Adolescente con trastorno límite de la personalidad y antecedentes de autismo, ansiedad y conductas autolesivas

Brittany, una mujer de 21 años diagnosticada con trastorno límite de la personalidad (TLP), fue derivada a un servicio especializado en trastornos de la personalidad debido a un alto riesgo suicida. Su cuadro clínico se caracterizaba por conductas autolesivas de alta letalidad, como la ingestión de sustancias tóxicas y objetos peligrosos, además de fugas frecuentes hacia estaciones de tren y puentes. También presentaba cortes diarios, lo que llevó a que su familia impusiera restricciones severas dentro del hogar: no se le permitía salir al patio por temor a intentos de huida y a posibles episodios autodestructivos.

Única hija, concebida mediante fertilización in vitro, Brittany fue diagnosticada con síndrome de Asperger a los seis años. Desde la infancia mostró intereses restringidos, búsqueda de rutinas, dificultades sensoriales y un alto interés por la interacción social, aunque con limitaciones pragmáticas en el lenguaje y rigidez cognitiva. Los equipos multidisciplinarios identificaron problemas de flexibilidad social, tendencia a la egocentricidad en el juego y mal manejo de la frustración, especialmente al no ganar o no obtener el primer turno. Estas situaciones generaban intensos episodios de angustia emocional.

Durante esta etapa, trabajó con un fonoaudiólogo para abordar las dificultades comunicativas. Posteriormente fue diagnosticada con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y trastorno de ansiedad generalizada (TAG). En su adolescencia temprana comenzó con restricción alimentaria y conductas autolesivas, en un contexto de acoso escolar severo. Brittany relató que comenzó a cortarse tras leer en internet sobre el uso del cutting como método de regulación emocional.

Este caso ilustra la complejidad clínica de la comorbilidad entre TLP, trastorno del espectro autista y trastornos ansioso-compulsivos, así como la influencia de factores ambientales —como el acoso escolar y el aprendizaje social en entornos digitales— en la consolidación de patrones autolesivos. Su abordaje requiere una intervención interdisciplinaria integral, centrada en la regulación emocional, la seguridad física y el fortalecimiento de las habilidades sociales adaptativas.

Resumen modificado por Cibermedicina

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