Ante el auge de las nuevas tecnologías y las redes sociales, el debate sobre el papel de los medios de comunicación en la conducta suicida ha recobrado fuerza, de forma particularmente importante en poblaciones vulnerables como los adolescentes. En contraste con el ya estudiado efecto werther, que muestra un aumento de la tasa de conductas suicidas ante cierto tipo de publicaciones, ha sido descrito el denominado efecto Papageno. Dicho fenómeno ha sido probado en diversos estudios y propone que un uso adecuado de la información acerca del suicidio por parte de los medios de comunicación puede tener un efecto protector sobre este tipo de conductas.
La información proporcionada en cuanto al suicidio, por parte de los medios de comunicación, debe centrarse en testimonios de personas que han superado una crisis suicida, describiéndose las actitudes positivas que facilitaron esta superación. Todo esto ha llevado a la publicación por parte de la OMS de un conjunto de recomendaciones dirigidas a los medios de comunicación, de cara a mejorar la calidad de la información proporcionada por estos, dotándola de un efecto protector sobre la conducta suicida. Esta situación toma una mayor complejidad con el aumento exponencial de redes sociales y medios de comunicación alternativos y no oficiales, que, si bien proporcionan una gran riqueza y variedad en cuanto a la temática a la que se puede acceder, facilitando el acceso masivo e inmediato a todo tipo de información, también dificultan el control de ésta con fines preventivos como los ya descritos.
Instituto de Psiquiatría y Salud Mental, Hospital Clínico San Carlos, Madrid, España
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EFECTO CONTAGIO:EFECTO WERTHER
Belén Rodado León
Iñigo Alberdi Páramo
Germán Montero Hernández
Mar Jiménez Cabañas
Agustín Bermejo Pastor
Ana García Carpintero
Belen.rodado@gmail.com
Suicidio, medios de comunicación, Wherther
RESUMEN
En la sociedad actual existe un continuo debate acerca del papel tanto beneficioso como
perjudicial que puede tener el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, dependiendo
de lo adecuado que sea el manejo de las mismas. Tanto es así, que cuando los medios tratan
de cierta forma las noticias sobre conducta suicida, puede darse el llamado "efecto Wherther",
"copycat", o "efecto contagio". El sociólogo David Phillips acuñó el término en 1974, tras
realizar un estudio en el que observó un incremento de los suicidios en Estados Unidos tras la
publicación de noticias relacionadas en la portada del New York Times. Por tanto, el efecto
Wherther consiste en una imitación de la conducta suicida tras aparecer noticias de esta índole
en los medios de comunicación, y se da especialmente en colectivos más vulnerables, como
los adolescentes o las personas con depresión. En la actualidad, este efecto tiene un potencial
aún mayor que antes, gracias a la difusión masiva e inmediata de las noticias con las nuevas
tecnologías. Se ha observado que este fenómeno ocurre en mayor grado cuanto más impacto
ha tenido la noticia, es decir, si el protagonista de la historia es alguien famoso o si se dan a
conocer detalles del método de suicidio. Por este motivo, es importante analizar la manera en
que los medios de comunicación comparten este tipo de sucesos, para no correr el riesgo de
presentar la conducta suicida como una salida eficaz a los problemas.
DEFINICIÓN DEL EFECTO WERTHER:CONCEPTO Y ANTECEDENTES
En 1774, el alemán Johann Wolfgang von Goethe publicó la novela "Las penas del joven
Werther", que narra la desventura amorosa de un joven que finalmente se suicida
disparándose a sí mismo.(1) Fue una novela de extraordinario éxito comercial desde un
principio, pero también se decía que mucha gente en varios países se había visto influenciada
por la novela, quitándose la vida con el mismo método. Es difícil afirmar con certeza si ocurrió
realmente un incremento repentino de las tasas de suicidio en los jóvenes (especialmente tras
decepciones amorosas) en el siglo XVIII, pero los estudios de la psiquiatría moderna sugieren
la existencia del llamado "efecto contagio" de la conducta suicida. Por esto, muchos países
han elaborado guías para los medios de comunicación para el adecuado manejo de las noticias
sobre suicidios, dado que no solamente influye el propio suicidio en las acciones de los
receptores, sino también la manera en que se aporta la información.(2)
Así pues, este es el origen del llamado "efecto Werther", término acuñado por el sociólogo
David Phillips en 1974, quien tras realizar un estudio entre 1947 y 1968 concluyó que el
número de suicidios en Estados Unidos se incrementaba al mes siguiente de que el diario New
York Times publicara en portada alguna noticia sobre suicidio (Phillips).(3) Desde el estudio de
Phillips, unas 50 investigaciones sobre suicidios imitativos han aportado una mayor evidencia,
que concluye de forma consistente que los medios de comunicación influyen en la imitación
de la conducta suicida. Esto es más evidente según las circunstancias; por ejemplo, varía en
función del tiempo, con un pico en los primeros tres días y descendiendo en unas dos semanas,
aunque a veces dura más. También se ha relacionado con la cobertura de la noticia, siendo
aquellas noticias de "alto impacto" las que se han relacionado más con conductas de imitación.
