Atención sostenida
Definición: Término de Sohlberg y Mateer. Es la capacidad de cambiar de manera alternante la atención de un estímulo a otro (flexibilidad cognoscitiva).
Para Willians James (1.898) la atención es el acto de nuestra mente que consiste en tomar posesión, de forma vivida y clara, de uno entre todos los posibles pensamientos, objetos u otros, disponibles en nuestro entorno de manera simultanea. Para Karl Jaspers conciencia y atención están íntimamente unidas, considera la atención como la conciencia clara dentro de todo el estado de conciencia. Si consideramos a la conciencia como un escenario podemos considerar a la conciencia como el foco que ilumina el escenario donde actúan los contenidos de la conciencia. La atención oscila según lo haga el nivel de conciencia, al aumentar el nivel de conciencia aumenta el nivel de atención y viceversa.
Sinónimo: atención impremeditada. Se habla de ella cuando nos sentimos atraídos por estímulos intensos, nuevos o interesantes. Es una atención que es común con los animales y que ya aparece en el niño pequeño. La base neurofisiológica de esta atención, según Alexander R. Luria, es el reflejo de orientación.
Trastorno que aparece en la primera infancia y en el 15-20 % de los casos persiste en la edad adulta.
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracteriza principalmente por dificultades para mantener la atención, hiperactividad y comportamientos impulsivos. Estos síntomas deben ser lo suficientemente graves como para interferir significativamente con el desempeño social, académico o laboral del individuo.
Algunos de estos niños desarrollan en la edad adulta un trastorno de la personalidad disocial.
Para el DSM-IV-TR los síntomas principales de este trastorno son:
1) La falta de atención (distracción, incapacidad de terminar las tareas, baja concentración). Inatención: Dificultades para mantener el foco en tareas o actividades lúdicas, parecer que no escucha cuando se le habla directamente, no seguir instrucciones y fracasar en la finalización de tareas escolares, encargos o deberes laborales, y problemas para organizar tareas y actividades.
2) Hiperactividad (habla en exceso, abandonos de su asiento en clase, corre o salta excesivamente). Moverse constantemente, a menudo corriendo o trepando en situaciones inapropiadas, no poder jugar o participar en actividades tranquilas, hablar excesivamente.
3) Impulsividad (actúa antes de pensar, dificultad para guardar su turno, interrupciones de las actividades de los otros). Interrumpir o tomar el turno de otros, tener dificultades para esperar su turno, responder de manera precipitada antes de que las preguntas hayan sido completadas.
Arnold Lucius Gesell (1880-1961) ya describió este trastorno en 1941 y lo llamó daño cerebral mínimo (minimal cerebral injury).
En el año 1962 Ronald Mackeith (1908-1977) y Malton Bay (1933--) se comienza a utilizar el término disfunción cerebral mínima (minimal brain dysfunction).
El tratamiento para el TDAH puede incluir terapias conductuales, medicamentos y apoyo educativo. La intervención temprana y un enfoque personalizado suelen ser clave para mejorar los resultados a largo plazo en las personas con TDAH.