Proponemos el caso de una mujer de 33 años, sin ningún tipo de antecedente en salud mental que ingresa por síntomas psicóticos. A su llegada al hospital la paciente mantiene un discurso totalmente desorganizado. Su marido dice que en un plazo de 36 horas, ha comenzado con conductas extrañas, con incapacidad para concentrarse y siendo incapaz de darle el biberón a su hijo.
Dichas conductas han culminado con la idea de que su cuñada quiere envenenar a su hijo de 18 meses. A su llegada a urgencias la paciente se muestra muy inquieta, deambulando de un lado a otro del box. Su discurso es desorganizado, incapaz de mantener el hilo conductor, lleno de paralogias y asociaciones laxas. En la esfera instintiva un insomnio total de dos días de evolución. No hay evidencias de consumo de tóxicos ni patología orgánica que justifique dichas conductas. Durante su ingreso se instauran dosis altas de risperidona, mejorando la organización del pensamiento en unos cuatro días, peristiendo la idea delirante acerca de que su cuñada quiere envenenar a su hijo. Durante las sucesivas entrevistas con ella y el marido se ponen de manifiesto una personalidad muy rígida y perfeccionista, con niveles altos ansiedad.
Según parece el hecho de que tuviera que dejar a su hijo al cuidado de su cuñada por motivos laborales y comentarios “maliciosos” por parte de su familia política culminaron con dicho cuadro que tras quince días mejoró pudiendo ser dada de alta.
Médicos Internos Residentes de Psiquiatría Hospital Reina Sofía de Murcia
NO SIN MI HIJO: A PROPÓSITO DE UN CASO
Modesto Sánchez López, Elena Moral Zafra, Nadia López Imbernón, Alba García Pérez, María
Teresa Izquierdo Ros, Jessica Russo de León, Fabián Pavez Reyes, Marta Roca Carles, María
María, Victor Pérez Plaza
modestosanchez85@gmail. com
RESUMEN
Proponemos el caso de una mujer de 33 años, sin ningún tipo de antecedente en salud mental
que ingresa por síntomas psicóticos. A su llegada al hospital la paciente mantiene un discurso
totalmente desorganizado. Su marido dice qu en un plazo de 36 horas, ha comenzado con
conductas extrañas, con incapacidad para concentrarse y siendo incapaz de darle el biberón a
su hijo. Dichas conductas han culminado con la idea de que su cuñada quiere envenenar a su
hijo de 18 meses.
A su llegada a urgencias la paciente se muestra muy inquieta, deambulando de un lado a otro
del box. Su discurso es desorganizado, incapaz de mantener el hilo conductor, lleno de paralogias
y asociaciones laxas. En la esfera instintiva un insomnio total de dos días de evolución. No hay
evidencias de consumo de tóxicos ni patología orgánica que justifique dichas conductas.
Plantearemos abordaje terapéutico, evolución, resolución del ingreso y evolución en su centro
de salud mental.
Vamos a exponer el caso de Alicia, una paciente de 33 años ingresada en unidad de agudos del
hospital Reina Sofía de Murcia.
En los antecedentes personales de Alicia no existen alergias a ningún medicamento y es
destacable el padecer migrañas y un aborto espontáneo cuando tenía 17 años, tras una
metrorragia y desconociendo estar embarazada. Niega hábitos tóxicos. Nunca ha estado en
seguimiento en el circuito de salud mental, pero si tiene un familiar de primer grado en
seguimiento por salud mental tras diagnóstico de una enfermedad grave.
En su psicobiografía su embarazo y parto fue sin incidencias, buen desarrollo psicomotor, sin
resaltar ninguna anomalía. No TCE ni historia de epilepsia. Es la menor de tres hermanos,
manteniendo mayor relación con el mediano de 34 años (el mayor de 39 años). Sus padres
están vivos y mantiene buena relación. Estudió hasta 1º de BUP saliendo a trabajar a esa edad.
Está casada y tiene una hijo de seis meses. Actualmente trabaja de aparadora de corte.
Caracterialmente la describe como muy buena persona, contenido "que se lo traga todo" y muy
autoexigente sobre todo a la hora de la crianza de su hijo y del trabajo.
