Antecedentes
Hasta la fecha, numerosos estudios de cohortes y metanálisis han demostrado que el maltrato infantil se asocia con una amplia gama de síntomas fisiológicos y psicológicos adversos. Aunque el maltrato infantil se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos de la personalidad, la dirección y la magnitud de la asociación siguen siendo incie...
Antecedentes
Hasta la fecha, numerosos estudios de cohortes y metanálisis han demostrado que el maltrato infantil se asocia con una amplia gama de síntomas fisiológicos y psicológicos adversos. Aunque el maltrato infantil se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos de la personalidad, la dirección y la magnitud de la asociación siguen siendo inciertas.
Por lo tanto, este estudio de cohorte tuvo como objetivo evaluar si los niños que han sufrido maltrato infantil tienen una mayor incidencia de trastornos de personalidad posteriores, utilizando una base de datos nacional en Taiwán.
Métodos
Realizamos un gran estudio de cohorte retrospectivo utilizando datos extraídos de la base de datos de investigación de seguros de salud nacional de Taiwán entre 2000 y 2015. Se identificó un total de 10 345 niños que sufrieron maltrato infantil utilizando los códigos de la clasificación Internacional de Enfermedades. Luego se compararon con 41. 380 niños que nunca experimentaron maltrato infantil en términos de las tasas de prevalencia de los trastornos de la personalidad.
Resultados
El maltrato infantil se asoció con un mayor riesgo de trastornos de personalidad (considerando el control como referencia: cociente de riesgos instantáneos ajustado, 2, 12; intervalo de confianza del 95%, 1, 90-2, 36; p < 0, 001).
El análisis de Kaplan-Meier reveló una incidencia acumulada significativamente mayor de trastornos de la personalidad durante 15 años entre las víctimas de maltrato infantil que entre los controles (prueba de rango logarítmico, p < 0, 001).
Conclusiones
El presente estudio basado en la población mostró una asociación positiva entre el maltrato infantil anterior y los trastornos de personalidad posteriores en la población general taiwanesa.
Para reducir el riesgo de trastornos de la personalidad, se deben implementar intervenciones que identifiquen y apoyen a las familias económicamente desfavorecidas y los niños vulnerables lo antes posible.
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