia con individuos con experiencias psicóticas (EP) o que cumplieron con los criterios de trastorno psicótico (EP) a los 24 años. También investigamos si la proteína C reactiva (PCR) mediaba alguna asociación.
Métodos
Los datos del ALSPAC estaban disponibles en 8242 niños a los 8 años, 7658 a los 10 años, 6906 a los 13 años y 3889 a los 24 años. La Evaluación de Desarrollo y Bienestar (DAWBA) se administró para capturar la ansiedad de niños y adolescentes.
Creamos una puntuación compuesta de ansiedad generalizada a los 8, 10 y 13. Las EP y la EP se evaluaron a los 24 años, derivada de la entrevista de síntomas similares a psicosis. Se utilizó como mediador la media de PCR a los 9 y 15 años.
Resultados
Los individuos con altos niveles persistentes de ansiedad tenían más probabilidades de desarrollar EP (OR = 2, 02, IC del 95% = 1, 26-3, 23, p = 0, 003) y EP a los 24 años ((OR) = 4, 23, IC del 95% = 2, 27-7, 88, p <0, 001). La media de PCR a los 9 y 15 años medió las asociaciones de ansiedad persistente con EP (estimación con corrección de sesgo = -0, 001, p = 0, 013) y PD (estimación con corrección de sesgo = 0, 001, p = 0, 003).
Conclusiones
Los altos niveles persistentes de ansiedad durante la infancia y la adolescencia podrían ser un factor de riesgo de psicosis. La ansiedad persistente está potencialmente relacionada con la psicosis posterior a través de la activación de las hormonas del estrés y la inflamación que no se resuelve.
Estos resultados contribuyen al potencial de intervenciones preventivas en psicosis, con el objetivo novedoso de la ansiedad temprana.
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