Las personas que sufren vigorexia viven obsesionadas por su imagen y tienen fobia a mostrar su cuerpo, un físico que consideran enclenque y flácido y que intentan corregir a base de una dieta estricta y de extenuantes jornadas en el gimnasio que les aíslan del mundo. Este trastorno va en aumento, implica una obsesiva preocupación por el aspecto físico y una visión distorsionada de la propia imagen. Afecta principalmente a hombres jóvenes, con poca autoestima, muy obsesivos y controladores y que en muchos casos han recibido burlas en su infancia debido a su aspecto, pero recientes sondeos nos han permitido conocer que en las mujeres también es un problema en alza.
Objetivos Hemos querido conocer la situación de la vigorexia femenina en nuestro país. Método Hemos aplicado el cuestionario del complejo de Adonis de Pope y cols. (2002) y una encuesta de elaboración propia a 1. 115 usuarias, entre 17 y 61 años, de importantes gimnasios de siete comunidades autónomas de España.
Resultados Se ha encontrado una preocupante realidad: 123 usuarias, 11, 03% de las analizadas, muestran una preocupación patológica de la imagen corporal y reconocen haber recurrido a los anabolizantes para superarla, 233 usuarias, el 28, 15% de la muestra, tienen una preocupación grave por la imagen corporal y el 53% conoce la existencia de traficantes de anabolizantes.
Conclusiones Estamos ante un fenómeno que repercute en la salud pública por los problemas que generan los anabolizantes.
Universidad Rey Juan Carlos
LA VIGOREXIA FEMENINA UN FENOMENO EN ALZA
Amador Cernuda
Universidad Rey Juan Carlos
amador. cernuda@gmail. com
RESUMEN
Las personas que sufren vigorexia viven obsesionadas por su imagen y tienen fobia a mostrar
su cuerpo, un físico que consideran enclenque y flácido y que intentan corregir a base de una dieta
estricta y de extenuantes jornadas en el gimnasio que les aíslan del mundo. Este trastorno va en
aumento, implica una obsesiva preocupación por el aspecto físico y una visión distorsionada de la
propia imagen. Afecta principalmente a hombres jóvenes, con poca autoestima, muy obsesivos y
controladores y que en muchos casos han recibido burlas en su infancia debido a su aspecto, pero
recientes sondeos nos han permitido conocer que en las mujeres también es un problema en alza.
Objetivos: Hemos querido conocer la situación de la vigorexia femenina en nuestro país.
Método: Hemos aplicado el cuestionario del complejo de Adonis de Pope y cols. (2002) y una
encuesta de elaboración propia a
1. 115 usuarias, entre 17 y 61 años, de importantes gimnasios de siete comunidades autónomas
de España.
Resultados: Se ha encontrado una preocupante realidad: 123 usuarias, 11, 03% de las
analizadas, muestran una preocupación patológica de la imagen corporal y reconocen haber recurrido
a los anabolizantes para superarla, 233 usuarias, el 28, 15% de la muestra, tienen una preocupación
grave por la imagen corporal y el 53% conoce la existencia de traficantes de anabolizantes.
Conclusiones: Estamos ante un fenómeno que repercute en la salud pública por los problemas
que generan los anabolizantes.
Los problemas de imagen corporal son muy comunes en nuestra sociedad y comienzan a alarmar
a especialistas de diferentes ámbitos. Se está dando una moderna obsesión por la perfección del
cuerpo que tiene distintas formas de manifestarse, aunque una sintomatología común en el deseo de
una imagen corporal perfecta.
Los cánones de belleza corporal son una realidad en la historia de la humanidad. Pero nuestra
época está marcando la cima de esta realidad, hoy el culto al cuerpo cobra una dimensión relevante
con implicación social, económica y sanitaria. Tanto que estamos ante un grave problema de salud
pública. No es raro observar cómo se establecen unos cánones estéticos como símbolo de triunfo
social, más allá de cualquier otra cualidad personal, pudiendo llevar a consecuencias graves e
irreversibles para alguno de los sujetos que se ven envueltos en tales mecanismos de presión.
