El siguiente trabajo presenta un modo de abordaje integral de la patología mental humana empelando como marco teórico y epistemológico el modelo de psicología Integral propuesto por Ken Wilber, y como herramienta organizadora de las diferentes intervenciones posibles el concepto de práctica integral transformadora vinculado a dicho modelo. Nuestra propuesta concreta consiste en emplear un meta marco que permita planificar estrategias de tratamiento transdisciplinarias de un modo integrado.
Este modelo que da cuenta de
A- Los cuatro cuadrantes del Universo:
1- cuadrante interior individual o de la verdad subjetiva (Intencional)
2- cuadrante exterior individual o de la verdad objetiva (conductual)
3- cuadrante exterior colectivo o de la verdad interobjetiva (ajuste funcional o social)
4- cuadrante interior colectivo o de la verdad intersubjetiva (cultural o de valores compartidos)
B- Los diferentes niveles de desarrollo humano (sus posibles patologías entre paréntesis):
1- El yo sensoriomotor (psicosis)
2- El yo emocional/sexual (border-narcisista)
3- El yo Conceptual-verbal (psiconeurosis)
4- El yo rol (patología de guión)
5- El yo ego mental (neurosis de identidad)
6- El yo Cuerpo-mente ( patología existencial)
Considerando ambas dimensiones (cuadrantes y niveles) proporcionamos esquemas de intervención transdisciplinarios de acuerdo al cuadrante y al nivel que mejor abordan cada uno de los métodos de intervención . Ejemplo para esquizofrenia 1- cuadrante interior individual: Diferenciación entre el mundo fantástico y real 2- cuadrante exterior individual: antipsicóticos 3- cuadrante exterior colectivo: Reintegración social y laboral. autonomía 4- cuadrante interior colectivo: Psicoeduación familiar
El siguiente trabajo presenta un modo de abordaje integral de la patología mental humana empelando como marco teórico el modelo de psicología Integral propuesto por Ken Wilber, y la práctica integral transformadora como herramienta organizadora de las diferentes intervenciones El trabajo consta de dos partes. En la primera de ellas se presenta una introducción al modelo teórico que sirve de base a las intervenciones, mientras que en la segunda se esbozan una serie de PROPUESTAS PARA INSTAURAR UN ABORDAJE INTEGRAL en la práctica psiquiátrica y psicoterapéutica.
Tratamiento psiquiatrico y práctica integral.
Daniel Sidelski; Luis Villar Alvarez.
E-mail: stress@adrg. com
PALABRAS CLAVE: tratamiento integral conciencia cuadrantes niveles.
[17/2/2004]
Resumen
El siguiente trabajo presenta un modo de abordaje integral de la patología mental humana empelando como marco teórico y epistemológico el modelo de psicología Integral propuesto por Ken Wilber, y como herramienta organizadora de las diferentes intervenciones posibles el concepto de práctica integral transformadora vinculado a dicho modelo. Nuestra propuesta concreta consiste en emplear un meta marco que permita planificar estrategias de tratamiento transdisciplinarias de un modo integrado.
Este modelo que da cuenta de
A- Los cuatro cuadrantes del Universo: 1- cuadrante interior individual o de la verdad subjetiva (Intencional) 2- cuadrante exterior individual o de la verdad objetiva (conductual) 3- cuadrante exterior colectivo o de la verdad interobjetiva (ajuste funcional o social) 4- cuadrante interior colectivo o de la verdad intersubjetiva (cultural o de valores compartidos)
B- Los diferentes niveles de desarrollo humano (sus posibles patologías entre paréntesis): 1- El yo sensoriomotor (psicosis) 2- El yo emocional/sexual (border-narcisista) 3- El yo Conceptual-verbal (psiconeurosis) 4- El yo rol (patología de guión) 5- El yo ego mental (neurosis de identidad) 6- El yo Cuerpo-mente ( patología existencial)
Considerando ambas dimensiones (cuadrantes y niveles) proporcionamos esquemas de intervención transdisciplinarios de acuerdo al cuadrante y al nivel que mejor abordan cada uno de los métodos de intervención .
Ejemplo para esquizofrenia 1- cuadrante interior individual: Diferenciación entre el mundo fantástico y real 2- cuadrante exterior individual: antipsicóticos 3- cuadrante exterior colectivo: Reintegración social y laboral. autonomía 4- cuadrante interior colectivo: Psicoeduación familiar
El siguiente trabajo presenta un modo de abordaje integral de la patología mental humana empelando como marco teórico el modelo de psicología Integral propuesto por Ken Wilber, y la práctica integral transformadora como herramienta organizadora de las diferentes intervenciones
El trabajo consta de dos partes. En la primera de ellas se presenta una introducción al modelo teórico que sirve de base a las intervenciones, mientras que en la segunda se esbozan una serie de PROPUESTAS PARA INSTAURAR UN ABORDAJE INTEGRAL en la práctica psiquiátrica y psicoterapéutica.
PARTE 1
Introducción al modelo teórico
La obra de Wilber está formada por generalizaciones orientadoras (verdades generales procedentes de varios campos sobre las que existe muy poco desacuerdo). Integrando estas generalizaciones obtiene un mapa del Kosmos (con “k” incluye todas las dimensiones, diferenciando el cosmos con “c” para aludir solo al universo físico) muy amplio y que contiene numerosas ramas del conocimiento. El Kosmos incluye al cosmos (fisiósfera), bios (biosfera), mente (noosfera) y theos (teosfera).
GENERALIZACIONES ORIENTADORAS
Generalización 1: los Niveles básicos de la existencia
De acuerdo a esta visión, cada nivel de la existencia trasciende a la vez que incluye a los niveles predecesores. Contamos entonces con una visión de totalidades que se hallan dentro de totalidades que se hallan, a su vez, dentro de otras totalidades, en un amplio espectro que va desde la materia hasta la divinidad.
Esta “Gran Cadena del Ser”, dice Wilber, es en verdad un “Gran Nido del Ser” en el que cada nueva dimensión emergente envuelve y engloba a sus predecesoras a modos de esferas concéntricas.
Cada nivel básico constituye entonces un nivel en la Holoarquía del Ser, algo así como una pauta holística permanente del Ser y de la conciencia.