El primer contacto de la paciente con el circuito de salud mental se establece en Julio de 2015
en la puerta de urgencias de dicho hospital universitario. En un primer momento los datos son
obtenidos a través de sus familiares (marido y madre de la paciente). Dos días previos al ingreso
la paciente llamó a su hermano mayor acusando a su cuñada (la mujer del hermano mediano)
de querer envenenar a su hija. Desde entonces, no es capaz de concentrarse, ni de cuidar de su
hija. muestra alteraciones conductuales en casa, como tirar a la basura cosas, encerrarse en el
cuarto de baño y sacar todos los objetos punzantes y cortantes y dejarlos esparcidos. A la
exploración en el serviciod e urgencias al paciente se encuentra desorientada temporalmente,
muy intranquila, y con gran labilidad afectiva. Su lenguaje es incoherente, desorganizado,
reiterativo. En los días previos sus familiares describen mayor inquietud y aumento de la
actividad que no llamó excesivamente la atención a sus familiares. Dado el estado de la paciente
se decide ingreso en unidad de agudos psiquiátrica para estudio y tratamiento.
Durante las sucesivas entrevistas en el ingreso con familia y la paciente se objetivan niveles de
estrés muy elevados. Sus familiares refieren que Alicia pasa largas jornadas laborales tras
reincorporarse, pasando poco tiempo en casa con su hijo, esto ha ocasionado un gran
sentimiento de culpabilidad en la paciente. Su hija habitualmente está al cuidado de su cuñada
con la que se lleva muy bien. Ambas situaciones han conllevado a que su familia política
comenzase a hacer comentarios malintencionados en relación a que su hija quiere más a su
cuñada que a su propia madre. Todos éstos factores además de un insomnio total de dos días
de evolución pudieron haber desencadenado el cuadro.
A nivel de la exploración, en las primeras entrevista en la planta con la paciente destaca una
clínica psicopatológica muy florida manteniéndose desorientada, con gran inquietud psicomotriz
y ciertos manierismos. Su estado de ánimo es expansivo, con gran labilidad afectiva pasando
del llanto a las risas inmotivadas. Su pensamiento estaba totalmente desorganizado, con un
discurso con tendencia al descarrilamiento a la fuga de ideas y la incoherencia. No se apreciaron
alteraciones de la sensopercepción. Durante su ingreso la evolución dicho estado psicopatológico
fue fluctuante, denotando en estado de mayor lucidez vivencias delirantes con ideación
paranoide y delirios de envenenamiento centrados en su cuñada, de la cual pensaba que se
podría estar envenenando a su hijo.
Durante su ingreso se instauraron dosis altas de risperidona y clonazepam con buena respuesta
y obteniéndose una remisión total de los síntomas psicóticos en trece días, realizándose un
permiso sin incidencias y procediéndose al alta hospitalaria tres días después con diagnóstico de
trastorno psicótico agudo Polimorfo sin Síntomas de esquizofrenia (F. 23. 0). Se realizaron
diversas pruebas complementarias: un electroencefalograma, un TAC craneal, una analítica
general y una serología siendo lo único destacable una discreta elevación de la prolactina
probablemente asociada a la risperidona.
Fue derivada a CSM de zona para seguimiento siendo su evolución tórpida con tendencia al
estado depresivo que ella asocia a efectos secundarios de la medicación como rigidez y
embotamiento cognitivo y afectivo. Actualmente la paciente ha mostrado discreta mejoría de
dicho estado tras la introducción de ziprasidona y escitalopram.
DISCUSIÓN
La situación personal que en ese momento estaba pasando la paciente de tantísimo estrés como
el aumento de horas de trabajo, distanciamiento de su hijo de seis meses, junto con un insomnio
total de varios días pudieron desembocar en un cuadro tan florido. La paciente contaba con buen
pronóstico dadas las características del cuadro como pueden ser el inicio tan súbito del cuadro
(apenas 72 horas), el bajo tiempo de psicosis no tratada, la ausencia de pródromos previos y un
buen funcionamiento premórbido y la ausencia de consumo de sustancias nos hablarían de una
buena evolución. Lamentablemente y con el trascurso de los meses se ha instaurado la
sintomatología negativa lo que nos puede hacer imaginar un peor pronóstico.
Respecto al tratamiento es bien conocido que las dosis altas de risperidona tienen una relación
directa con la aparición de síntomas extrapiramidales al igual que sintomatología depresiva y
excesiva sedación. Se decidió el cambio hacia la ziprasidona y su combinación con el
escitalopram por el perfil de éste fármaco respecto a sedación, remisión parcial de posible
sintomatología negativa y mejoría del estado de ánimo.
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18:appiajp201514101251.
17º Congreso Virtual de Psiquiatria. com. Interpsiquis
2016 interpsiquis. com - Febrero 2016
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