El desarrollo de problemas de salud mental infantil se ha asociado con experiencias de adversidad y desregulación de los sistemas de respuesta al estrés; sin embargo, las investigaciones anteriores se han centrado en gran medida en externalizar o internalizar problemas (más que en su coexistencia) y sistemas fisiológicos únicos en muestras de adolescentes de alto...
El desarrollo de problemas de salud mental infantil se ha asociado con experiencias de adversidad y desregulación de los sistemas de respuesta al estrés; sin embargo, las investigaciones anteriores se han centrado en gran medida en externalizar o internalizar problemas (más que en su coexistencia) y sistemas fisiológicos únicos en muestras de adolescentes de alto riesgo.
El presente estudio examinó si la adversidad familiar acumulada, el funcionamiento en el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (es decir, cortisol) y el sistema nervioso parasimpático (es decir, arritmia sinusal respiratoria [RSA]), y sus interacciones, predijeron trayectorias de externalización concurrente e internalizar los problemas entre los niños pequeños.
Los participantes incluyeron 338 niños con diversidad socioeconómica y racial ( edad M = 5, 32 años, DE = . 32; hombres = 51, 8%) de una muestra comunitaria. La adversidad familiar (evaluada con seis medidas) y la producción diaria de cortisol del niño y el RSA en reposo se evaluaron en el jardín de infantes. Los padres, maestros y niños informaron sobre la psicopatología externalizante e internalizante de los niños hasta tres veces desde el jardín de infantes hasta el primer grado.
Los análisis de crecimiento latente de la clase identificaron trayectorias estables de psicopatología externalizante e internalizante. Las trayectorias se combinaron para crear grupos: externalización e internalización concurrentes (13, 1%), externalización únicamente (14, 0%), internalización únicamente (11, 3%) y problemas bajos (61, 3%). La adversidad familiar y el RSA en reposo predijeron significativamente de manera positiva la pertenencia al grupo concomitante.
Las pruebas de interacciones mostraron que la adversidad no interactuó significativamente con los indicadores fisiológicos para predecir la pertenencia al grupo. Sin emabargo, los dos sistemas fisiológicos interactuaron, de modo que el cortisol diario más alto y más bajo predijo la pertenencia al grupo de internalización para los niños con RSA en reposo más bajo y más alto, respectivamente. Los hallazgos respaldan la importancia de considerar el contexto familiar y los múltiples sistemas fisiológicos para informar la comprensión del desarrollo de los problemas de salud mental y su coexistencia en la primera infancia.
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