El término estigma en el ámbito de la salud mental se ha definido como un atributo considerado ser indeseable y desagradable para la sociedad, y se diferencia a la persona estigmatizada de los demás miembros de la comunidad por deber pertenecer a ella. Además, suele utilizarse juntamente con el término estereotipo, prejuicio y actitud.
Las enfermedades mentales son muy comunes en la población de los médicos. Un estudio en Canadá cuyo objetivo fue medir el cansancio emocional, publicó que el 80% de los doctores sufrían burnout.
Por otro lado, los estudiantes de medicina también presentan síntomas de depresión. Un estudio en USA mostró como el 12% de los estudiantes de América padecían dichos síntomas. Además, debido a los altos niveles de estrés, depresión. . . se ha observado un alto consumo de alcohol y otras drogas en esta población.
El problema se encuentra en la estigmatización que se ha hecho hacia este sector de profesionales que padecen problemas de salud mental, y el propio miedo que ellos tienen a decir en voz alta que tienen problemas y necesitan ayuda.
En la mayoría de casos, ellos mismo son los causantes, ya que piensan que si sufren una depresión serán menos respetados y se les considerará con carencias para ser capacitados para gestionar sus responsabilidades, por lo que pedir ayuda a otro profesional sería un “riesgo” para su carrera.
Esto nos lleva a hablar del término autoestima. Esta idea, se ha creado de la frase ”los médicos son invencibles”. Y esto no es real, son personas más en el sistema, y también se enferman y necesitan ayuda de otros profesionales para recuperarse en muchos casos.
En la sociedad, se quedado marcado este rol, y esto ha ayudo a que ellos mismos sean los que se hagan un autoestima y tengan miedo a acudir a otro profesional.
La perspectiva de la estigmatización en la salud mental de los profesionales tiene muchos efectos negativos en aquellos que sufren problemas de salud mental, ya que ha hecho que se repriman callando y no han podido curarse, y lo único que ha pasado es que su problema se ha hecho más grande.
Pero con un buen soporte mucha gente se ha podido recuperar y ha conseguido sus objetivos. También se ha observado que las personas que lo han padecido ahora son mucho más empáticas hacia la importancia de los servicios de salud mental.
Si más profesionales de la salud se dieran cuenta de este hecho, marcaría un cambio en la visión negativa hacia a aquellos que tienen problemas de salud mental y en su recuperación. Lo que conllevaría posteriormente a menores causas de comorbilidad y mortalidad.
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