Investigadores canadienses considen que el deporte extracurricular ha sido "una valiosa inversión educativa" para promover la salud tanto física como mental en niños y adolescentes pero que, sin embargo, había pocos estudios longitudinales que hubieran probado si esta actividad está asociada con síntomas de inatención e hiperactividad.
Para ello utilizaron una cohorte de nacimiento prospectivo-longitudinal de 758 niñas y 733 niños, y examinaron la relación entre la participación constante en la infancia en deportes extracurriculares y los síntomas posteriores del TDAH.
"La participación de la niñez en espacios que exigen habilidad física y esfuerzo pueden ser una valiosa estrategia para promover el desarrollo conductual"
"Presumimos que la práctica de deportes extracurriculares promovería la reducción de los síntomas. Como predictor, las madres informaron si el niño o la niña participó en deportes u organizó actividades físicas con un entrenador o instructor a las edades de 6, 7, 8 y 10 años", explican.
A la edad de 12 años, los maestros de sexto curso informaron sobre los resultados de los síntomas del TDAH en los niños, observados en el entorno escolar durante seis meses. Así, vieron que los síntomas del TDAH experimentaron "una regresión lineal en las trayectorias de participación en el deporte organizado en niños y niñas".
En el caso de las niñas, la participación constante en el deporte organizado predijo significativamente menores síntomas del TDAH después, en comparación con las niñas con una participación baja e inconsistente
La participación temprana en el deporte organizado parece beneficiosa para el desarrollo conductual posterior de las niñas, pero no se encontraron asociaciones para los niños. "La participación de la niñez en espacios estructurados que exigen habilidad física y esfuerzo con un entrenador o instructor puede representar una valiosa estrategia de política para promover este aspecto del desarrollo conductual de las niñas", concluyeron los autores.