Se acentúa también cuando la persona protagonista de la historia y el receptor comparten
similitudes, o cuando la persona descrita es una celebridad. Ciertos subgrupos de la población,
como los jóvenes o personas con enfermedad mental como la depresión, son especialmente
vulnerables a este efecto. Por último, y muy importante, la descripción detallada del método
de suicidio puede conllevar conductas suicidas empleando ese mismo método.(4)
Las guías mencionadas anteriormente provienen en su mayoría de las recomendaciones
creadas en el año 2000 por la OMS, dirigidas a los medios de comunicación, como parte del
programa de prevención del suicidio (SUPRE).
Estas recomendaciones fueron actualizadas en 2017, y se resumen en lo siguiente: trabajar
estrechamente con las autoridades de la salud en la presentación de los hechos; referirse al
suicidio como un hecho logrado, no como algo exitoso; presentar datos relevantes solo en
páginas interiores; resaltar las alternativas al suicidio; proporcionar información sobre líneas
de ayuda y recursos comunitarios; publicitar indicadores de riesgo y señales de advertencia;
no publicar fotografías o notas suicidas; no informar de detalles específicos sobre el método
usado; no dar razones simplistas; no glorificar ni tratar de forma sensacionalista el suicidio;
no usar estereotipos religiosos o culturales; y no aportar culpas.(4-6)
Ahora bien, cabe preguntarse ¿se aplican estas recomendaciones en la práctica? En un estudio
de 2015 realizado por la Asociación Española de Neuropsiquiatría, que analizaba las
publicaciones sobre el suicidio en cinco de los periódicos españoles más influyentes, se observó
que en la mayor parte de las noticias se dan detalles sobre el método, no se tienen en cuenta
los antecedentes en salud mental, no se informa sobre ayudas y recursos comunitarios, y se
trata el suicidio como algo inexplicable o simplista. Es decir, que en la mayoría de las ocasiones
no se habían tenido en cuenta las directrices de la OMS. (7) Si esto es así en los medios de
comunicación tradicionales, ¿qué ocurre en internet y las redes sociales, que se ajustan menos
a estas recomendaciones, dado que no se pensaron inicialmente para ellas?
El efecto Werther en los medios de comunicación modernos y las redes sociales
Ya hemos mencionado el efecto Werther en prensa, dado que es lo más estudiado por su
mayor antigüedad. En relación a esto, cabe plantearse si dicho efecto es extrapolable a las
redes sociales y los medios de comunicación modernos. Con el rápido aumento de la
popularidad e impacto social de plataformas como Facebook y Twitter, los investigadores han
empezado a considerar el potencial impacto que podrían tener en el suicidio. Estas
herramientas constituyen una fuente clave de información y de interacción social para muchos
usuarios, y proporcionan acceso a datos sobre la conducta suicida en personas famosas, los
métodos empleados y la reacción pública ante tales sucesos.
Un buen ejemplo es un estudio realizado en Japón entre 2010 y 2014, que mostraba un
incremento de las conductas imitativas de suicidio en relación con la difusión en Twitter de
noticias sobre suicidio, incluso en mayor grado que el observado en los medios de
comunicación tradicionales. Se planteaban diversas hipótesis sobre las causas, tales como la
diferencia de las noticias mostradas: por ejemplo, en Twitter se daba mayor difusión a noticias
sobre gente del entretenimiento y personas jóvenes, mientras que los periódicos se centraban
en gente de más edad y con perfiles diferentes (políticos, empresarios y otras figuras
relevantes de la vida pública). Además, se observó que los suicidios relevantes se seguían de
un aumento de los suicidios en la población general solo cuando la noticia había generado una
importante reacción en usuarios de Twitter; en cambio, no se producía un aumento apreciable
si la noticia no había suscitado un gran interés, incluso cuando la noticia del fallecimiento
hubiera sido cubierta ampliamente por otros medios de comunicación tradicionales, como los
periódicos y la televisión.(8)
Posteriormente, se analizaron otros parámetros en relación con el contenido emocional de los
"tweets", y no solo con la cantidad, observando que los usuarios mostraban más reacciones
emocionales -sorpresa, enfado, tristeza- frente a noticias de suicidio en mujeres, personas
menores de 50 años, y gente del mundo del entretenimiento. Esas diferencias en la respuesta
emocional ocurrían con independencia del volumen de tweets (en algunos casos había un gran
número de tweets pero apenas se apreciaban respuestas emocionales). Así, se planteó la idea
de que los patrones de respuesta emocional se relacionan con el funcionamiento del efecto
Werther (cuyo mecanismo parece ser multifactorial pero aún se desconoce con exactitud), y
pueden utilizarse para medir o predecir el impacto de suicidios de "perfil alto" en las tasas
generales de suicidio.
