Investigaciones anteriores demuestran que el TDAH se considera un factor de riesgo de COVID-19.
El estudio actual intenta investigar las relaciones entre las tasas de infección, mortalidad y recuperación del coronavirus y la prevalencia del TDAH a nivel estatal de EE. UU.
Con base en información de 2011 sobre la prevalencia del TDAH en los E...
Investigaciones anteriores demuestran que el TDAH se considera un factor de riesgo de COVID-19.
El estudio actual intenta investigar las relaciones entre las tasas de infección, mortalidad y recuperación del coronavirus y la prevalencia del TDAH a nivel estatal de EE. UU.
Con base en información de 2011 sobre la prevalencia del TDAH en los EE. UU. Por estado, los hallazgos sugieren que, si bien no hay correlaciones entre el TDAH y el tamaño de la población, las tasas de infección y mortalidad por coronavirus, las tasas de recuperación (proporción de recuperación-población) aumentan con la prevalencia del TDAH.
En consecuencia, una posible explicación es que al afrontar la enfermedad, el TDAH podría proporcionar una ventaja evolutiva. Un ejemplo de este fenómeno se puede encontrar en el gen que causa la anemia de células falciformes, que, como gen no dominante, ayuda a hacer frente a la infección por malaria.
Si se corrobora, los hallazgos de la investigación pueden respaldar la conclusión de que las limitaciones del coronavirus en los marcos educativos especiales para el TDAH no serían necesarias o podrían suavizarse.
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