Autor/autores:
Wieke de Vente, Mirjana Majdandžić y Susan M. Bögels
La hiperactivación autónoma se ha propuesto como un factor de riesgo disposicional para los trastornos de ansiedad (EA). Por lo tanto, estudiamos la excitación fisiológica en la descendencia de padres y madres con y sin EA y si la hiperactividad infantil predice un temperamento aterrador posterior. Los bebés (N = 128; edad = 4 meses) realizaron una tarea de est&...
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La hiperactivación autónoma se ha propuesto como un factor de riesgo disposicional para los trastornos de ansiedad (EA). Por lo tanto, estudiamos la excitación fisiológica en la descendencia de padres y madres con y sin EA y si la hiperactividad infantil predice un temperamento aterrador posterior.
Los bebés (N = 128; edad = 4 meses) realizaron una tarea de estímulos novedosos (exposición a estímulos visuales, olfativos y acústicos y un varón desconocido) y una tarea de habituación (exposición a un estímulo acústico repetido). La frecuencia cardíaca (FC) y la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) se midieron durante el descanso inicial, estímulo y posestímulo. El estado y la gravedad de la EA de los padres se midieron mediante una entrevista de diagnóstico y su temperamento temeroso mediante un cuestionario. El temperamento temeroso del niño se midió a los 4 meses, 1 año y 2, 5 años con observaciones durante las tareas estructuradas.
El temperamento temeroso de los padres (significativo en la tarea de habituación), el estado de EA (significativo en la tarea de nuevos estímulos) y la gravedad de la EA (significativa en ambas tareas) predijeron una mayor frecuencia cardíaca en sus bebés. La mayor reactividad de la FC de los bebés a nuevos estímulos y la menor recuperación de la FC a los 4 meses predijeron un temperamento más temeroso durante la infancia y la niñez. La frecuencia cardíaca más alta de los bebés a los 4 meses predijo un temperamento más temeroso a los 2, 5 años.
La ansiedad (trastornos) prenatal de los padres predijo la excitación autónoma de los bebés, que a su vez predijo un temperamento temeroso posterior en los niños. Los resultados sugieren que la hiperactividad autónoma es un factor de riesgo de disposición de los EA.
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