El papel de la oxitocina nonapeptídica (OXT) en la cognición social y los procesos afectivos se ha estudiado ampliamente durante las últimas 3 décadas en modelos animales y en humanos.
El neuromodulador OXT regula un amplio espectro de comportamientos sociales, que van desde la crianza de los padres hasta el reconocimiento social, la formación de vínculos...
El papel de la oxitocina nonapeptídica (OXT) en la cognición social y los procesos afectivos se ha estudiado ampliamente durante las últimas 3 décadas en modelos animales y en humanos.
El neuromodulador OXT regula un amplio espectro de comportamientos sociales, que van desde la crianza de los padres hasta el reconocimiento social, la formación de vínculos de pareja y el consuelo, al impactar la conectividad funcional de los circuitos cerebrales, así como la actividad cerebral de áreas involucradas en las áreas básicas sensoriales, subcorticales y procesos emocionales.
Dependiendo del contexto social, OXT puede mejorar la sensibilidad de la recompensa y la atención a las señales sociales o puede reducir la ansiedad y los sentimientos de amenaza. Los efectos de la OXT exógena en los ensayos clínicos pueden depender de la naturaleza de las medidas de resultado y los contextos sociales, así como de la heterogeneidad biológica intrínseca interindividual en las respuestas al tratamiento exógeno.
OXT interactúa estrechamente con otros neuropéptidos y neurotransmisores, como vasopresina, dopamina y serotonina, para modular esta amplia gama de comportamientos socioafectivos. En el contexto del número actual de psiquiatría Biológica: Neurociencia Cognitiva y Neuroimagen , nos centramos en la excitante interacción entre el sistema OXT y el sistema de la serotonina con respecto a la regulación de los sistemas de valencia negativa.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www.biologicalpsychiatrycnni.org/