Generalización 2: las líneas o corrientes evolutivas
“ A través de los distintos niveles u olas básicas del Gran Nido del Ser fluyen, de un modo más o menos independiente, una buena decena de líneas o corrientes de desarrollo. Me estoy refiriendo, claro está, a las líneas de la Moral, del afecto, de la identidad, de la psicosexualidad, de la cognición, de las ideas acerca de lo bueno, de asumir roles, de las habilidades socioemocionales, de la creatividad, del altruismo, de las diferentes versiones de lo que podríamos denominar “espiritualidad” (como el respeto, la apertura, el cuidado, la fe religiosa, los estadios de la meditación) de la alegría, de las habilidades comunicativas, de las modalidades del espacio y del tiempo, del modo de afrontar la muerte, de las necesidades, de las visiones del mundo, de la competencia lógico matemática, de las habilidades kinestésicas y de la identidad de género, por nombrar sólo algunas de las que tenemos evidencia empírica
Y cuando digo que estas líneas son “relativamente independientes”, quiero decir que pueden seguir caminos relativamente independientes, que pueden atenerse a una dinámica distinta y avanzar a velocidades diferentes.
ES por ello que una determinada persona , por ejemplo, puede hallarse simultáneamente en un estadio muy avanzado de ciertas líneas, en uno intermedio en otras y en otro francamente bajo de unas terceras. Así pues, el proceso global de la evolución de la conciencia-la suma total de la evolución de la conciencia- no prueba ningún tipo de desarrollo lineal o secuencial , un hecho, dicho sea de paso, que acabó desarticulando el esquema Piagetiano. ”
Generalización 3: el YO
“El YO es la instancia que gestiona o navega los diferentes niveles o líneas del desarrollo. Aunque en breve subdividiremos este simple esquema, estos tres elementos- olas básicas, corrientes evolutivas y el yo que las navega- parecen ser fundamentales en cualquier modelo integral. Según Wilber, es posible distinguir al menos dos aspectos diferentes cuando tratamos de percibir directamente a “eso que llamamos yo”.
El Primero de ellos tiene que ver con una instancia observadora (una especie de testigo interno) y, el otro, se trata de una especie de yo observado (las cuestiones objetivas que podemos ver o saber sobre nosotros mismos, como por ejemplo que soy un padre, una madre, un doctor, un oficinista, que peso tantos kilos, o que tengo el pelo rubio). Al primero lo denomina YO proximal puesto que es lo más inmediato- se trata de un “yo”. El segundo aspecto lo denomina YO distal (puesto que es objetivo y más alejado) y dice que se asemeja más a un “MI” (incluso mío). Ambas facetas forman parte – junto a ciertas fuentes de identidad- de lo que denomina YO global.
Generalización 4: la forma de desarrollo
El yo proximal se identifica con un nivel u ola básica de la existencia, de esta forma se convierte en un yo sensorial, luego en yo emocional, luego en yo “verbal-conceptual” , luego en un yo rol/personal, luego en un mente/ego, luego en un yo cuerpo-mente (al que llama centauro), luego en un yo psíquico, luego un yo arquetipo o sutil, luego un yo absoluto o causal. Cada línea se desarrollará independientemente. Así, el yo de cualquier nivel tendrá su propia visión del mundo. Después, el yo proximal negará su identificación exclusiva con ese nivel para identificarse con el siguiente nivel. Sin embargo mantendrá las funciones propias de la estructura básica anterior (trasciende a su nivel y lo incluye) En ese momento el yo proximal del nivel anterior se transforma en yo distal u objetal, y será usado por el nuevo yo proximal. (ejemplo: ahora tengo sensaciones ya no soy una sensación- o tengo el rol de médico ya no soy médico)
El yo proximal identificado con el nuevo nivel no tendrá la misma visión del mundo que el identificado con el nivel anterior sino que adopta la visión correspondiente a su nuevo nivel evolutivo.
Generalización 5- Niveles de conciencia y experiencia del mundo:
A los fines de la presente exposición, entenderemos por nivel de conciencia a cada uno de los diferentes niveles del “Gran Nido del Ser” donde el Yo puede asentar su centro de gravedad en forma temporaria. ello quiere decir que, si bien el YO puede haberse desarrollado en las diferentes líneas o corrientes evolutivas hasta diferentes niveles, para poder vivir se “instala” por así decirlo, transitoriamente en un nivel especifico de la existencia , desde donde comanda todo accionar. De este modo, en cada nivel encuentra una perspectiva del mundo, así como diferentes desafíos en su viaje evolutivo. En palabras del mismo Wilber “Las visiones del mundo reflejan la apariencia que asume el mundo desde cada una de las olas básicas del Gran Nido del Ser. Cuando sólo disponemos de sensaciones, percepciones e impulsos, nuestro mundo es arcaico; cuando contamos con la capacidad de elaborar símbolos e imágenes, el mundo se nos presenta como mágico; cuando le añadimos los conceptos, las reglas y los roles el mundo se convierte en mítico; cuando emerge la capacidad reflexivo-formal, el mundo asume su aspecto racional; con la emergencia de la visión lógica aparece el mundo existencial; cuando emerge lo sutil el mundo se torna divino; y cuando emerge lo no dual, el mundo y el yo se convierten en Un Solo Espíritu. ”
Veamos la secuencia evolutiva propuesta por Wilber.
1. Yo físico (sensoriomotor, 0-2 años)
Al principio el niño está fundido con el mundo material. Poco a poco el niño va diferenciando las sensaciones físicas de su cuerpo y las del entorno que le rodea.
La visión del mundo es fundamentalmente sensoriomotora.
2. Yo emocional (sensaciones, emociones, inicio del preoperacional, 2-4 años)
El niño está fundido con el mundo de los impulsos y de las emociones. El niño no distingue entre sus emociones y las de su madre. Progresivamente el niño comenzará a diferenciar sus emociones del entorno emocional. Se produce el nacimiento psicológico del niño.
En este estadio los símbolos y las imágenes no se diferencian de los objetos que representan. Un mundo dominado por el desplazamiento y la condensación mágica. La visión del mundo es emocional-sexual y mágica.
3. Yo verbal- conceptual (preoperacional-mente representacional, 4-7 años)
Las imágenes se parecen al objeto que representan, los símbolos representan al objeto pero no se parecen y los conceptos representan a un conjunto de objetos. Aparece el mundo lingüístico.
Comienza a aparecer y a diferenciarse el self mental del niño, un proceso favorecido por la adquisición del lenguaje. El yo ya no es un manojo de sensaciones, impulsos y emociones sino un conjunto de símbolos y de conceptos.