Una cuestión importante es dirimir si las redes sociales están simplemente usurpando el papel
de los medios de comunicación tradicionales en informar de los suicidios, o si la naturaleza
interactiva y el gran alcance de las redes sociales también juega un papel en modular el
funcionamiento del efecto Werther. Si fuesen simplemente un mero conducto, podrían
emplearse los datos de las redes sociales para anticipar el peligro de conductas imitativas en
grupos de riesgo, tales como los jóvenes, que son los principales usuarios de estas redes. Si,
en cambio, las redes sociales están actuando como un factor modulador del efecto Werther,
las respuestas emocionales no serían solo un mero instrumento para medir el riesgo, sino
participantes activos en el mecanismo causal. Por tanto, este es un tema interesante a
investigar en futuros estudios, así como también plantear si existe la necesidad de unas
recomendaciones específicas para los medios de comunicación modernos.(9)
Controversias y conclusiones sobre el efecto Werther: ¿qué evidencia hay?
En 2015 la OMS realizó una revisión sistemática de los estudios disponibles que analizaban la
relación de los medios de comunicación con los suicidios imitativos, así como la utilidad de las
guías de recomendaciones a la hora de prevenir estas conductas.
Se concluyó que hay evidencia epidemiológica de que las noticias sobre suicidio aportadas por
los medios tienen una influencia en las conductas imitativas del suicidio. Sin embargo, solo un
estudio austriaco (Mann et al., 2005) demostró que la implementación de guías de
recomendaciones para los medios se asociaba con una reducción de las tasas de suicidio.
La calidad de la evidencia con respecto al efecto Werther es moderada y se basa
principalmente en estudios ecológicos y unos cuantos estudios a nivel individual. No obstante,
el efecto imitativo observado es consistente, particularmente en los medios de ficción. Por
esto, la OMS recomienda con fuerza informar de forma responsable sobre el suicidio, así como
la colaboración de los medios de comunicación con el sector sanitario.
En conclusión, considerando la evidencia empírica del efecto imitativo de la conducta suicida,
hay un beneficio potencial en la implementación de guías de recomendaciones para los medios
de comunicación,(10,11) si bien es cierto que aún es necesario realizar estudios de calidad para
calibrar la verdadera magnitud del efecto Werther en los medios de comunicación modernos
y en las redes sociales.
BIBLIOGRAFÍA
1. Goethe JW. The sorrows of young Werther. Oxford: Oxford University Press; 2012 (Original
work published in 1774).
2. Jack B. Goethe's Werther and its effects. Lancet Psychiatry 2014 Jun;1(1):18-19.
3. Phillips DP. The influence of suggestion on suicide: Substantive and theoretical implications of
the Werther Effect. Am Sociol Rev. 1974; 39(3):340-354.
4. World Health Organization. Preventing suicide: a resource for media professionals - update
2017. WHO. 2018.
5. Organización Mundial de la Salud. Prevención del suicidio: un instrumento para profesionales
de los medios de comunicación. Ginebra: Departamento de Salud Mental y Toxicología, OMS;
2000.
6. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Ministerio de
Sanidad, Política Social e Igualdad. 2012
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Werther o efecto Papageno? Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., 2015;35 (125): 123-134.
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responses to prominent suicide deaths on twitter and subsequent increases in suicide. Soc Sci
Med 2018 Dec;219:19-29.
10. Mann JJ, Apter A, Bertolote J, Beautrais A, Currier D, Haas A, et al. Suicide prevention
strategies: a systematic review. JAMA. 2005;294(16):2064-74.
11. World Health Organization. Mental Health: Responsible and deglamourized media reporting
[Internet].
Geneva:
WHO,
2015
[citado
marzo
2019].
Disponible
http://www.who.int./mental_health/mhgap/evidence/suicide/q9/index.html.
XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría
www.interpsiquis.com- abril 2019. Psiquiatria.com
en:
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