Las convulsiones psicógenas no epilépticas (PNES) son eventos paroxísticos y episódicos asociados con manifestaciones motoras, sensoriales, mentales o autonómicas, que se asemejan a las convulsiones epilépticas (EE), pero no son causadas por actividad epileptogénica. Las PNES afectan entre un 20% y un 30% de los pacientes que acuden a los centros de...
Las convulsiones psicógenas no epilépticas (PNES) son eventos paroxísticos y episódicos asociados con manifestaciones motoras, sensoriales, mentales o autonómicas, que se asemejan a las convulsiones epilépticas (EE), pero no son causadas por actividad epileptogénica. Las PNES afectan entre un 20% y un 30% de los pacientes que acuden a los centros de epilepsia y constituyen un grave problema de salud mental.
Las PNES suelen ser infradiagnosticadas, infratratadas y confundidas con la epilepsia. Las PNES se diagnostican tras descartar causas médicas (epilepsia, síncope, ictus, etc. ) y en su génesis y perpetuación intervienen mecanismos psicológicos. Para la psiquiatría, no existe una definición única de PNES; el DSM-IV y ICD-10/11 describen los trastornos de conversión y disociativos, y el DSM-5 describe los trastornos neurológicos funcionales. Sin emabargo, los pacientes con PNES también tienen una alta frecuencia de otras comorbilidades como depresión, particularmente trauma y trastorno de estrés postraumático. Se ha postulado que las PNES son esencialmente disociaciones que operan como un mecanismo psicológico defensivo que usa la mente como defensa para lidiar con traumas.
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