OMS Europa lanzará esta semana una coalición de salud mental para apoyar las reformas del sistema y la recuperación tras el COVID-19. Más de 110 millones de personas en Europa viven con algún tipo de afección de salud mental, lo que representa más del 10 por ciento de la población.
Las cuatro nuevas iniciativas (salud mental, salud digital e innovación, perspectivas conductuales y culturales, e inmunización) representan prioridades identificadas para OMS Europa en los próximos 5 años. Esta coalición reunirá a una amplia conjunción de líderes, usuarios de servicios y otros asociados de la salud mental para mejorar las políticas y prácticas de salud mental en toda Europa.
La salud mental ha sido un programa esencial en el programa de la OMS desde su fundación en 1948. Sin embargo, a la luz de la pandemia de COVID-19, es particularmente importante renovar el interés por la salud mental. “Aparte del temor y la incertidumbre con respecto a la infección propiamente dicha, las medidas adoptadas para contener la propagación del virus, como la cuarentena y el confinamiento, han sido un reto psicológico. Estas medidas agravan el aislamiento social de muchos y se suman a las ansiedades y tensiones existentes”, señalan en su comunicado.
La mala salud mental ya se cobra la vida de 140. 000 personas al año por suicidio en Europa. “Es necesario abordar urgentemente las lagunas y deficiencias en la prestación y financiación de los servicios de salud mental, y aplicar estrategias de prevención y mitigación para frenar todo empeoramiento de la situación de la salud mental en toda Europa”, detallan.
Uno de los componentes básicos de esta iniciativa de OMS Europa en materia de salud mental consistirá en combatir el estigma y la discriminación, mejorando la sensibilización y los conocimientos en materia de salud mental no sólo del público sino también de los proveedores de servicios y los encargados de adoptar decisiones.
Otro pilar fundamental de la nueva iniciativa será mejorar el acceso a la atención de la salud mental centrada en la persona y basada en los derechos en las comunidades. “Esto acelerará los progresos hacia la cobertura universal de la salud de las personas con problemas de salud mental y abogará por una paridad de estima entre la salud mental y la física”, detallan.
“La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas institucionales existentes y la necesidad de prestar apoyo y atención a nivel comunitario (por medios digitales cuando sea necesario o aplicable). El programa de salud mental alentará los esfuerzos y las inversiones para trasladar la atención de las instituciones a los servicios comunitarios, incluso mediante la integración de la salud mental en la atención Primaria y otros programas prioritarios, como la salud de los adolescentes y las enfermedades no transmisibles”, concluyen.