La Dismorfia Muscular, también conocida como Vigorexia es un trastorno descrito por primera
vez en 1993 por el doctor Harrison Pope (1). Es un desorden emocional que se caracteriza por una
obsesión enfermiza por ganar masa muscular que afecta principalmente a varones jóvenes, pero que
también lo pueden sufrir las mujeres. Los afectados ven su cuerpo poco desarrollado, enclenque, por
lo que acuden asiduamente al gimnasio, se observan frecuentemente al espejo y llevan un control
estricto tanto de su peso como del perímetro de sus bíceps y torso.
Cuando el constante ejercicio hace el efecto esperado (crecimiento de la masa muscular) quienes
sufren de Vigorexia no lo ven así, creen que siguen débiles, por lo que recurren entonces a una
alimentación rica en proteínas y carbohidratos, prescinden de las grasas y, en algunos casos, llegan a
consumir hormona del crecimiento, esteroides y anabólicos.
Los síntomas de las personas que sufren de adicción al ejercicio o la práctica de la musculación
son evidentes, los que la padecen tienen tal obsesión por verse musculosos que se miran
constantemente en el espejo y se ven delgados, sentirse de este modo les hace invertir mucho tiempo
en los gimnasios y centros de acondicionamiento físico para aumentar su musculatura.
Este tipo de personas se pesan varias veces al día y hacen comparaciones con otros compañeros
de gimnasio. La enfermedad va derivando en un cuadro obsesivo compulsivo que hace que se sientan
fracasados, abandonen sus actividades y se encierren en gimnasios día y noche. También siguen
dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas para aumentar la masa muscular y
tienen más riesgo de abusar de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides.
Estos trastornos derivados de la excesiva preocupación por el cuerpo se están convirtiendo en
una verdadera epidemia. Desear una imagen perfecta no implica padecer una enfermedad mental,
pero sí aumenta las posibilidades de que aparezca.
Hoy en día, no tenemos estudios epidemiológicos que aporten datos concluyentes sobre la
incidencia de este trastorno, muchos autores consideran que aproximadamente sobre el 10% de los
varones que practican físico culturismo, pesas y acuden al gimnasio por motivos estéticos podrían
tener este trastorno.
La presión de los medios de comunicación ha desempeñado un papel esencial en la extensión de
esta patología. Desde el cine y la publicidad se difunde el modelo de hombre fuerte y atlético, como
prototipo de salud y éxito, lo cual puede causar una obsesión por el culto al cuerpo y una frustración
en adolescentes cuya complexión no se adopte a estos cánones. Las principales razones por las que
se cae en la vigorexia son de tipo estético. Algunas personas cuya constitución no se corresponda al
medio de cuerpo estereotipado pueden tener problemas de integración en un medio donde se valora
en gran medida el aspecto físico. En La Universidad Rey Juan Carlos, realizamos un primer estudio
para conocer la prevalencia del problema en la Comunidad de Madrid, Cernuda (2012a) (2), cuyos
resultados nos resultaron preocupantes y nos llevaron a profundizar el estudio en el resto del país
(Cernuda 2012 b) (3), para conocer si estamos ante otra epidemia de problemas de imagen corporal
y trastornos alimentarios, más centrada en varones, y así era, pero con la profundización del estudio
desde nuestro observatorio de problemas psicoalimentarios en la población española (Cernuda 2013)
(4), hemos empezado a detectar que las mujeres que con este problema eran muy pocas las que lo
sufrían se ha empezado a incrementar, sobre todo en ciertos ambientes en que
la obsesión de Hollywood por el músculo y el gimnasio es un hecho a imitar. Algunas mujeres enmascaran el
problema de la vigorexia en la modelación del cuerpo producida por un excesivo trabajo de pesas,
sesiones maratonianas de algunos ejercicios de moda como el zumba.
Con el uso de estas sustancias no se obtiene ningún beneficio, sino todo lo contrario, ya que
producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e irregularidades del ciclo
menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, y retención de líquidos, entre otros. Es
importante tener en cuenta que estas drogas no aumentan la fuerza muscular, la agilidad ni la
resistencia.
