La apatía se define como una reducción cuantitativa de la actividad orientada a objetivos y puede observarse en aspectos relacionados con el comportamiento, la cognición, las emociones y la interacción social.
Este síntoma de comportamiento, profundamente invalidante, es común en diversas condiciones psiquiátricas y trastornos neurocognitivos, incl...
La apatía se define como una reducción cuantitativa de la actividad orientada a objetivos y puede observarse en aspectos relacionados con el comportamiento, la cognición, las emociones y la interacción social.
Este síntoma de comportamiento, profundamente invalidante, es común en diversas condiciones psiquiátricas y trastornos neurocognitivos, incluyendo el síndrome de Korsakoff (KS). De hecho, la apatía es uno de los síntomas conductuales más graves en el KS y tiene un impacto significativo en la vida de los pacientes, así como en la de sus familiares y cuidadores informales. Sin embargo, actualmente no existen pautas específicas para el tratamiento de la apatía en el KS.
Esta revisión narrativa sistemática ofrece una visión transdiagnóstica sobre la efectividad de diferentes tipos de intervenciones no farmacológicas para tratar la apatía en distintas poblaciones de estudio, cuyos síntomas son comparables a los del KS. Esta evidencia puede ser útil para el desarrollo de intervenciones específicas para tratar la apatía en el KS. Las poblaciones incluidas en la revisión abarcan pacientes con demencia (debido a enfermedad de Alzheimer o demencia vascular), enfermedad de Parkinson, esquizofrenia y daño cerebral traumático.
Utilizando un enfoque de selección escalonada y siguiendo las directrices de los elementos de reporte preferidos para revisiones sistemáticas y meta-análisis (PRISMA), se identificaron 22 revisiones sistemáticas y 32 artículos empíricos sobre el tratamiento no farmacológico de la apatía. Los resultados mostraron una variedad de intervenciones no farmacológicas efectivas para reducir la apatía. En condiciones con deterioro cognitivo grave, las intervenciones exitosas no dependían de la motivación intrínseca, la autoevaluación o el nivel de conciencia de enfermedad de los pacientes, sino de la estimulación externa y la activación conductual.
Dado que la apatía es un constructo multidimensional, es fundamental evaluar el grado y el tipo de comportamiento apático antes de iniciar cualquier intervención. La personalización del tratamiento en función de los intereses y necesidades de cada paciente, así como su integración en los cuidados diarios, resulta especialmente importante. Ajustar las intervenciones al contexto y características específicas del paciente maximiza la efectividad y garantiza que estas se adapten a su realidad y capacidades.
En conclusión, esta revisión destaca la importancia de contar con tratamientos adaptativos y no farmacológicos para la apatía, especialmente en el contexto de KS, y sugiere que el desarrollo de guías específicas podría mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y reducir la carga en sus cuidadores y familiares.
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