Autor/autores:
Sarah E. Paul, David A. A. Baranger, Emma C. Johnson...(et.al)
El vínculo entre el consumo de alcohol y los fenotipos conductuales, como la impulsividad, el afecto negativo y la función ejecutiva (FE), está bien documentado. Sin embargo, aspectos clave de esta relación, como la direccionalidad de las asociaciones, las etapas específicas del consumo de alcohol y la influencia de la predisposición genética compar...
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El vínculo entre el consumo de alcohol y los fenotipos conductuales, como la impulsividad, el afecto negativo y la función ejecutiva (FE), está bien documentado. Sin embargo, aspectos clave de esta relación, como la direccionalidad de las asociaciones, las etapas específicas del consumo de alcohol y la influencia de la predisposición genética compartida, no están completamente esclarecidos.
Este estudio se propuso estimar las asociaciones longitudinales entre las transiciones en los hitos relacionados con el consumo de alcohol, los fenotipos conductuales y los índices de riesgo genético, con el fin de aclarar estos aspectos.
Los datos provienen del Estudio Colaborativo sobre la genética del alcoholismo (COGA), que incluyó a 3681 participantes con edades comprendidas entre los 11 y 36 años.
Se examinaron varias transiciones relacionadas con el consumo de alcohol, incluyendo la primera bebida, la primera intoxicación, la aparición de síntomas de trastorno por consumo de alcohol (TCA) y el diagnóstico de TCA. Los fenotipos conductuales se dividieron en categorías internalizantes (como la ansiedad y la depresión) y externalizantes (como los síntomas de trastorno de conducta).
La función ejecutiva se evaluó mediante pruebas neuropsicológicas, como la tarea de la Torre de Londres y la amplitud visual. También se calcularon puntuaciones de riesgo poligénico (PGS) tanto para los fenotipos relacionados con el alcohol como para los comportamientos conductuales. Para estimar las asociaciones entre los PGS, los comportamientos conductuales y los hitos del consumo de alcohol, se emplearon modelos de regresión de Cox.
Los resultados mostraron que los fenotipos externalizantes, como los síntomas de trastorno de conducta, se asociaron con un mayor riesgo de iniciación en el consumo de alcohol y de desarrollar problemas con la bebida, con un cociente de riesgos instantáneos (HR) de al menos 1, 16.
Por otro lado, los fenotipos internalizantes, como la ansiedad social, se asociaron con un mayor riesgo de progresión desde la primera bebida hasta desarrollar un trastorno por consumo de alcohol (TCA) grave, con un HR igual o superior a 1, 55.
Además, tanto la iniciación en el consumo de alcohol como el desarrollo de un TCA se asociaron con un mayor riesgo de síntomas depresivos posteriores e ideación suicida (HR ≥1, 38), mientras que la iniciación en el consumo de alcohol también se asoció con un mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastorno de conducta en el futuro (HR = 1, 60).
A pesar de la importancia de la función ejecutiva en el comportamiento adictivo, este estudio no encontró asociaciones significativas entre la FE y las transiciones relacionadas con el alcohol.
Sin embargo, las puntuaciones poligénicas relacionadas con el consumo de alcohol (por ejemplo, la cantidad de bebidas por semana) sí se asociaron con un mayor riesgo de progresión en los hitos alcohólicos (HR ≥1, 06). Asimismo, las PGS relacionadas con el consumo problemático de alcohol aumentaron el riesgo de ideación suicida (HR = 1, 20).
Este estudio destaca la naturaleza bidireccional y dinámica de la relación entre los marcadores conductuales de vulnerabilidad a la adicción y las transiciones en el consumo de alcohol.
Los fenotipos externalizantes tienden a preceder la iniciación y los problemas con el alcohol, mientras que los internalizantes facilitan la progresión hacia formas más graves de TCA.
Además, los problemas relacionados con el alcohol parecen amplificar el riesgo de problemas de salud mental posteriores, como la depresión y la ideación suicida. Estos hallazgos subrayan la importancia de intervenir temprano en los comportamientos de riesgo y de considerar la interacción entre factores conductuales y genéticos en el desarrollo de la adicción.
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