El niño comienza a controlar mentalmente su conducta. Aprende que ciertos sentimientos y conductas (especialmente los sexuales y agresivos) son inaceptables para quienes le rodean y debe intentar reprimirlos. Si esa represión es excesiva los sentimientos reprimidos pueden regresar en forma disfrazada y dolorosa (neurosis).
La actitud moral es egocéntrica y preconvencional.
La visión del mundo es mágico-mítica. El niño empieza a comprender que no puede gobernar mágicamente el mundo que le rodea, pero tal vez otro sí que pueda hacerlo. Entonces aparecen todo tipo de dioses, hadas y fuerzas sobrenaturales como "si me como toda la cena el dolor de muelas desaparecerá".
4. Yo rol/persona (operacional concreto-mente regla/rol, 7-13 años)
El niño es capaz de aprender reglas mentales y de asumir roles mentales y tiene la capacidad de asumir el papel de los demás. Lo importante de este estadio no es tanto cómo me relacione con mis impulsos sino cómo lo haga con mis roles, con mi grupo, con mis compañeros, con mi región, mi país o mi gente.
La actitud moral es sociocéntrica y convencional.
La visión del mundo todavía es mitológica, la atención y el respeto se expanden hasta incluir a quienes participan de la misma mitología, la misma ideología, la misma raza, el mismo credo, la misma cultura. . . pero no más allá. Si usted comparte mi mito será mi hermano o mi hermana, pero en caso contrario puede irse perfectamente al infierno.
5. El yo mente ego (operacional formal, 12-17 años)
En el estadio anterior el niño podía pensar sobre el mundo (op-concreto), en éste puede pensar sobre el pensamiento. De esta forma la persona puede comenzar a imaginar posibles mundos diferentes. Por primera vez puede comprender "qué ocurriría en el caso de que . . . ". Aparece la posibilidad del mundo ideal y del soñador, así es la adolescencia.
El hecho de poder pensar sobre el pensamiento posibilita la auténtica introspección. El espacio psicológico interno se convierte en un nuevo territorio. Las imágenes internas no proceden de la naturaleza, del mundo mítico o del mundo convencional sino de una extraña y milagrosa voz interior.
La actitud moral pasa de ser convencional a ser posconvencional y mundicéntrica.
La visión del mundo es racional y global. Todos los individuos son merecedores de la misma consideración sin importar raza, credo o sexo.
6. El centauro (visión-lógica, 17-. . . años)
La estructura básica de conciencia de este estadio es la visión-lógica, una estructura global e integradora. Por primera vez se puede integrar claramente la mente y el cuerpo. En el estadio anterior la mente no puede ser usada como un objeto, pero en este estadio la mente y el cuerpo son experiencias de un yo integrado.
La actitud moral es posconvencional y mundicéntrica (a partir de este estadio es mundicéntrica pero con mayores niveles de profundidad en cada nivel).
El yo finito debe comprender que ni la magia, ni el mito ni la ciencia racional lo salvarán. El descubrimiento del auténtico yo exige la asunción de la mortalidad y la finitud.
7. Yo Psíquico
El nivel psíquico es un estadio de transición entre la realidad ordinaria (sensoriomotora, racional y existencial) y los dominios transpersonales. En este estadio una persona puede disolver provisionalmente la sensación de identidad separada (ego o centauro) y experimentar el misticismo natural, la identificación con el mundo ordinario. El individuo descubre que no forma parte de la naturaleza sino que la naturaleza forma parte de él y entonces comienza a tratar a la naturaleza del mismo modo que trata a sus propios órganos.
8. Yo Sutil
El nivel sutil hace referencia a aquellos procesos que son más sutiles que la conciencia vigilia ordinaria, las iluminaciones y los sonidos interiores. Este es el misticismo teísta, porque implica nuestra propia forma arquetípica, la comunión con Dios o con la Diosa.
9. Yo Causal
El nivel causal es un estadio de absorción, de cesación sin manifestación. Este estado suele equipararse al estadio de sueño profundo sin sueños, sin embargo este estado no es mero vacío, por el contrario se experimenta como la plenitud más completa, una plenitud que ninguna manifestación puede llegar a contener.
Se le llama causal porque es la causa de todas las otras dimensiones. Se puede decir que dimanan de la Vacuidad, pero también se le puede llamar Dios, Diosa, Tao, Brahman.
1-9 No-dual (un solo sabor)
Lo causal termina dando paso a lo no dual y el misticismo sin forma se convierte en misticismo no dual. Este no sería el último nivel sino la Esencia misma de todos los niveles.
Posibles patologías de cada nivel
A los fines del presente trabajo, entenderemos por nivel de conciencia a los diferentes niveles del “Gran Nido del Ser” donde el Yo puede asentar su centro de gravedad en forma temporaria. ello quiere decir que, si bien el YO puede haberse desarrollado en las diferentes líneas o corrientes evolutivas hasta diferentes niveles, para poder vivir se “instala” por así decirlo, transitoriamente en un nivel especifico de la existencia, desde donde comanda todo accionar. De este modo, en cada nivel encuentra una perspectiva del mundo, así como diferentes desafíos en su viaje evolutivo. Si “todo va bien” entonces el Yo va navegando en el río de la evolución y a medida que el inconsciente emergente aparece en la conciencia, va entonces re organizando su “estructura” a los fines de integrar en su si mismo las nuevas experiencias.
Pero en la vida real, no siempre todo va bien y entonces el yo debe apelar ciertos mecanismos ( que llamamos defensivos- adaptativos) para poder proseguir en su viaje.
1. Yo físico (sensoriomotor, 0-2 años)
Al principio el niño está fundido con el mundo material. Poco a poco el niño va diferenciando las sensaciones físicas de su cuerpo y las del entorno que le rodea. Por ejemplo: al morder la sabana, no siente nada, pero al morder su pulgar siente un dolor. De este modo la conciencia va delimitando como yo lo que “siente” y no yo aquello que no siente.
La visión del mundo es fundamentalmente sensoriomotora. El mecanismo más empleado en este periodo es la proyección de todas aquellas sensaciones “demasiado” displacenteras, aterradoras y desorganizadoras del núcleo de ese yo. ( quien desee profundizar en este estadio-así como en los próximos dos- se vera sumamente beneficiado con la lectura de autores como Margaret Malher, Heinz Kohut, y Otto Kernberg).
Cuando ocurren “problemas severos “ en este estadio se origina un Yo que apelará excesivamente a la proyección y dará origen a diversos cuadros denominados psicóticos.
