Medicina psicosomática
Definición: Podemos considerar dos significados de este este término: 1) En un sentido concreto las denominadas enfermedades psicosomáticas propiamente dichas, en las cuales los factores psicológicos tienen un papel muy importante en su desencadenamiento o mantenimiento. 2) En un sentido más amplio toda enfermedad, debido a la unidad somatopsíquica del ser humano, es una enfermedad psicosomática.
Dos personajes muy importantes en la medicina psicosomática son Helen Flander Dunbar (1902-1959) que creó la teoría de la especificidad de la personalidad y Franz Alexander creador de la teoría de la especificidad de los conflictos.
El DSM-IV-TR no emplea el término psicosomático, habla de factores psicológicos que inciden en las enfermedades médicas. Entre estos factores psicológicos se encuentran: trastornos mentales (depresión, etc.); síntomas psicológicos (ansiedad, tristeza); rasgos de la personalidad (por ejemplo la negativa a cumplir con un tratamiento, a someterse a una intervención quirúrgica o a una técnica diagnóstica); los hábitos higiénicos desadaptados (sobrealimentación, falta de ejercicios, conductas de riesgo).
Sinónimo: síndrome de estar quemado, agotamiento nervioso, Tomás (enfermedad de). Síndrome frecuente en profesionales de la medicina, enfermería y enseñanza. Caracterizado por la ausencia de alicientes en el trabajo, el desencanto, deterioro en la calidad del trato con el paciente o alumno, descenso en el rendimiento en el trabajo, absentismo laboral, etc. Está producido por la falta de expectativas laborales, el aumento de la presión en el trabajo,la rutina, la burocratización, la indefinición de roles, etc.
El término "Burnout" no existe en español, ni hay ninguno que pueda sustituirle. Se trata de una palabra que se utilizaba frecuentemente por los deportistas, para describir una situación en la que, en contra de las expectativas favorables, un atleta no lograba obtener los resultados esperados por más que se hubiera preparado y esforzado para conseguirlos. La traducción al castellano podría significar algo así como "estar quemado".
En el contexto de la medicina, fue utilizado por primera vez en 1974 por Herbert Freudeberger, un psiquiatra que trabajaba como asistente voluntario en una clínica para toxicómanos de Nueva York, y que debía ser muy buen observador, ya que se percató de que sus compañeros de trabajo, la mayoría jóvenes idealistas, repetían con mucha frecuencia el mismo proceso. Al principio llegaban llenos de ilusión, con ganas de cambiar el mundo en forma de entregarse a los demás de una forma altruista. Sin 3 embargo, poco a poco, esas ilusiones se iban perdiendo al contacto con la realidad del mundo de la droga y, aproximadamente al año, un porcentaje importante de ellos tenían trastornos emocionales. Se sentían tristes y con otros síntomas de cansancio emocional. Además mostraban conductas poco comprensivas hacia los pacientes y, en algunos casos, mostraban distintos grados de hostilidad hacia ellos, a los que tendían a culpar de su estado. Eligió el nombre de burnout –el mismo que utilizaban para referirse a los efectos del consumo crónico de drogas sobre sus pacientes- para definir un estado de fatiga o de frustración que se produce por la dedicación a una causa, forma de vida o de relación que no produce el esperado refuerzo Creía que las personas idealistas, optimistas e ingenuas y que se entregaban en exceso al trabajo para conseguir “una buena opinión de sí mismos” tenían más riesgo de desarrollarlo. Este tipo de características podían producir una alta motivación y compromiso profesional al principio, pero también una pérdida posterior de los elevados y costosos ideales en forma de mal rendimiento laboral, baja autoestima, diversos tipos de perturbación emocional y un aislamiento en las relaciones. Lo fundamental sería un trastorno adaptativo por desgaste y agotamiento de los recursos psicológicos para el afrontamiento de las demandas del trabajo con personas. Habría un fracaso en la búsqueda del sentido existencial personal a través del trabajo y se produciría un desequilibrio prolongado, habitualmente no reconocido y mal resuelto entre unas excesivas exigencias laborales (que generan un esfuerzo crónico) y una falta de refuerzos adecuados.
Pues bien, a nivel científico se ha evidenciado que el burnout se compone de tres factores o dimensiones:
• Agotamiento emocional. Es el rasgo fundamental y supone síntomas de pérdida de energía, de agotamiento físico y psíquico y una sensación de estar al límite, de no poder dar más de sí mismo a los demás. Puede incluir síntomas indistinguibles de los depresivos.
• Despersonalización. Para protegerse el sujeto puede desarrollar un cambio negativo en las actitudes y respuestas hacia los demás, especialmente hacia los beneficiarios del propio trabajo, mostrándose distanciado, cínico, utilizando etiquetas despectivas para referirse a los demás, o tratando de culparles de sus frustraciones y del descenso de compromiso laboral.
• Baja realización personal. Es una sensación de inadecuación personal profesional para ejercer el trabajo. Implica sentimientos de incapacidad, baja autoestima e ideas de fracaso. Sería una dimensión relativamente independiente de las anteriores.
Para más información recomendamos la lectura del EL MÉDICO Y EL BURNOUT del profesor Jesús de la Gándara y Ramón González Correales que puedes encontrar en estos enlaces:
Manual de Burout
Cuestionario
Test de Cubo