Definición:
Es el delirio que puede aparecer en las depresiones. Clásicamente ha existido una controversia en el hecho de considerar a este delirio como primario o como secundario o deliroide, es decir montada sobre el fondo depresivo-angustioso y en cierto modo comprensible.
Los delirios propiamente depresivos adoptan tres temas: la culpa, la ruina y la enfermedad.
Para Kurt Schneider se trata de la revelación de las tres angustias primordiales del hombre.
Para J.J. López Ibor los tres temas responden a las relaciones del ser humano con su cuerpo, que origina el delirio hipocondríaco; la relación del sujeto con su mundo que origina el delirio de ruina y la relación consigo mismo que origina el delirio de culpa.
Los delirios de culpa pueden referirse al estado actual, pueden tener un carácter prospectivo, refiriéndose al futuro, o, lo que es más frecuente, referirse al pasado.
Veamos ejemplos de cada uno de ellos.
Yo en realidad no estoy enfermo, lo que soy es un perro, un vago y la gente en el trabajo lo nota.
En casa me ocurre igual, llego a casa y me tiendo en la cama y no salgo de ella, no me levanto ni para comer. Ahora se me ha metido en la cabeza que me van a quitar la pensión y me llevo todo el día pensando en eso. Es que creo que la gente se ha dado cuenta de que yo tengo mucho cuento y de que no merezco la pensión. No voy a ser capaz de llevar mi casa. Con mi madre me porté muy mal, me enfadaba cuando ella salía con sus amigas, no quería que me dejara sola en casa. Con mi marido me ocurrió igual, yo he sido muy egoísta con él. Yo tengo la culpa de que mi madre se separara de mi padre. Yo he tenido la culpa de todo lo que ocurrió en casa
Pero en las depresiones pueden presentarse otros delirios, generalmente paranoides a veces acompañados de alucinaciones, que son denominados en el DSM-IV-TR, como síntomas psicóticos no congruentes con el estado de ánimo, siendo los delirios de culpa, ruina e hipocondríacos, acompañados o no de alucinaciones como síntomas psicóticos congruentes con el estado de ánimo.