2. Yo emocional (sensaciones, emociones, inicio del preoperacional, 2-4 años)
El niño está fundido con el mundo de los impulsos y de las emociones. El niño no distingue entre sus emociones y las de su madre. Progresivamente el niño comenzará a diferenciar sus emociones del entorno emocional. Se produce el nacimiento psicológico del niño.
En este estadio los símbolos y las imágenes no se diferencian de los objetos que representan. Un mundo dominado por el desplazamiento y la condensación mágica. La visión del mundo es emocional-sexual y mágica.
El mecanismo mayormente empleado en este estadio consiste en la escisión ( de Otto Kernberg) o la disociación en el sentido de dividir el núcleo del yo , así como el de los objetos internos en el mundo de “los buenos” y el mundo de los “malos”.
De este modo, cuando ocurren “problemas” en este estadio la escisión queda instalada como mecanismo adaptativo clave, dando origen a cuadros sintomatológicos y dinámicos como Los trastornos Border y narcisistas de la personalidad.
3. Yo conceptual (preoperacional-mente representacional, 4-7 años)
Las imágenes se parecen al objeto que representan, los símbolos representan al objeto pero no se parecen y los conceptos representan a un conjunto de objetos. Aparece el mundo lingüístico.
Comienza a aparecer y a diferenciarse el si mismo mental del niño, un proceso favorecido por la adquisición del lenguaje. El yo ya no es un manojo de sensaciones, impulsos y emociones sino un conjunto de símbolos y de conceptos.
El niño comienza a controlar mentalmente su conducta. Aprende que ciertos sentimientos y conductas (especialmente los sexuales y agresivos) son inaceptables para quienes le rodean y debe intentar reprimirlos. A mi me gusta denominar a este estadio el del YO control dado que el niño comienza a identificarse con lo que controla ( lo que manejo soy yo, y lo que me maneja es exterior a mi).
En este estadio, el mecanismo mayormente empleado es el de la represión. El yo se encuentra lo suficientemente constituido como para reprimir “partes de si” sin necesidad de proyectar en forma masiva aquellos contenidos inaceptables, y sin disociarse e identificarse solo con aquello que desea.
La visión del mundo es mágico-mítica. El niño empieza a comprender que no puede gobernar mágicamente el mundo que le rodea, pero tal vez otro sí que pueda hacerlo. Entonces aparecen todo tipo de dioses, hadas y fuerzas sobrenaturales que encarnan el poder de controlarlo todo.
Como el proceso de socialización, al menos en nuestra cultura, implica si o si la no expresión de ciertos deseos, emociones , impulsos, la represión excesiva se torna inevitable como mecanismo adaptativo, dando origen a las neurosis o trastornos del carácter. Este nivel se halla descripto excelentemente en la bibliografía más clásica propuesta por el psicoanálisis.
4. Yo rol/persona (operacional concreto-mente regla/rol, 7-13 años)
El niño es capaz de aprender reglas mentales y de asumir roles mentales y tiene la capacidad de asumir el papel de los demás. Lo importante de este estadio no es tanto cómo me relacione con mis impulsos sino cómo lo haga con mis roles, con mi grupo, con mis compañeros, con mi región, mi país o mi gente.
En este estadio la identidad se construye en torno a roles y “guiones”. Soy un “buen hijo”, un “buen alumno” un “buen hermano”. Él es mi padre, ella es mi maestra, etc.
La visión del mundo todavía es mitológica, la atención y el respeto se expanden hasta incluir a quienes participan de la misma mitología, la misma ideología, la misma raza, el mismo credo, la misma cultura. . . pero no más allá. Si usted comparte mi mito será mi hermano o mi hermana, pero en caso contrario es mi enemigo o en el mejor de los casos un extraño.
Los mecanismo de adaptación en este nivel guardan relación con la capacidad del niño de comprender que se espera de él y con la coherencia del sistema de premios recompensa del que forma parte. El niño aprende a seguir un guión ( por ejemplo de “buen hijo”). Si las reglas en su sistema de convivencia son ambiguas o por el contrario excesivamente rígidas entonces el niño apelará tanto a sus mecanismos anteriores (proyección, escisión, represión) como a la interrupción de su crecimiento diferenciado: su identidad quedará fijada en un rol ( el que mejor le haya funcionado para adaptarse en sus ambientes mas significativos), de modo tal que se verá e “problemas” en toda situación en que dicho rol no sea muy efectivo ( ejemplo, el médico que en su hogar también es el médico, en lugar de ser padre, esposo, hermano, etc).
Ello da origen a diferentes patrones de interacción humana que pueden ser diagnosticados de diferente manera. (Quien desee profundizar en este tema se vera beneficiado con enfoques como el cognitivo, el sistémico o el transaccional ). Wilber lo denomina “patología de guión”.
5. El yo mente/ego (operacional formal, 12-17 años)
En el estadio anterior el niño podía pensar sobre el mundo (operacional concreto), en éste puede pensar sobre el pensamiento. De esta forma la persona puede comenzar a imaginar posibles mundos diferentes. Por primera vez puede comprender "qué ocurriría en el caso de. . . ". Aparece la posibilidad del mundo ideal y del soñador.
El hecho de poder pensar sobre el pensamiento posibilita la auténtica introspección. El espacio psicológico interno se convierte en un nuevo territorio. Las imágenes internas no proceden de la naturaleza, del mundo mítico o del mundo convencional sino de una extraña y milagrosa voz interior.
La visión del mundo es racional y global. Todos los individuos son merecedores de la misma consideración sin importar raza, credo o sexo. El yo ahora se autodefine por sus ideas, por sus valores, por su forma de ver el mundo. El yo dice de si mismo: soy más que sensaciones, soy más que emociones, soy más que impulsos y lo que controlo, soy más que hijo, hermano, alumno o jugador de fútbol ( personajes) sino que soy una persona. Una persona que piensa esto, siente esto y desea esto otro.
La forma adaptativa en este nivel tiene que ver con las habilidades desarrolladas hasta aquí para reflexionar, para “descubrir” las propias ideas y no las ideas de otros, para cuestionar con efectividad valores y formas de pensar. En una palabra: para dejar el rebaño.
