Chemsex se presenta como un gran desafío en salud pública, con numerosas consecuencias físicas y mentales.
El objetivo general de esta revisión fue analizar la relación entre la práctica de chemsex y el desarrollo de psicosis.
Se eligió un modelo de revisión sistemática mixta. Se realizaron búsquedas en las bases de datos PubM...
Chemsex se presenta como un gran desafío en salud pública, con numerosas consecuencias físicas y mentales.
El objetivo general de esta revisión fue analizar la relación entre la práctica de chemsex y el desarrollo de psicosis.
Se eligió un modelo de revisión sistemática mixta. Se realizaron búsquedas en las bases de datos PubMed, PsycINFO y Web of Science siguiendo una estrategia de búsqueda predeterminada. Los estudios fueron seleccionados y su información se extrajo siguiendo un método sistemático. Se incluyeron un total de 10 artículos. Los síntomas psicóticos oscilaron entre el 6, 7% y el 37, 2%, siendo uno de los diagnósticos psiquiátricos más frecuentes.
El slamsex, el policonsumo de drogas y la metanfetamina fumada planteaban un riesgo hasta tres veces mayor de psicosis dentro de esta práctica.
Los factores de riesgo encontrados fueron el estatus de minoría étnica o extranjera, la ubicación en grandes ciudades, el estrés y la ansiedad, el trauma, soledad, infecciones de transmisión sexual (ITS), hepatitis e antecedentes psicóticos previos.
En conclusión, el chemsex está asociado con el desarrollo de psicosis; encontramos numerosos factores de riesgo convergentes y un claro papel mediador de los fármacos. Es importante, al abordar la prevención y el tratamiento de esta adicción, tener en cuenta las motivaciones y circunstancias psicosociales.
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