El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una afección de salud mental debilitante que puede tener un impacto significativo en la vida de quienes lo padecen. Se estima que la prevalencia a lo largo de la vida del TEPT es de aproximadamente un 6, 1 % en la población general, según estudios como el de Goldstein y otros en 2016.
Sin embargo, durante situacione...
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una afección de salud mental debilitante que puede tener un impacto significativo en la vida de quienes lo padecen. Se estima que la prevalencia a lo largo de la vida del TEPT es de aproximadamente un 6, 1 % en la población general, según estudios como el de Goldstein y otros en 2016.
Sin embargo, durante situaciones de estrés extremo o en grupos específicos, esta prevalencia puede aumentar considerablemente. Un claro ejemplo de ello es lo ocurrido durante la pandemia de COVID-19, donde los niveles de TEPT alcanzaron cifras alarmantes, especialmente entre los profesionales de la salud, quienes estuvieron en la primera línea de combate contra el virus.
La pandemia de COVID-19 puso una presión sin precedentes sobre los sistemas de salud a nivel mundial, exponiendo a los trabajadores de la salud a niveles extremos de estrés y riesgo. En el Reino Unido, se encontró que aproximadamente el 7, 9 % de los trabajadores de la salud cumplían con los criterios de diagnóstico de TEPT, de acuerdo con entrevistas clínicas realizadas en un estudio reciente de Scott y otros en 2023. Esta cifra es significativamente mayor que la prevalencia en la población general, lo que destaca la vulnerabilidad de los profesionales de la salud en situaciones de crisis.
Los peores resultados en materia de salud mental entre los trabajadores de la salud durante la pandemia se han asociado directamente con el aumento del riesgo de exposición a infecciones por COVID-19 y con la angustia intensa experimentada al tratar y cuidar a pacientes gravemente enfermos.
Lai y otros, en 2020, documentaron cómo la presión de trabajar en entornos de alta exigencia, combinada con el miedo constante a contraer la enfermedad y la carga emocional de ver sufrir y morir a los pacientes, contribuyó significativamente al desarrollo de TEPT en este grupo .
El impacto del TEPT en los trabajadores de la salud es multifacético. No solo afecta su bienestar personal y su calidad de vida, sino que también puede tener consecuencias en su capacidad para brindar atención de alta calidad a los pacientes. Los síntomas del TEPT, como los flashbacks, la evitación, la hipervigilancia y la ansiedad intensa, pueden interferir en la concentración y la toma de decisiones, factores críticos en el entorno sanitario.
En conclusión, la pandemia de COVID-19 ha subrayado la importancia de reconocer y abordar el TEPT en grupos vulnerables, como los trabajadores de la salud. Es esencial que los sistemas de salud implementen estrategias de apoyo psicológico y prevención para mitigar el impacto del TEPT en este grupo crucial, asegurando tanto su bienestar como la calidad de la atención que brindan.
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