Cuando “ocurren problemas” en este nivel, el adolescente, en este caso, conformara un set rígido de ideas, una forma de pensamiento autosostenedora que no permite verdadera confrontación. El individuo se halla sumamente identificado con dicho sistema por lo cual construye una forma de pensar en la cual toda nueva evidencia siempre sirve para confirmar su sistema de creencias. Suele existir un limite difuso entre dato e inferencia. ello da origen a lo que Wilber denomina neurosis de identidad. (Quien desee profundizar en estos temas se vera beneficiado con autores como Abraham Maslow, Erich Fromm, Irvin Yalom, Victor Frankl, Fredy Kofman, , Rafael Echeverria por citar algunos. )
6. El centauro (mente-cuerpo) (visión-lógica, 17-. . . años)
La estructura básica de conciencia de este estadio es la visión-lógica (pensamiento sistémico, pensamiento integral y pensamiento holográfico), una estructura global e integradora. La persona por primera vez empieza a sentir que no tiene una mano sino que es su mano. Es sus ideas y sus valores, tanto como sus piernas, sus ojos y sus intestinos.
De este modo, la persona comienza a identificarse como Ser Humano. Ya no es una mente que trata a su cuerpo como un esclavo (ejemplo: el cuerpo dice: no comas más bocado porque ya estas satisfecho; pero la mente manda: a mi no me importa, he de comer igual pues este bocado es muy sabroso).
Al identificarse como un todo mente cuerpo, surge un conflicto inevitable: el de la muerte, el envejecimiento, la decadencia. El eje de este nivel es el existencial, pero no solo como idea sino como experiencia global. El tema del ser auténtico se vuelve central, así como el de expresar todo el potencial.
El yo finito necesita comprender que ni la magia, ni el mito, ni la ciencia racional lo salvarán. El descubrimiento del auténtico yo exige la asunción de la mortalidad y la finitud.
Los mecanismo adaptativos de este nivel (sumados a todos los anteriores) consiste en la capacidad de experimentar las sensaciones, emociones y pensamientos de manera integrada. O sea expresarlas por decirlo de algún modo con autenticidad, respeto y efectividad.
Cuando ocurren problemas (el ser humano no puede expresar quien el es auténticamente) entonces el individuo se autoexperimenta como inauténtico, falso, y comienza a perder el sentido de su vida. Surgen cuadros característicos como depresión existencial, falta de autenticidad, soledad y “extrañeza” existencial, falta de autorrealización, ansiedad existencial.
Quien desee profundizar en estos temas se vera beneficiado con autores como Abraham Maslow, Erich Fromm, Irvin Yalom, Victor Frankl, Fredy Kofman, Rafael Echeverria pero debe adicionar aquellos autores que también abordan cuestiones experienciales que incluyen el cuerpo, como ser autores Gestalticos, Bionergéticos y psicodramatistas. )
7. Yo Psíquico
El nivel psíquico es un estadio de transición entre la realidad ordinaria (sensoriomotora, racional y existencial) y los dominios transpersonales. En este estadio una persona puede disolver provisionalmente la sensación de identidad separada (ego o centauro) y experimentar el misticismo natural, la identificación con el mundo ordinario. El individuo descubre que no forma parte de la naturaleza sino que la naturaleza forma parte de él y entonces comienza a tratar a la naturaleza del mismo modo que trata a sus propios órganos.
Ante las primeras experiencias místicas naturales (experiencias cumbres que lo llevan momentáneamente a este nivel) el individuo en cuestión comienza a experimentar de manera directa (no a pensar acerca de ello) de que esta unido a todo el mundo.
Para lograr avanzar en esta dirección el individuo necesita trascender la mente. Y para ello se requiere alguna clase de trabajo contemplativo o meditativo que incluya todo el ser.
De este modo el individuo comienza a tener acceso al “mundo de la bioenergia” en el que nuevas formas de percepción pueden confundirlo si no se halla lo suficientemente asentado en sus niveles anteriores.
Es común entonces que personas con un yo instalados en nieveles prepersonales o prementales (1 a 3) acceda a estos niveles con mayor facilidad que personas en los niveles 4 y 5. Por tal motivo es indispensable realizar un diagnostico adecuado del tipo de experiencia vivenciada.
Cuando ocurren problemas en este nivel suelen aparecer cuadros específicos, como por ejemplo el que describe San Juan de la cruz: la noche oscura del alma, donde se produce una pérdida momentánea de la FE. (Quien desee profundizar en estos temas se vera beneficiado con la obra de Ken Wilber “Psicología Integral”, “Una visión integral de la psicología” , “ El proyecto Atman” “Sexo Ecología y espiritualidad” “ Ciencia y Religión” “Breve Historia de todas las cosas” y “Después del Eden” por citar algunos. También pueden consultar “ Sombras de lo Sagrado” de Dra. Frances Vaughan y “Spiral Dynamics” de Don Beck y C. Cowan)
8. Yo Sutil
El nivel sutil hace referencia a aquellos procesos que son más sutiles que la conciencia vigilia ordinaria, las iluminaciones y los sonidos interiores. Este es el misticismo teísta, porque implica nuestra propia forma arquetípica, la comunión con Dios.
En este nivel el yo bioenergia debe dar paso al yo arquetipo. ello implica que ante la pregunta quien eres, la conciencia responde: soy amor, o soy luz, o soy todos los seres sensibles . Cuando ocurren problemas en estos niveles , los maestros guías hacia el estado de iluminación requieren diferenciar una autentica experiencia mística teísta o unión con el arquetipo de una alucinación o falsa experiencia.
Quien desee profundizar en estos temas se vera beneficiado con la obra de Ken Wilber “Psicología Integral”, “Una visión integral de la psicología” , “ El proyecto Atman” “Sexo Ecología y espiritualidad” “ Ciencia y Religión” “Breve Historia de todas las cosas” y “Después del Eden” por citar algunos. También pueden consultar “ Sombras de lo Sagrado” de Dra. Frances Vaughan.
9. Yo Causal
El nivel causal es un estadio de absorción, de cesación sin manifestación. Este estado suele equipararse al estadio de sueño profundo sin sueños, sin embargo este estado no es mero vacío, por el contrario se experimenta como la plenitud más completa, una plenitud que ninguna manifestación puede llegar a contener.
La conciencia se autoconcibe como “vacio”, tao , Dios, plenitud, etc . Como se ha alejado por completo de la mente, no puede ser explicada en palabras ya que cualquier categoría genera su opuesta en forma inmediata. Solo se puede proporcionar instrucciones para llegar a la experiencia (instrucciones para señalar).