Se entiende por vigorexia la obsesión patológica por un cuerpo perfecto y musculado, lo que
conlleva a una preocupación excesiva por su cuerpo, convirtiéndose en el principal objetivo de su vida.
Podría decirse que es un comportamiento obsesivo-compulsivo, caracterizado por la preocupación de
acudir al gimnasio, y la transferencia, de los principales valores de la vida, hacia el acto de entrenar
o muscular su cuerpo.
Practicar Zumba se ha convertido en una de las formas de entrenamiento de preferencia de
muchas mujeres latinas, sobre todo por su mezcla de alegre música muy rítmica, divertidos pasos de
baile convertidos en rutinas de ejercicio, y lo efectivo de su entrenamiento a través del cual se pueden
quemar hasta 800 calorías en una hora. Sin embargo, este método de actividad física, aparte de
mantener el cuerpo en forma, podría estar también causando serias lesiones a aquellos que lo
practican.
En los ideales que manejan muchas mujeres de la silueta ideal, por efectos de las celebridades
existe la difícil combinación de lucir un trasero prominente (como el de Jennifer López o las hermanas
Kardashian, contrastando con un vientre plano y duro como una piedra, el deseo de lucir "tableta"
como se la denomina en el ambiente que han popularizado otras artistas mediáticas, como Cyrus o
Rihanna ha disparado la venta de corsés moldeadores, algunos de marcas de cotizadísimo prestigio.
No obstante los corsés hacen la función de contenedores, pero conseguir una aparente sujeción no
contenta lo suficiente porque cuando hay que lucir cuerpo en situaciones de destape la cuestión se
complica e inhabilita la vida social de las simuladoras. Por ello en una selva de ofertas de
radiofrecuencia para reducir los michelines novedades de medicina estética y aparatos entrenamiento
para poder lucir unos glúteos de pasión asegurada, en estas fechas se disparan las ofertas para
conseguir un vientre plano. De hecho, la abdominoplastia (cirugía del abdomen), según datos de la
Sociedad Española de Cirugía Plástica. Reparadora y Estética, es de las operaciones más demandadas
en España, ocupa el quinto puesto de la lista de operaciones con tendencia a subir. Igualmente la
aparatología para mejorar el vientre, los chalecos de electro fitness y los cócteles de sustancias
detergentes inyectables para disolver la grasa y las diatremocontracciones basadas en radiofrecuencia
con longitudes de onda muy bajas para disolver la grasa intraperitonial tienen una demanda
espectacular y en este mar de ofertas, por los comentarios de pseudoexpertos y traficantes ilegales
algunas mujeres optan por las vías dudosas y peligrosas para la salud de los anabolizantes que se
esconden tras el fenómeno de la vigorexia.
Toda esta fenomenología es la causa de que la vigorexia
fenómeno típicamente masculino casi inexistente en mujeres ahora esté subiendo en incidencia.
Aunque la mujer vigoréxica no busca el desarrollo espectacular y casi monstruoso de los músculos de
algunos varones víctimas de la vigorexia, entra en el mismo circuito de problemas y peligros para su
salud que antes padecían únicamente los varones. Es importante que los profesionales sanitarios
conozcan estos datos para ampliar sus puntos de vista diagnósticos ante problemas que nos vamos a
encontrar cada vez más numerosos derivados de esta problemática e igualmente los profesionales de
los servicios policiales tienen que conocer que el fenómeno del tráfico de sustancias anabolizantes
ilegales pese a las redadas realizadas estos últimos años, como la importante operación Burn,
realizada en junio de 2013 por La Policía Municipal de Madrid actuando en colaboración con las
agencias españolas de Protección de la Salud en el Deporte, del Medicamento y Productos Sanitarios
y para la Seguridad Alimentaria. , en la que se inmovilizaron 1. 100 envases de anabolizantes, de los
cuales 980 eran orales y 1. 020 inyectables. Cada dosis se podía adquirir por un precio de entre 70 y
80 euros. En la primera fase de esta operación la Policía intervino 711 envases con más de 74. 000
dosis de hormonas y sustancias anabolizantes y dopantes que, o eran legales pero se comercializaban
ilegalmente, o eran productos alégales e incluso ilegales, las investigaciones se iniciaron a raíz de la
muerte de dos personas en Cádiz por ingesta de este tipo de productos que provocaron un fallo
multifuncional en el hígado de estas víctimas, mientras que otra persona en Madrid se encontraba a
la espera de un trasplante de hígado por la misma causa. No obstante, los traficantes ilegales de este
tipo de sustancias, con más precauciones siguen actuando, con productos de origen más incierto, ante
la entrada en la demanda de un nuevo sector de clientes femeninos potenciales consumidores. Por lo
tanto no se puede bajar la guardia.
