La evidencia metaanalítica emergente indica que la exposición inicial a antipsicóticos y antidepresivos en individuos con alto riesgo clínico de psicosis (CHR-P) tiene efectos pronósticos opuestos en lo que respecta a la transición inminente a la psicosis, con los antipsicóticos asociados con un mayor riesgo y los antidepresivos asociados con un may...
La evidencia metaanalítica emergente indica que la exposición inicial a antipsicóticos y antidepresivos en individuos con alto riesgo clínico de psicosis (CHR-P) tiene efectos pronósticos opuestos en lo que respecta a la transición inminente a la psicosis, con los antipsicóticos asociados con un mayor riesgo y los antidepresivos asociados con un mayor riesgo.
A pesar de su uso común, la exposición inicial a las benzodiazepinas (BDZ) en CHR-P sorprendentemente ha recibido poca atención como posible modulador del riesgo de transición a la psicosis. La revisión sistemática y el metanálisis actuales se realizaron para solucionar dicha brecha de conocimiento.
Métodos
Escrutinio sistemático de la biblioteca Medline y Cochrane, realizado hasta el 31 de diciembre de 2022, en busca de estudios en inglés sobre CHR-P que informen datos numéricos sobre la muestra, el resultado de la transición en un momento de seguimiento predefinido y datos sin procesar sobre la exposición inicial a BDZ en relación con tal resultado.
Resultados
De 1893 registros identificados, cinco estudios se incluyeron en la revisión sistemática y el metanálisis. La proporción de participantes con exposición a BDZ al inicio del estudio osciló entre el 5, 5% (un estudio) y el 46, 2%, con un promedio del 16, 8%.
Al final del período de observación, es decir, el seguimiento informado en el estudio, el 28, 4% [intervalo de confianza (IC) del 95%: 19, 7–39, 1%] de los participantes desarrollaron psicosis entre los expuestos a BDZ frente al 9, 3% (7, 3 a 39, 1%). 11, 9%) entre los controles.
Los participantes de CHR-P que ya estaban bajo tratamiento con BDZ al inicio del estudio tenían más del doble de posibilidades de transición a psicosis que los participantes de CHR-P que no habían recibido previamente BDZ.
El riesgo relativo (RR) fue de 2, 42 (IC del 95%: 1, 38 a 4, 23) en el modelo de efectos comunes ( z = 3, 09; p = 0, 002) y de 2, 40 (1, 53 a 3, 77) en el modelo de efectos aleatorios (z = 5, 40; p = 0, 006; tau-cuadrado = 0, 0). No hubo heterogeneidad relevante: Q de Cochran = 1, 49; gl = 4; p = 0, 828; I 2 = 0, 0% (IC del 95%: 0, 0–79%). La calidad fue buena en cuatro estudios.
Conclusiones
La exposición continua a BDZ al inicio en CHR-P se asocia con un mayor riesgo de transición a psicosis en el seguimiento.
Esta asociación metaanalítica, que se hace eco de un efecto similar de la exposición inicial a antipsicóticos, indica plausiblemente que la prescripción de intervención farmacológica por parte de los médicos captura algún tipo de información relevante para el pronóstico (por ejemplo, un estado mental impregnado de ansiedad que requiere prescripción de BDZ) que no se abarca adecuadamente. s
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