Quien desee profundizar en estos temas se vera beneficiado con la obra de Ken Wilber “Psicología Integral”, “Una visión integral de la psicología” , “ El proyecto Atman” “Sexo Ecología y espiritualidad” “ Ciencia y Religión” “Breve Historia de todas las cosas” y “Después del Eden” por citar algunos. También pueden consultar libros de Zen como los de Taisen Deshimaru.
PARTE 2
PROPUESTAS PARA INSTAURAR UN ABORDAJE INTEGRAL
1. El diagnóstico es clave para identificar el nivel principal de intervención
2. A la hora de realizar el diagnóstico de nivel es necesario considerar la falacia pre/trans
3. Cada nivel de conciencia presenta mecanismos defensivos específicos y síntomas característicos
4. Cada NIVEL de patología requiere un abordaje característico
5. Es necesario planificar las intervenciones desde los cuatro cuadrantes
PRIMER PROPUESTA:
1-El Diagnostico es clave para identificar el nivel principal de intervención
Elementos empleados para realizar el diágnóstico:
Signos: Son aquellas señales que el médico-terapeuta puede identificar en el mundo interobjetivo. Ellas incluyen desde estudios moléculares hasta observaciones de pautas de comportamiento familiar. Ejemplo: el paciente llora, el paciente esta agitado, el paciente tiene un tono de voz muy bajo, el paciente ha descuidado su vestimenta, determinación en sangre de glucosa, dosaje de litemia, etc. Pueden ser egosintónicas o egodistónicas. Se accede a ellas mediante la observación del paciente, o a través de estudios complementarios.
Síntomas: Son aquellas manifestaciones que el paciente refiere como “anormales” o molestas en si mismo (Suelen ser egodistónicas y representan el mundo subjetivo del paciente, y solo pueden conocerse mediante el diálogo)
Señales transferenciales: se refiere a la manera en que el paciente experimenta el vinculo con el terapeuta. Da cuenta de la vivencia que el paciente “hace real” en el aquí y ahora de la situación terapéutica. Dicha vivencia puede originarse en algún “sector” de la personalidad del paciente que guarda relación con áreas problema o patológicas. Si bien la experiencia puede ser conciente, la clase de vínculo que se “revivencia” no lo es.
Señales contratransferenciales: se refiere a la manera en que el terapeuta experimenta el vínculo con el paciente. Da cuenta de la vivencia que el terapeuta “hace real” en el aquí y ahora de la situación terapéutica. Dicha vivencia puede originarse en algún “sector” de la personalidad del terapeuta que guarda relación con áreas problema o patológicas ( de aquí la importancia del autoconocimiento por parte del terapeuta). Si bien la experiencia puede ser conciente, la clase de vínculo que se “revivencia” no lo es. (De allí la importancia de supervisar , especialmente los casos que se han estancado. )
Siguiendo estas señales, el profesional deberá ser capaz de realizar un diagnóstico del nivel de conflicto principal, para luego planificar un estrategia terapéutica que abarque los cuatro cuadrantes del mundo.
Ejercicio1
A continuación, presentaremos 6 “hipotéticos casos” a modo de ejemplificar los diferentes niveles de problemática humano de acuerdo a este modelo (solo abordaremos los 6 niveles inferiores del espectro de la conciencia descrito por Wilber).
Nota: respecto de la transferencia expondremos lo que el hipotético paciente pudo haber comentado respecto de sus vivencias relacionales (no analizaremos los aspectos inconscientes) Respecto de la contratransferencia describiremos lo que podría haber experimentado en forma consciente un profesional relativamente experimentado con cierta congruencia en su personalidad .
Caso 1
Persona de 22 años, sexo masculino, concurre a la consulta solo, luego de un episodio en el que discutió con su padre de un modo violento ( se gritaron) y su novia, al verlo angustiado, le sugirió que solicite ayuda de un terapeuta ( Están de novios hace mas de un año. Ella hace terapia hace un año) . Ya hace varios meses, según describió, las discusiones con su padre se hicieron más y más frecuentes siempre en relación a su “descuido del estudio” por pasar mucho con su novia y su nuevo grupo de amigos (el grupo de ella). Ël paciente refiere que su padre es muy estructurado y que si él baja apenas las notas en la facultad ya se preocupa y piensa que va a fracasar en la vida. Ante el pedido de clarificación por parte del terapeuta ( que te hace pensar que tu padre es estructurado?) el paciente comenta que su padre no pudo estudiar y su condición es humilde y que él ahora se rodea de chicos “ con más recursos” y su padre eso lo ve mal. ¨” Piensa que me van a llevar por mal camino” comenta. El Paciente se siente contenido ante la presencia del terapeuta a quien percibe con un profesional idóneo y que lo guiará y apoyará en su problema con su padre. El terapeuta siente compasión a la vez que percibe que si bien la alianza terapéutica comienza a crecer, existe cierta ambivalencia en el paciente respecto de si comprometerse o no con la terapia.
Caso 2
Persona de 22 años, sexo masculino, concurre a la consulta solo, luego de averiguar que tipo de terapia podría serle más útil para conocerse mas a sí mismo. La búsqueda la comenzó luego de su última discusión con su padre, respecto del futuro de su generación y los valores actuales, que le hicieron ver su necesidad de conocerse mejor . Ya hace varios meses, según describió, las discusiones con su padre se hicieron más y más frecuentes siempre en relación a la decadencia de los valores de la juventud actual. Con sus amigos tampoco se siente del todo comprendido. Lo mismo le sucede con su novia, quien en varios temas, para él importantes, piensa totalmente diferente. Ante el pedido de clarificación por parte del terapeuta ( que te hace pensar que la terapia te puede ayudar?) el paciente se torna introspectivo por unos instantes y luego manifiesta que necesita alguien que lo ayude a ver las cosas de una manera diferente. El Paciente se siente tranquilo ante la presencia del terapeuta a quien percibe con un profesional que lo guiara en la búsqueda de si mismo. El terapeuta siente “alegria” a la vez que percibe que si bien la alianza terapéutica comienza a crecer , existe una necesidad de actuar como una especie de entrenador o/y co-filósofo.