Los esteroides anabolizantes multiplican los efectos del ejercicio sobre la masa muscular. No
obstante el músculo que se logra no es igual que el que se logra con el entrenamiento natural y con
esfuerzo, se genera un músculo hipertrofiado con diferentes características de resistencia, que lo hace
más proclive a la rotura. Y además no solo afecta al músculo estriado, sino también al cardiaco lo que
es un verdadero problema. El abuso de estas sustancias produce hipertrofia cardiaca con el
consiguiente riesgo de sufrir miocardiopatía por insuficiencia cardiaca. Los anabolizantes producen
retención de agua y sodio, con lo que se favorece la hipertensión arterial y se altera el perfil Lipídico,
incrementando los niveles de triglicéridos y colesterol, aumentando los niveles de glucosa favoreciendo
la aparición de diabetes, y reduciendo el cortisol propiciando infecciones de diferente índole. A nivel
de la visión propicia la aparición de cataratas y la presión intraocular con sus importantes
consecuencias. Tienden a producir osteoporosis y alteran el desarrollo de los cartílagos.
A nivel psiconeurológico, favorecen la aparición de ansiedad, insomnio e incluso cuadros
psicóticos. Con lo explicado está claro la peligrosidad de estas sustancias, su problemática en la salud
pública. Con lo que la pseudo adquisición de un cuerpo más musculado por vía express, alterando los
procesos naturales puede llevar a enfermedades e incluso la muerte.
La búsqueda del cuerpo fitness, también conlleva cambios y problemas en el entorno y relaciones
sociales. La obsesión por el entrenamiento y la dieta, inhibe la convivencia y la vida social. Se rechazan
muchas citas y acontecimientos sociales por no perder entrenamientos, o por no alterar la dieta,
llevando a la persona a un autoaislamiento y a un ambiente muy cerrado monotemático y a la larga
psicopatológico.
La vigoréxia es una alteración de la imagen corporal que lleva a la persona que la sufre a creerse
más débil y delgada de lo que objetivamente es. Esta situación le lleva a la búsqueda de ganancia de
peso y volumen sin aumentar grasa, pudiendo lograr una musculatura excesiva y deformante. Las
personas vigoréxicas practican ejercicio físico durante muchas horas al día, consumen suplementos
dietéticos y vitamínicos y algunos recurren a los anabolizantes esteroides, con graves repercusiones
físicas y psíquicas. De la misma manera que la anorexia asocia belleza a delgadez, la vigorexia asocia
belleza a musculatura.
Es muy palpable la diferencia corporal que se observa entre los corredores de 100 metros lisos
con respecto a los de maratón, la cual es debida a que los corredores de 100 m lisos entrenan de
manera explosiva y en distancias muy cortas, ellos entrenan para alcanzar la mayor velocidad posible,
en cambio los maratonianos entrenan la resistencia para aguantar horas corriendo. Numerosos
estudios han comprobado que la quema de grasa y de agua en el cuerpo humano se obtiene cuando
se hacen ejercicios aeróbicos a partir de los 20 minutos de actividad y culmina a los 40 minutos,
cuando se pasa de ese tiempo el cuerpo humano libera sustancias y ya no se quema grasa y agua
sino más bien las proteínas que están en los músculos, por ello los maratonianos están muy delgados,
es tanta la actividad aeróbica que realizan que sus músculos se "autoconsumen" para poder continuar
sus extenuantes jornadas de entrenamiento o competición, sin embargo los corredores de velocidad
desarrollan músculos de gran volumen porque es lo que requieren para poder correr con explosividad
y velocidad máxima en distancias cortas.
