Estudios recientes sugieren que los trastornos psicóticos y alimentarios pueden ser comórbidos y podrían haber compartido la responsabilidad genética. Sin embargo, esta comorbilidad se ha pasado por alto en la literatura epidemiológica.
El objetivo es evaluar si las puntuaciones de riesgo poligénico (PRS) para la esquizofrenia están asociadas con c...
Estudios recientes sugieren que los trastornos psicóticos y alimentarios pueden ser comórbidos y podrían haber compartido la responsabilidad genética. Sin embargo, esta comorbilidad se ha pasado por alto en la literatura epidemiológica.
El objetivo es evaluar si las puntuaciones de riesgo poligénico (PRS) para la esquizofrenia están asociadas con conductas alimentarias desordenadas e índice de masa corporal (IMC) en la población general.
Utilizando los datos del estudio longitudinal de Avon para Padres e Hijos y los modelos de regresión lineal y logística de efectos aleatorios, investigamos la asociación entre PRS para la esquizofrenia y conductas alimentarias desordenadas autoinformadas (comer en exceso, purga, ayuno y ejercicio excesivo) y el IMC en 14, 16 y 18 años.
De los 6920 niños con datos genéticos disponibles, 4473 (64. 6%) y 5069 (73. 3%) tuvieron al menos una alimentación desordenada y una medida de resultado de IMC, respectivamente. Un s. d. el aumento en la PRS se asoció con mayores probabilidades de tener comportamientos de alimentación compulsiva (cociente de probabilidad, 1. 36; 95% CI 1. 16–1. 60) y menor IMC (coeficiente, −0. 03; 95% CI, −0. 06 a −0. 01).
Nuestros hallazgos sugieren la presencia de un riesgo genético compartido entre la esquizofrenia y los comportamientos de alimentación compulsiva. Los fenotipos intermedios, como la alteración de la cognición social y la irritabilidad, que anteriormente se demostró que se correlacionaban positivamente en esta muestra con la ERP con esquizofrenia, podrían representar factores de riesgo para ambos fenotipos.
La responsabilidad genética compartida entre la alimentación compulsiva y la esquizofrenia también podría explicar las tasas más altas de síndrome metabólico en las personas con esquizofrenia, ya que la alimentación compulsiva podría ser un mediador de esta asociación en las personas sin tratamiento previo.
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