Antecedentes
Los trastornos mentales son una de las principales causas de angustia y discapacidad en todo el mundo. Para satisfacer la demanda de los pacientes, existe la necesidad de un mayor acceso a la atención de la salud mental basada en la evidencia y de alta calidad. La telesalud se ha establecido bien en el tratamiento de enfermedades, incluidas las afecciones de salud mental.
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Antecedentes
Los trastornos mentales son una de las principales causas de angustia y discapacidad en todo el mundo. Para satisfacer la demanda de los pacientes, existe la necesidad de un mayor acceso a la atención de la salud mental basada en la evidencia y de alta calidad. La telesalud se ha establecido bien en el tratamiento de enfermedades, incluidas las afecciones de salud mental.
Objetivo
Este estudio tiene como objetivo realizar una síntesis de evidencia sólida para evaluar si hay evidencia de diferencias entre la telesalud y la atención presencial para el manejo de condiciones de salud mental y física menos comunes que requieren psicoterapia.
Métodos
En esta revisión sistemática, se incluyeron ensayos controlados aleatorios que compararon la telesalud (teléfono, video o ambos) versus la prestación de psicoterapia presencial para afecciones de salud mental menos comunes y afecciones de salud física que requieren psicoterapia.
La psicoterapia administrada tenía que ser comparable entre los grupos de telesalud y presencial, y tenía que ser administrada por médicos generales, enfermeras de atención primaria o personal de salud asociado (como psicólogos y consejeros).
Se incluyeron los resultados del paciente (gravedad de los síntomas, mejoría general en los síntomas psicológicos y la función), el proceso (alianza de trabajo y satisfacción del cliente) y los resultados financieros (costo).
Resultados
Se incluyeron un total de 12 ensayos controlados aleatorios, con 931 pacientes en conjunto; las terapias incluyeron terapias cognitivas conductuales y familiares brindadas en poblaciones que abarcan trastornos de adicción, trastornos alimentarios, problemas de salud mental infantil y afecciones crónicas.
La telesalud se brindó por video en 7 ensayos, por teléfono en 3 ensayos y por ambos en 1 ensayo, y el modo de entrega no estaba claro en 1 ensayo. El riesgo de sesgo de los 12 ensayos fue bajo o incierto para la mayoría de los dominios, excepto por la falta de cegamiento de los participantes, debido a la naturaleza de la comparación. No hubo diferencias significativas en la gravedad de los síntomas entre la telesalud y la terapia presencial inmediatamente después del tratamiento (diferencia de medias estandarizada [DME] 0, 05; IC del 95 %: -0, 17 a 0, 27) o en cualquier otro momento de seguimiento. Similar,
Conclusiones
Con respecto al tratamiento efectivo de condiciones de salud mental menos comunes y condiciones físicas que requieren apoyo psicológico, no hay evidencia suficiente de una diferencia entre la psicoterapia brindada a través de telesalud y la misma terapia brindada cara a cara.
No hubo evidencia incluible en esta revisión para algunas afecciones de salud mental graves, como la esquizofrenia y los trastornos bipolares, y se necesita más investigación de alta calidad para determinar si la telesalud es una opción de tratamiento viable y equivalente para estas afecciones.
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