Por ello los vigoréxicos aunque cada vez están más musculosos por el excesivo ejercicio a veces
también sienten los efectos del autoconsumo de los músculos de los maratonianos, lo cual les
preocupa, deprime y les obsesiona y les hace buscar métodos rápidos de subir el volumen como los
anabolizantes. En las mujeres, salvo las que se dedican al fisioculturismo, no buscan masas
musculares tan voluminosas pero si estar duras, sin nada de grasa y muy definidas, y por ello
presionadas por las influencias de estos ambientes han empezado a consumir anabolizantes y
sustancias que les lleven al objetivo de un modo rápido y en este momento son también una
importante clientela para los traficantes y comerciantes de estas sustancias ilegales.
No se disponen datos fiables acerca de la incidencia de este trastorno en nuestro país, ni en
muchos otros países, aunque si se conoce que predomina fundamentalmente entre los hombres, en
las mujeres está aumentando la incidencia. La vigorexia está infravalorada y apenas es diagnosticada
porque las personas que la padecen no sienten que su hábito sea inadecuado, y como consecuencia
no piden ayuda. A nivel delictivo ha surgido un nuevo tráfico ilegal de sustancias destinadas a este
colectivo de personas preocupadas en exceso por su musculatura. En este estudio hemos querido
hacer un seguimiento de la situación de la vigorexia en nuestro país.
El consumo de anabolizantes provoca: Repercusiones cardiovasculares, lesiones hepáticas por
exceso de proteínas, aumento del colesterol, retención de líquidos y repercusiones renales.
En los hombres se produce: disfunción eréctil, atrofia testicular, baja formación de esperma y
mayor proporción de cáncer de próstata.
En la mujer se produce: ginecomastia, voz ronca, reducción del tamaño de las mamas, aumento
del tamaño del clítoris, redistribución de la grasa a formas andróginas, aumento del vello facial y
pérdida de cabello en mujeres.
Problemas físicos y estéticos: Desproporción entre cabeza y cuerpo; problemas óseos y
articulares; sobrecarga del músculo, lo cual influye negativamente en los tendones y huesos con
mayor número de desgarros, esguinces y falta de agilidad.
En la dieta: Se eliminan grasas y se consumen proteínas en exceso lo cual requiere un trabajo
extra del hígado. Se deben realizar análisis para controlar posibles alteraciones hormonales y en las
enzimas.
MÉTODO
Método:
Hemos aplicado el cuestionario del Complejo de Adonis de Pope y cols.
(2002) (5) adaptado a la población femenina , una adaptación del " Physical Appearance State and
Trait Anxiety Scale elaborado originalmente por el profesor Dr Keith Thompson del Departamento de
psicología de la Universidad de South Florida y
una encuesta de elaboración propia a 1115 usuarias, entre 17 y 61 años, de importantes gimnasios de siete comunidades autónomas
de España. (Andalucía, Aragón, Asturias, Cataluña, Galicia, Madrid, Valencia) para revisar la situación
actual de esta problemática en la población femenina de usuarias de gimnasio.
El instrumento de evaluación cuestionario del complejo de Adonis (ACQ), creado por Pope y
colaboradores, data del año 2000. Este cuestionario tuvo mucho auge con la publicación del libro que
acuña su nombre "The Adonis Complex" (Pope, Phillips y Olivardia, 2000) (6), . El cuestionario de
complejo de Adonis consta de 13 ítems, que exploran el grado de insatisfacción que tiene la persona
con su aspecto, y hasta que punto puede llegar para cambiarla. Las respuestas se dividen en tres
opciones "a" cuyo valor es de 0 puntos, "b" cuyo valor es de 1 punto y "c" cuyo valor es de 3 puntos.
