Una de las principales dificultades que presentan las personas que han sufrido una situación traumática es la evitación no sólo de aquellas situaciones externas que les recuerdan al trauma, sino de aquellos eventos privados internos como pensamientos, recuerdos, sensaciones físicas o imágenes. La Terapia de Aceptación y Compromiso puede ser válida para aquellas personas diagnosticadas de Trastorno de estrés postraumático, con un fuerte componente de evitación experiencial para los eventos privados valorados como negativos y atemorizantes.
Se presentan los resultados a término del tratamiento de un hombre de 40 años diagnosticado de TEPT que acude a una Unidad de Salud Mental Comunitaria.
A la exploración se muestra consciente, orientado y colaborar. Refiere estado de ánimo deprimido, apatía y llanto frecuente. Ansiedad subjetiva y manifiesta. Evitación de situaciones externas que le recuerdan a la situación traumática, así como esfuerzos por evitar pensamientos e imágenes relacionados con el trauma. Insomnio de conciliación y mantenimiento. Hiporexia. Deseos pasivos de muerte, negando intencionalidad autolítica,
Diagnóstico: Trastorno de estrés postraumático
Diagnóstico diferencial: Episodio depresivo, Trastorno de adaptación
Conclusiones: A través de los componentes de la terapia de aceptación y compromiso (Aceptación, Defusión cognitiva, Valores, «Yo» como contexto, Contacto con el momento presente y Acción comprometida) se va produciendo una desensibilización a los pensamientos y a otros estímulos internos.