Autor/autores:
Andrew S. Persichetti , Joseph M. Denning , Stephen J. Gotts...(et.al)
Aunque el lóbulo temporal anterior (ATL) comprende varias subdivisiones anatómicas y funcionales, a menudo se reduce a una entidad teórica homogénea, como una zona de convergencia de dominio general, o "centro", para la información semántica. Las limitaciones metodológicas son en gran parte culpables del mapeo impreciso de función a estructur...
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Aunque el lóbulo temporal anterior (ATL) comprende varias subdivisiones anatómicas y funcionales, a menudo se reduce a una entidad teórica homogénea, como una zona de convergencia de dominio general, o "centro", para la información semántica. Las limitaciones metodológicas son en gran parte culpables del mapeo impreciso de función a estructura en el ATL.
Existen dos obstáculos principales para usar fMRI para identificar la organización funcional precisa del ATL: la difícil elección de estímulos y tareas para activar y disociar regiones específicas dentro del ATL y la mala calidad de la señal debido a las distorsiones del campo magnético cerca de los senos nasales.
Para sortear estas dificultades, desarrollamos una rutina de parcelación basada en datos utilizando datos de resonancia magnética funcional en estado de reposo (24 mujeres, 64 hombres) adquiridos mediante una secuencia optimizada para mejorar la señal en el ATL.
Centrándonos en los patrones de conectividad funcional entre cada vóxel ATL y el resto del cerebro, encontramos que el ATL comprende al menos 34 parcelas funcionales distintas que están dispuestas en bandas a lo largo de las superficies corticales lateral y ventral, que se extienden desde los lóbulos temporales posteriores a la polos temporales.
Además, se descubrió que la región anterior de la circunvolución fusiforme, citada con mayor frecuencia como la ubicación del centro semántico, forma parte de una red específica de dominio asociada con el procesamiento facial y social, en lugar de un centro semántico general de dominio.
Estos hallazgos ofrecen un mapa funcional detallado del ATL y ofrecen un paso inicial hacia el uso de un lenguaje más preciso para describir las ubicaciones de las respuestas funcionales en esta región heterogénea de la corteza humana.
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