Caso 3
Persona de 22 años, sexo masculino, concurre a la consulta acompañado por su madre, luego de un episodio en el que perdió el conocimiento tras discutir con su padre. Ya hace varios meses, según describió su madre, las discusiones entre padre e hijo se hicieron más y más frecuentes así como aumentaron en intensidad. Ël paciente refiere que su padre lo desvaloriza ante su nueva novia, con quien ha comenzado una relación hace unos meses. Por el contrario su madre la ha aceptado estupendamente y ello trae discusiones entre los padres. Ante el pedido de clarificación por parte del terapeuta ( que te hace pensar que tu noviazgo ha influido en tus discusiones?) el paciente comenta que su padre le tiene envidia porque a su edad no podía hacer las cosas que él si hace ahora. ( “ yo lo escuche decir una vez que ahora todo es mas fácil para los jóvenes. Nosotros nos teníamos que casar para tener sexo”) . El Paciente se siente contenido ante la presencia del terapeuta a quien percibe con un padre protector y que lo ayudara a superar sus problemas. El terapeuta siente compasión a la vez que percibe que la alianza terapéutica se ha vuelto fuerte ( enamoramiento) al finalizar la segunda sesión.
Caso 4
Persona de 22 años, sexo masculino, es traído a la consulta luego de un episodio de agitación motora en el que quiso agredir a los padres arrojándoles objetos . Ya hace varios días, según describieron sus padres su comportamiento fue de asilamiento, no quiso ingerir alimentos y no durmió las últimas siete noches. Ël refiere que sus padres han realizado un complot contra él para boicotear la relación con su novia porque él sabe un secreto muy importante entre ellos. Ante el pedido de clarificación por parte del terapeuta ( que te hace pensar que quieran boicotear tu noviazgo?) el paciente se “pone paranoide” y desconfía del terapeuta. El terapeuta siente compasión a la vez que se pone alerta ante la posibilidad de resultar agredido por el paciente.
Caso 5
Persona de 22 años, sexo masculino, concurre a la consulta solo, luego de un episodio en el que discutió con su padre de un modo violento ( se gritaron) y su novia, al verlo angustiado, le sugirió que solicite ayuda de un terapeuta ( Están de novios hace mas de un año. Ella hace terapia hace un año) . El paciente refiere que si bien en el pasado había discutido con su padre, ello no se daba hace mucho tiempo. Hace unos meses empezó a practicar artes marciales así como asistió a ciertos cursos de desarrollo del potencial humano que dictaron en la empresa donde trabaja. Hace pocos meses, su emocionalidad se volvió algo mas irritable a la vez que aumento su necesidad de expresar sus sentimientos . El paciente comenta que se siente algo extraño con todo esto porque él no era de expresar lo que siente de este modo. El Paciente se siente contento ante la presencia del terapeuta a quien percibe con un entrenador y guía que le ayudara a sacar lo mejor de si mismo. El terapeuta siente alegría a la vez que percibe que si bien la alianza terapéutica comienza a crecer, es aun “muy desde la mente”.
Caso 6
Persona de 22 años, sexo masculino, es traído a la consulta luego de un episodio de agitación motora en el que quiso agredir a los padres arrojándoles objetos . Ya hace varios días, según describieron sus padres su comportamiento fue de asilamiento, no quiso ingerir alimentos y durmió muy poco las últimas siete noches. Ël refiere que sus padres se han puesto de acuerdo contra él para boicotear la relación con su novia porque ellos son muy infelices y les da bronca que él si pueda ser tan feliz. Ante el pedido de clarificación por parte del terapeuta ( que te hace pensar que quieran boicotear tu noviazgo?) el paciente se “pone a llorar y siente una gran angustia” . Luego de llorar un rato dice al terapeuta que el nunca puede tener una novia porque él no vale nada . Que las novias le dan bolilla por todo el dinero que tienen sus padres ( y relata de lo maravilloso que son sus padres) El terapeuta siente compasión a la vez que percibe que la alianza terapéutica fluctúa, en minutos, de una cooperación máxima a una resistencia extrema.
Antes de realizar los diagnósticos de acuerdo a este modelo, presentamos nuestra segunda propuesta:
SEGUNDA PROPUESTA:
2-A la hora de realizar el diagnóstico de nivel es necesario considerar la falacia pre/trans
Generalización 6: FALACIA RE/TRANS
Comencemos la descripción del concepto con un ejemplo didáctico:
Imagine una fila de Cadetes de la escuela Militar en el campo de entrenamiento. Todos en posición de “firme”, alineados uno al lado de otro mirando al frente, donde se encuentra un “irritable” sargento que no deja de insultarlos resaltando una y otra vez con amenazadores gritos la ineptitud de los “cadetes”.
Imagine ahora, que en el extremo derecho de la fila, un soldado está realmente asustado y piensa: “Que miedo, que ni me mire el sargento pues puede castigarme severamente “
En el medio de la fila encontramos un soldado que se rebela: “¿quien es inútil sargento? Ud es el inútil!, ¿ porque no le grita a sus superiores si es tan valiente?”. A lo que el sargento reacciona proporcionando un severo castigo.
El soldado del extremo derecho piensa: “que valiente este cadete. Es el único que se anima a decirle algo. Los demás son todos cobardes como yo. Algún día tal vez me anime a decirle algo”.
En el extremo izquierdo de la fila, existe un soldado que ríe en silencio: “te acordás cuando eras como el que le contesta al sargento? “¿que tonto era rebelarse eh? Te enviaban al calabozo sin ningún motivo que valiera la pena. ”
Siguiendo la escena anterior mediante una mirada superficial, solo se perciben dos clases de soldados: los que quedan callados y el que “se anima a gritar”. Por el contrario, al observar más detenidamente diferenciamos numerosas manifestaciones que pasan desapercibidas al explorador apresurado.
Aquí radica el concepto de falacia pre-trans: desde una primera exploración exterior o superficial, aquel que nunca ha atravesado la experiencia de gritar al sargento, (el pre) se ve igual que el que ya lo ha atravesado , que lo ha trascendido (el trans). O sea, en su aspecto superficial, parecen similares, pero no son similares. Esto es una falacia, producto de una observación apresurada . El trans, puede elegir no pelear pues decide que no tiene valor para él. El pre, “padece” su incapacidad , su cobardía. Aun no ha desarrollado la virtud valentía. En medio, el “rebelde”, o bien reacciona peleando o bien es en realidad un TRANS que ha elegido pelear. Para saberlo deberíamos explorar profundamente cual es el motivo profundo que lo impulsa a enfrentar al sargento.