Se obtiene una puntuación de las respuestas que varían de 0 a 39 puntos. Las puntuaciones obtenidas
se clasifican en función del valor numérico de la suma de las respuestas realizadas, (Pope, Phillips y
Olivardia, 2000 (6); Baile, 2005 (7))
·Entre 0 y 9 puntos: Tienes una preocupación con tu imagen corporal, pero no afecta a tu
vida diaria.
·Entre 10 y 19 puntos: Tienes una afección media-moderada de este complejo de Adonis
(Dismorfia Muscular). Probablemente esta afección no afecte seriamente a tu vida, no
obstante si tú puntuación está más próxima a 19 puntos, deberías plantearte seriamente
como afecta esta preocupación corporal a tu vida.
·Entre 20 y 29 puntos: Padeces el complejo de Adonis e interfiere negativamente en tu vida,
debes ponerte en manos de un especialista para empezar un tratamiento.
·Entre 30 y 39 puntos: Tienes un serio problema con tu imagen corporal. Consulta sin demora
a un especialista mental con conocimiento en los TDC y empieza con un trata- miento.
RESULTADOS
Se ha analizadas, haber muestran recurrido muestra,
encontrado tiene a una una los una
preocupante preocupación anabolizantes
preocupación patológica
para grave realidad:
por
de
superarla;
la
123 usuarias, 11, 03%
la
imagen
233
imagen
corporal
mujeres,
corporal
y
el
el
y
de
reconocen
28, 15%
53%
las
de
la
conoce
la
existencia de traficantes de anabolizantes. Además un 71% por ciento de la población estudiada
no está contenta con su abdomen y un 67 % tiene problemas con sus glúteos.
DISCUSIÓN/CONCLUSIONES
Los resultados del estudio, nos indican que la problemática de la vigorexia es una realidad que
está creciendo en nuestro país, y que también empieza a afectar a la población femenina de forma
incipiente, pese a que hace unos años los casos en mujeres eran anecdóticos y estaban centrados en
población competidora relacionada con el fisioculturismo. Ante esta situación los clínicos tenemos que
estar preparados, siendo necesaria realizar un labor de prevención e información a la población, dado
que el problema no solo es sanitario, sino que también existe un negocio de tráfico ilegal de sustancias
anabolizantes con consecuencias muy negativas para la salud de los afectados debe ser también
considerado por los responsables de seguridad y prestar una especial atención a este tipo de actividad
delictiva que se mueve sin problemas de control en ambientes deportivos.
REFERENCIAS
(1) Pope, H. G. , Katz, D. Y Hudson, J. anorexia Nervosa and "Reverse Anorexia"Among 108 Male
Bodybuilders. Comprehensive Psychiatry, 1993, 34:6; 406-409.
(2) Cernuda, A
incidencia de la vigorexia en usuarios de gimnasios de la Comunidad de Madrid.
comunicación presentada en el XIII Congreso Nacional y I Foro Mediterráneo de psicología de la
actividad física y el deporte. Murcia. España 2012a
(3) Cernuda, A. La vigorexia en España. Problema sanitario y legal. Libro de actas V Congreso
Internacional de psicología Clínica. AEPC Santander 2012b
(4) Cernuda, A. La incidencia de la vigorexia en adolescentes. Un problema clínico y legal
14ª
Congreso virtual psiquiatría . com 2013 http://hdl. handle. net/10401/6129
(5) Pope, H. G. Adonis Complex: How to Identify, Treat and Prevent Body Obsession in Men and Boys.
Boston: Touchstone Books. 2002
(6) Pope, H. G. , Phillips, K. Y Olivardia, R. The Adonis Complex. How to Identify, Treat, and Prevent
Body Obsession in Men and Boys. New York. A Touchstone. 2000
(7) Baile, J. I. Vigorexia: Cómo reconocerla y evitarla. Síntesis Madrid. 2005
16º Congreso Virtual de Psiquiatria. com. Interpsiquis
2015 www. interpsiquis. com - Febrero 2015
Psiquiatria. com
IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.
Vigorexia, complejo de Adonis o dismorfia muscular.
José María Rico Gomis
Fecha Publicación: 01/03/2008