Una tesis doctoral realizada por la enfermera Carmen Vallejo ha constatado los beneficios de las actividades de buenos hábitos en pacientes con enfermedades mentales que también presentan síndrome metabólico.
El estudio se inició tras comprobarse que las personas que padecen enfermedades mentales suelen presentar hábitos de vida poco saludables, según han detallado fuentes del Sergas. Así, se realizó una investigación durante años con más de un centenar de pacientes psiquiátricos graves del área sanitaria de Vigo.
La enfermera especialista en Salud Mental Carmen Vallejo ha explicado que la realización de actividades programadas para la mejora de los hábitos de vida de estos pacientes permite mejorar su salud y conlleva "cambios positivos a nivel hormonal" y, en mayor medida, en hormonas neurometabólicas o neuroendocrinas.
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La tesis doctoral, denominada, 'Atención del síndrome Metabólico en pacientes con trastorno mental grave', ha sido dirigida por el investigador del grupo de Neurociencia Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, Carlos Spuch, y el jefe del servicio de Salud Mental del Área Sanitaria de Vigo, José Manuel Olivares.
La investigación se inició ante la constatación de que las personas con una enfermedad mental grave presentan entre un 20% y un 40% más de probabilidad de morbimortalidad y, en especial, de sufrir efectos cardiovasculares adversos. También suelen mantener hábitos de vida poco saludables al presentar altas tasas de tabaquismo y sedentarismo, así como una falta de ejercicio físico y hábitos alimenticios insanos. Esta situación puede conllevar que contraigan enfermedades no transmisibles, como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico.
Además, estas personas no suelen acudir de modo habitual a centros de atención Primaria, por lo que resulta importante realizar controles de su estado en unidades de salud mental.
TRABAJO DE CAMPO
El trabajo de campo realizado en el marco de la investigación se dividió en tres bloques y contó con la participación de 103 pacientes en los dos iniciales. El primero se llevó a cabo durante tres años en los que se analizaron los parámetros físicos y analíticos de estas personas en relación al síndrome metabólico.
Posteriormente, en el marco de la segunda fase, se estudiaron los hábitos de vida de los pacientes respecto a su alimentación, su actividad física y el consumo de tabaco.
Finalmente, en el tercer bloque, se seleccionaron 12 personas con enfermedades mentales que contaron con acompañamiento de dos enfermeras y realizaron un programa de ejercicio físico planificado a diario durante seis meses. Así, las mediciones de parámetros físicos, analíticos, hormonales y proteómicos permitieron el desarrollo de la investigación.
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