Veamos el ejemplo en esquema 1:
También puede imaginar el mismo ejemplo referido a un joven que desea conocer a una chica, o a un empleado que desea solicitar un aumento de sueldo, o a una persona que se halla en la fila del cine y alguien se adelanta sin permiso. Del mismo modo puede emplear dicho ejemplo respecto del nivel de conciencia alcanzado en la evolución individual.
Examinemos nuevamente la escena anterior con mayor profundidad aún: al observar con mayor detenimiento, podemos observar otros “tipos” de cadete: entre el pre- y el rebelde, encontramos un cadete que manifiesta un “ combate” interior: él se dice frases por el estilo: “dale animate, se valiente, tenes que poder decirle al sargento que ya estas cansado de sus insultos”.
Por otra parte, entre el rebelde y el trans encontramos un cadete que tiene este otro tipo de combate interior: “ no seas tonto, no le digas nada, aguantate, si ya sabes que no tiene sentido decirle nada, por favor contá hasta diez, pensá en el fin de semana saliendo de aquí pero por Dios, No le digas nada al sargento!!!
Veamos en el esquema 2:
La importancia práctica de este maravilloso concepto de la falacia pre/trans, consiste en que el tipo de entrenamiento que requiere cada uno de los cadetes es bien diferente. Lo mismo ocurre con el desarrollo de la conciencia.
Imagine ahora, que el cadete PRE durante el almuerzo, conversa con el cadete Trans. Para su sorpresa, descubre que no todos los cadetes que permanecen callados lo hacen por los mismos motivos que él. Descubre que existen cadetes que en realidad, tras numerosos vanos intentos de desafiar al sargento, han decidido que no vale la pena dicha conducta. Supongamos por un momento, que el cadete PRE “ intelectualiza” dicha elección. O sea la hace suya, más nunca la ha experimentado. A partir de entonces, se vuelve un FALSO TRANS ( de aquí el concepto de falacia) . Desde un aspecto superficial su conducta se manifestará como si fuera un TRANS, pero en su interior suceden experiencias muy diferentes. Veamos el ejemplo en el esquema 3:
En numerosas ocasiones los seres humanos “ nos adelantamos” en la fila desde PRE hacia TRANS en numerosos aspectos de la existencia sin haber atravesado verdaderamente la experiencia transformadora. ello puede pasar desapercibido mucho años hasta que alguna situación de la vida “exige” que enfrentemos al sargento de turno. En ese momento, nuestro desarrollo “ real” nos lleva a actuar desde el “auténtico nivel” de desarrollo que hemos alcanzado.
En nuestro caso, imagine que el sargento, solicita a nuestro cadete falso Trans la realización de alguna tarea que sea contraria a ciertos principios fundamentales para él mismo- por ejemplo traicionar a su país- En ese momento, el cadete, dispuesto a desafiar al sargento, percibe su incapacidad. El desenlace puede resultar de muchas maneras.
Mi objetivo, mediante tan breve descripción consiste en inspirar al lector en la dirección de una exploración más profunda relacionada con la evolución de su conciencia y la existencia humana, en el sentido de que alcance a vislumbrar del enorme desafío que encuentra nuestra generación en lograr construir verdaderos grupos de trabajo, y comunidades de valor, que generen herramientas y formas de vida auténticamente integrales.
Invito al lector a imaginar ejemplos de falacia pre/trans en su vida cotidiana personal. Puede investigar aquellas situaciones en las cuales hubiese querido actuar de manera diferente a la que finalmente actuó. ¿ Cual fue su sargento? ¿que es lo que quería decir y lo que finalmente dijo? ¿Cual fue el motivo? ¿ Se percibe PRE, “rebelde” o TRANS. ?
I. Descripción formal
En un sentido técnico específico Ken Wilber ha definido la falacia pre/trans en relación a la confusión generada entre los dominios PREracionales y TRANSracionales de la conciencia.
Al definir nueve niveles de conciencia, los tres primeros son preracionales, preegoicos, prepersonales y en este sentido resultan no racionales ; los tres intermedios son racionales, egoicos, personales; finalmente los tres últimos son transracionales, transegoicos, transpersonales y resultan no racionales al igual que los estadios pre. Wilber, en sus observaciones ha señalado que por el hecho de ser no racionales, los estadios primeros se suelen confundir frecuentemente con los últimos.
En esta dirección, los modelos teóricos que podríamos denominar “ elevacionistas” tienden a considerar en numerosas ocasiones, ciertas manifestaciones no racionales producto de niveles preegoicos de conciencia, como por ejemplo fantasías grandiosas narcisistas o incluso delirantes, como producto de niveles de conciencia superiores transpersonales . O sea, tienden a “elevar” los primeros niveles de conciencia, hasta los últimos sin atravesar los niveles intermedios. De este modo, diversas manifestaciones fantasiosas y poco realistas (incluso patológicas), son consideradas como experiencias auténticamente espirituales de carácter transpersonal.
Por otra parte, en numerosas ocasiones, las posturas racionalistas , por el contrario, tienden a confundir (y reducir) numerosas experiencias místicas auténticas a fantasías prepersonales de carácter imaginado o incluso patológico. En otras palabras, tienden a reducir los niveles superiores de la conciencia a manifestaciones de los inferiores, dado, que, desde el nivel en que se encuentran, no cuentan con las herramientas apropiadas para realizar tal distinción. De esta manera, numerosas experiencias espirituales auténticas, son consideradas como meras fantasías producto de la imaginación de la persona que las experimenta.
Por tal motivo, en mi opinión, que el concepto de falacia pre/trans puede resultar de verdadera utilidad a toda aquella persona interesada en su desarrollo personal. Dicho modelo puede proporcionar interesantes indicadores a la hora de diferenciar una progresión o una regresión frente a una nueva clase de experiencia que accede a su conciencia.
Llegados a este punto, soy enteramente conciente de lo insuficiente de la explicación del concepto de la falacia pre/trans. Toda aquella persona interesada en profundizar en dicho tema se verá sumamente beneficiada con la obra de Ken Wilber “ Los tres Ojos del Conocimiento”
Por el momento, y a modo de resumen y cierre, diré que todos los seres humanos necesitamos atravesar numerosos “sargentos” para lograr convertirnos en quien en verdad somos. En numerosas ocasiones, para no enfrentar el dolor de no haberlo conseguido, pretendemos ubicarnos en el lugar de TRANS sin haber vivenciado la experiencia correspondiente. Tarde o temprano, la vida nos coloca en situaciones en que debemos expresar nuestra autenticidad, y entonces nuestra “ fachada”
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