La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica con un componente genético sustancial. Para desarrollar la compleja etiología de la esquizofrenia, es importante comprender la interacción entre los factores genéticos y no genéticos.
Los factores genéticos implican la variación en las secuencias de ADN de los genes que codifican proteí...
La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica con un componente genético sustancial. Para desarrollar la compleja etiología de la esquizofrenia, es importante comprender la interacción entre los factores genéticos y no genéticos.
Los factores genéticos implican la variación en las secuencias de ADN de los genes que codifican proteínas, que contribuyen directamente a los rasgos fenotípicos, así como la variación en las secuencias no codificantes, que comprenden el 98 % del genoma y contienen elementos de ADN que se sabe que desempeñan un papel en la regulación de la expresión génica.
El epigenoma se refiere a las modificaciones químicas tanto en el ADN como en las proteínas estructurales que empaquetan el ADN en el núcleo, que, en conjunto, regulan la expresión génica en tipos de células, condiciones y etapas de desarrollo específicas.
La naturaleza dinámica del epigenoma lo convierte en una herramienta ideal para investigar la relación entre las mutaciones genéticas heredadas asociadas con la esquizofrenia y la regulación genética alterada a lo largo del desarrollo del cerebro.
En esta revisión, nos enfocamos en la comprensión actual del papel de las marcas epigenéticas y su organización nuclear 3D en la trayectoria de desarrollo de distintos tipos de células cerebrales para descifrar los complejos mecanismos reguladores de la esquizofrenia.
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