El condicionamiento de orden superior implica el aprendizaje de vínculos causales entre múltiples eventos, lo que luego permite hacer inferencias novedosas. Por ejemplo, observar una correlación entre dos eventos (p. Ej. , Un vecino que lleva una camiseta deportiva en particular), luego ayuda a hacer nuevas predicciones basadas en este conocimiento (p. Ej. , El equipo deportiv...
El condicionamiento de orden superior implica el aprendizaje de vínculos causales entre múltiples eventos, lo que luego permite hacer inferencias novedosas. Por ejemplo, observar una correlación entre dos eventos (p. Ej. , Un vecino que lleva una camiseta deportiva en particular), luego ayuda a hacer nuevas predicciones basadas en este conocimiento (p. Ej. , El equipo deportivo favorito de la esposa del vecino).
Este tipo de aprendizaje es importante porque le permite a uno beneficiarse al máximo de experiencias anteriores y desempeñarse de manera adaptativa en entornos complejos donde muchas cosas son ambiguas o inciertas. A menudo se utilizan dos procedimientos en el laboratorio para probar este tipo de aprendizaje, el condicionamiento de segundo orden (SOC) y el precondicionamiento sensorial (SPC).
En el condicionamiento de segundo orden (SOC), primero enseñamos a los sujetos que existe una relación entre un estímulo y un resultado (por ejemplo, un tono que predice la comida). Luego, se enseña un estímulo adicional para preceder al estímulo predictivo (por ejemplo, una luz conduce al tono predictivo de alimentos). En el preacondicionamiento sensorial (SPC), este orden de entrenamiento se invierte. Específicamente, los dos estímulos neutros (es decir, luz y tono) primero se emparejan y luego el tono se empareja por separado con la comida.
Curiosamente, tanto en SPC como en SOC, los humanos, los roedores e incluso los insectos y otros invertebrados predecirán más adelante que tanto la luz como el tono probablemente conducirán a la comida, aunque solo experimentaron el tono directamente emparejado con la comida.
Si bien estos procesos son similares en términos de procedimiento, una gran cantidad de investigaciones sugiere que son asociativa y neurobiológicamente distintos. Sin embargo, la dopamina del mesencéfalo, un neurotransmisor que durante mucho tiempo se pensó que facilitaba el acondicionamiento pavloviano básico de una manera relativamente simplista, parece crítico tanto para SOC como para SPC.
Estos hallazgos sugieren que la dopamina puede contribuir al aprendizaje de maneras que trascienden las diferencias en la estructura asociativa y neurológica. Discutimos cómo la investigación que demuestra que la dopamina es fundamental tanto para el SOC como para el SPC la coloca en el centro de formas más complejas de cognición (por ejemplo, navegación espacial y razonamiento causal).
Además, sugerimos que estos procedimientos de aprendizaje más sofisticados, junto con los avances recientes en el registro y manipulación de las neuronas de dopamina, representan un nuevo camino hacia la comprensión de la contribución de la dopamina al aprendizaje y la cognición.
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