Actualmente disponemos de un amplio abanico de antipsicóticos para el tratamiento de las psicosis, pero a excepción de la clozapina en pacientes resistentes, las guías clínicas no aclaran qué antipsicótico ha de prescribirse en primer lugar. Teniendo en cuenta la eficacia contrastada de olanzapina y su perfil de efectos secundarios, existe un interés en investigar su patrón de prescripción en nuestro país y sus factores asociados.
Se administró una encuesta autoaplicada de 62 ítems, de carácter anónimo y voluntario, a 118 psiquiatras del territorio nacional.
El perfil más frecuente entre los participantes fue el de un psiquiatra de entre 30-50 años que trabajaba en un centro de salud mental (76%). Respecto a los patrones generales de prescripción, la eficacia fue lo más valorado a la hora de elegir un antipsicótico. El uso de una combinación de antipsicóticos fue reportado por el 95% de los encuestados y la formulación preferida fue la oral. olanzapina fue seleccionada como el antipsicótico con mayor adherencia y eficacia. El motivo del uso más señalado fueron los primeros episodios psicóticos en un 32%, siendo la dosis más utilizada la de 10mg/día. Se prefiere olanzapina especialmente en cuadros con elevada agitación y síntomas psicóticos acusados. El aumento de peso y el síndrome metabólico son los efectos adversos que más motivan al facultativo a descartar olanzapina como tratamiento.
Este estudio constató la relevancia de la eficacia a la hora de elegir un tratamiento antipsicótico. La muestra encuestada percibe la olanzapina como un fármaco efectivo, de uso habitual y especialmente útil para determinados perfiles clínicos.
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