En este momento hay 837 brotes de coronavirus activos, y los casos aumentan día a día. Dada esta situación, el 13 de agosto nueve sociedades médicas (Separ, SEMI, Seimc, Semes, Sedar, Sempsph y Semergen, Semfyc y Semg) publicaron un comunicado urgente y conjunto advirtiendo sobre un posible colapso del sistema sanitario similar al que ocurrió en abril y mayo pasados. Sin embargo, el mismo día en una rueda de prensa, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, declaró que “no cree que estemos ante una segunda ola de la epidemia ni que haya un riesgo de colapso del sistema sanitario”.
El informe número 39 de la situación de COVID-19 en España publicado el 14 de agosto por RENAVE, CNE, CNM (ISCIII) muestra que la incidencia acumulada a 14 días de casos de COVID-19 presenta una tendencia creciente desde la primera semana de julio. Este aumento se manifiesta fundamentalmente en Aragón, Baleares, Cataluña, Madrid y Navarra. A nivel nacional, la incidencia acumulada ha experimentado un aumento significativo, (del 37% desde la semana 30 (20-26 julio) a la semana 31 (27 julio-2 agosto) y del 13% desde esta a la semana 32 (3-9 agosto). El incremento se observa en todos los grupos de edad, y es relativamente mayor en los mayores de 69 años, y en los menores de 15 años. Por comunidades autónomas, hay una mayor razón de tasa acumulada en Canarias, Cantabria, Castilla y León, Galicia y La Rioja, entre las semanas 32 y 31. En general, la mayor proporción de casos de COVID-19 se producen en el grupo de 15 a 59 años (70% del total).
En una entrevista para Univadis España, el Dr. Luis Diaz Izquiero, médico de urgencias en el hospital Severo Ochoa en Leganés (Madrid) opina que nos encontramos ante una segunda ola de coronavirus aunque las autoridades no lo consideren así. Según él: "Cada vez estamos viendo todos, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria, un mayor número de pacientes. A mi me cuesta creer que todavía no se considere una segunda oleada".
El ámbito en el que se han detectado más brotes ha sido el social (donde aún se hace mal uso de las mascarillas) particularmente las reuniones familiares, fiestas particulares, y locales de ocio como discotecas y restaurantes. Es por esto, que en distintas regiones del país se han implementado medidas que intentan controlar el incremento de casos evitando un reconfinamiento. Pero las medidas de control y prevención que se han tomado son heterogéneas y no extendidas a todo el territorio. Por ejemplo, el 17 de julio el ayuntamiento de Barcelona y el 5 de agosto el gobierno de Aragón tomaron medidas adicionales: aumento de la realización de test diagnósticos; refuerzo de los sistemas de vigilancia y atención primaria; reducción de las concentraciones de personas a través de restricciones en el ocio nocturno imposición de mascarilla obligatoria en todos los espacios; y contratación de rastreadores que son claves para atajar nuevos brotes. En otros lugares se han decretado confinamientos perimetrales de barrios o pueblos. Según el Dr. Diaz Izquierdo, en España las medidas han estado muy restringidas a los hospitales y enfocadas a reforzar su capacidad de atender la afluencia de pacientes con COVID-19. Por otro lado, el facultativo añade, que “estamos siendo excesivamente cortoplacistas concentrándose en medidas de efecto inmediato como el uso mascarillas, lavado de manos, diagnóstico a través de PCR, y aislamiento de casos positivos. En cambio, además de aquellas, hay que tomar medidas efectivas en el largo plazo tales como potenciar la atención primaria y los centros de salud para mejorar la detección, la prevención, y el seguimiento; desarrollar una red de rastreadores de casos; y mejorar la comunicación en general y específicamente con los laboratorios”.
“Nadie se puede quejar ahora mismo de falta de información. Debemos aprender a vivir con el virus pero necesitamos apelar a la responsabilidad individual. Incluso todavía hay gente que no se pone bien las mascarillas, que van con la nariz por fuera. Afortunadamente, mucha gente está tomando medidas muy responsablemente. Pero el problema es que muchos jóvenes se lo toman a la ligera” concluye el especialista Diaz Izquierdo. Las sociedades médicas coinciden con esta opinión, ya que en su comunicado insisten en poner sobre aviso a la población general, y especialmente a los jóvenes de que “es de suma importancia cumplir estrictamente las medidas de prevención que dictan las autoridades sanitarias”.
Cabe destacar que la mayoría de los casos acuden a la atención primaria, pero allí por medidas de prevención estrictas o falta de recursos, no se los ha podido atender. Como consecuencia, por ejemplo, en el hospital Severo Ochoa en este momento hay muy pocos casos hospitalizados, pero por las urgencias pasan decenas de personas, muchos de ellos positivos para COVID-19 que se envían a la casa con instrucciones de aislarse. Esos casos deberían haber sido captados por la atención primaria.
La primera ola de la epidemia de COVID-19 nos demostró que necesitamos actuar ágilmente ante señales de nuevas epidemias y que nuestro sistema de salud no es tan eficaz como nos gusta pensar. Estas falencias causaron serios problemas no solamente con el coronavirus, sino también con otras patologías padecidas por miles de personas, en las que los diagnósticos se están retrasando, como en el caso del cáncer.
Por otro lado, la OMS tiene un punto de vista diferente según declaró la Dra. Margaret Harris el 28 de julio pasado: la portavoz explicó que la pandemia de COVID-19 se comporta como una sola gran ola que aumenta y desciende. Lo mejor es lograr aplanar esta ola y solo dejarle que nos moje un poco los pies. Además, la portavoz destacó que las estaciones no parecen estar afectando la transmisión de este virus como se ha visto con los casos crecientes en Estados Unidos en pleno verano y en Brasil, que es un país cálido. Lo que afecta la transmisión certeramente son las aglomeraciones, cuando la gente se reúne y no mantiene la distancia ni toma precauciones para evitar el contacto ni la transmisión.
Afortunadamente, el 14 de agosto el Ministerio de Sanidad y las CCAA anunciaron que han decidido actuar coordinadamente. Tras una reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el Ministerio de Sanidad ha anunciado la implementación de once medidas, tres recomendaciones, y una indicación de observancia en conjunto con las CCAA que deberán cumplirse obligatoriamente para luchar contra el COVID-19.
De todas formas, recalca el Dr. Diaz Izquierdo, “lo más importante ahora es potenciar la atención primaria para mejorar la detección, la prevención, el seguimiento, el rastreo, si no vamos a volver a donde estábamos antes. Realmente necesitamos ampliar nuestra visión, hay que ser mucho más conscientes porque esto va para largo, aunque salga una vacuna y por más prometedores que parezcan los resultados de los estudios. Por último, se nos viene el otoño y el invierno y con ello empezarán además las gripes y otros tipos de catarros que no son coronavirus que se añadirán a la epidemia”.