Reforzamiento positivo encubierto
Definición: Los pensamientos, las fantasías, los recuerdos, son considerados por Michael J. Mahoney como estímulos encubiertos. Estos estímulos encubiertos se pueden utilizar como reforzadores positivos. Por ejemplo, al sujeto se le entrena para que cuando realice una conducta que debamos reforzar, se imagine escenas agradables como estar saboreando su comida favorita.
Según los principios del condicionamiento operante podemos mantener una conducta a través de estos programas de reforzamiento:
1) Programa continuo: en el que se refuerzan todas las respuestas.
2) Programas intermitentes: no todas las respuestas van a ser reforzadas. El reforzador puede presentarse:
a) En base al número de respuestas (programas de razón). Es decir que se refuerza una conducta después de que se haya producido un número fijo (razón fija) o variable de ellas (razón variable). El programa intermitente de razón variable hace que la conducta reforzada se convierta en una conducta difícil de extinguir. Las conductas de juego patológico se mantienen con este tipo de reforzamiento de razón variable.
b) En base a un periodo de tiempo (programas de intervalo). El intervalo puede ser fijo o variable.
Procedimiento de la terapia de la conducta. Es uno de los tipos de condicionamiento encubierto. Busca el incremento de una determinada conducta imaginando la presencia de ésta junto al cese inmediato de un estímulo aversivo. Por ejemplo, se le pide a un niño con fobia a la escuela que imagine que tiene un dolor muy fuerte en el abdomen. Luego, se le pide que cambie de imagen y se imagine así mismo de camino a la escuela sin dolor y encontrándose muy bien.