Autor/autores:
Sanjay J. Mathew yRebecca B. Price
El consumo problemático de alcohol y sus secuelas son las principales causas de morbilidad médica en todo el mundo y los principales contribuyentes al exceso de mortalidad. A nivel mundial, las tasas estimadas de prevalencia del trastorno por consumo de alcohol en adultos a 12 meses y de por vida son de 8. 5% y 20%, respectivamente, con tasas aún más altas en los Estado...
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El consumo problemático de alcohol y sus secuelas son las principales causas de morbilidad médica en todo el mundo y los principales contribuyentes al exceso de mortalidad. A nivel mundial, las tasas estimadas de prevalencia del trastorno por consumo de alcohol en adultos a 12 meses y de por vida son de 8. 5% y 20%, respectivamente, con tasas aún más altas en los Estados Unidos. Sorprendentemente, pocas personas reciben tratamiento para el trastorno por consumo de alcohol, y aún menos reciben tratamiento psicoterapéutico o farmacológico basado en la evidencia.
Varios medicamentos con evidencia de beneficio para el trastorno por consumo de alcohol, incluidos el acamprosato y el topiramato, apuntan ampliamente a la homeostasis del glutamato. Sin embargo, las mejoras en los resultados a corto plazo (como volver a beber y el número de días de bebida) son modestas. A largo plazo, la falta de adherencia y la falta de participación en el tratamiento son comunes, lo que resulta en ciclos repetidos de recaída y reincidencia en el tratamiento. Los enfoques innovadores para mejorar la participación de un individuo en el tratamiento y la motivación para abstenerse son esenciales para descubrir.
En este número del Journal, Dakwar y sus colegas informan los resultados de un ensayo clínico piloto de una infusión intravenosa única de ketamina combinada con una terapia de mejora motivacional para individuos con dependencia del alcohol. La ketamina, un antagonista del receptor de glutamato de N-metil-D-aspartato (NMDA-R), se ha utilizado durante mucho tiempo como anestésico y analgésico. Durante la última década, la ketamina se ha recetado cada vez más fuera de etiqueta como un antidepresivo de acción rápida (su enantiómero S recibió la aprobación regulatoria en los Estados Unidos en 2019 como una terapia complementaria para la depresión resistente al tratamiento).
El equipo de Dakwar ha estado a la vanguardia de la investigación de la posible aplicación terapéutica de la ketamina en los trastornos por uso de sustancias. En el entorno del laboratorio humano, informaron previamente que las infusiones únicas de ketamina ejercen un efecto beneficioso rápido pero transitorio sobre el consumo de cocaína, la motivación para dejar de fumar y el deseo. Cuando se administró una sola infusión de ketamina a individuos que buscaban tratamiento con dependencia de cocaína junto con un programa de prevención de recaídas basado en la atención plena, los efectos saludables sobre la abstinencia fueron notablemente persistentes, lo que respalda la viabilidad de una plataforma farmacológica integrada de comportamiento más.
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