Autor/autores:
Danielle Dauchot, Suzanne Rettey, Brittany L. Melton...(et.al)
Introducción Las tasas de depresión en niños/adolescentes en los Estados Unidos han aumentado en los últimos 10 años. La fluoxetina y el escitalopram son los dos únicos antidepresivos aprobados para el tratamiento del trastorno de depresión mayor (TDM) en niños/adolescentes. En adultos, algunos antipsicóticos están aprobados p...
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Las tasas de depresión en niños/adolescentes en los Estados Unidos han aumentado en los últimos 10 años. La fluoxetina y el escitalopram son los dos únicos antidepresivos aprobados para el tratamiento del trastorno de depresión mayor (TDM) en niños/adolescentes.
En adultos, algunos antipsicóticos están aprobados para el tratamiento reforzado del TDM. Sin embargo, hay investigaciones limitadas sobre el aumento de antipsicóticos en niños y adolescentes con TDM.
Esta revisión retrospectiva de la historia clínica evaluó la prescripción de antipsicóticos para el TDM en pacientes hospitalizados de 4 a 17 años para determinar la frecuencia de prescripción de antipsicóticos para el TDM y qué factores influyen en la adición de un antipsicótico.
Para su inclusión, los pacientes fueron diagnosticados con TDM y no tomaban antidepresivos o antipsicóticos antes del ingreso. Se utilizó regresión logística binomial para analizar variables con antipsicóticos prescritos como variable dependiente.
Al 6, 8% de los pacientes se les recetó un antipsicótico. El análisis de regresión logística binomial encontró que el aumento de la edad (odds ratio [OR] 1, 28; IC del 95 % = 1, 045, 1, 568; P = 0, 017) y de los ingresos múltiples en 1 año (OR 3, 277; IC del 95 % = 2, 283, 4, 705; P <. 001) se asociaron con el uso de antipsicóticos en pacientes con TDM.
El trastorno de estrés postraumático y el trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo también se asociaron con el uso de antipsicóticos.
Se debe tener especial consideración al utilizar antipsicóticos no autorizados en niños debido a los estudios limitados sobre su eficacia. Se justifican investigaciones futuras para evaluar la eficacia y seguridad de estos agentes en niños y adolescentes.
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