Desenredar la recaída y la adherencia en la psicosis

Una característica definitoria de los trastornos psicóticos crónicos es su naturaleza remitente-recurrente.  Poco después de que se descubrió la clorpromazina como un tratamiento eficaz para los trastornos psicóticos, se hizo evidente que no era una cura permanente y que cuando los pacientes interrumpían el tratamiento, los síntomas reaparecían con frecuencia.  

Este hallazgo contribuyó a la opinión de que la terapia a largo plazo era necesaria en el tratamiento de las psicosis crónicas, y la eficacia de los antipsicóticos para prevenir las recaídas se ha considerado posteriormente como uno de sus mayores beneficios.

Sin embargo, aunque la interrupción de la medicación es un factor de riesgo de recaída, los trastornos psicóticos son intrínsecamente dinámicos y en los individuos se producen fluctuaciones sintomáticas a pesar del tratamiento antipsicótico.  

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