El Proyecto Antiestigma en el Mundo Sanitario (PAMS), impulsado por la entidad Obertament, quiere terminar con la discriminación y los prejuicios sobre salud mental en los centros sanitarios y en los servicios de salud mental.
La entidad ha informado este jueves en un comunicado que "la posibilidad de recibir atención médica eficaz disminuye cuando se confiere al paciente el estatus de enfermo mental", y un 40, 6% de personas con trastorno mental afirma haber sido tratada injustamente en algún servicio de la red de salud mental catalana.
Además, un 30, 9% de personas atendidas en la red de salud mental asegura haber sufrido algún tipo de discriminación como burlas, insultos, coacciones, rechazo o agresiones.
La implementación del PAMS, según el comunicado, permite a los equipos multidisciplinares de los centros de atención primaria y de salud mental dotarse de herramientas y conocimientos para transformar la cultura de prácticas con personas que presentan problemáticas de salud mental.
FRENAR EL estigma ENTRE PROFESIONALES
Mediante dos talleres y una sesión de continuidad, Obertament pretende romper los estereotipos negativos de la salud mental como la presunción de agresividad e inestabilidad entre otros, "que pueden condicionar el descrédito de la consulta de la persona afectada".
Algunas de las prácticas que la entidad señala como motor del estigma son la interpretación de comportamientos inapropiados como síntoma, derivación del paciente a otros profesionales, uso de expresiones discriminatorias y contención para resolver situaciones difíciles entre otras.
Según el comunicado, el conocimiento especializado de los profesionales no hace que dejen de tener prejuicios y están igualmente expuestos a los estereotipos negativos, que pueden "desembocar en un paternalismo que despersonaliza al paciente y convierte el transtorno mental en su principal atributo".
LOS PRIMEROS PASOS DEL PAMS
El proyecto ya se ha puesto en práctica y se ha pilotado en 12 centros sanitarios de Catalunya, con la participación de 200 profesionales entre personal sanitario y administrativo, y ha obtenido "una mejora respecto a las actitudes, la distancia social y la revelación".
La evaluación de la primera fase, por tanto, demuestra que después de pasar por el PAMS los comportamientos de los equipos han mejorado respecto al punto de partida del proyecto, con "una tendencia a la baja en falsas creencias, actitudes de coerción, paternalismo y comportamientos discriminatorios".