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La dificultad en el tratamiento de los diagnosticos comorbidos: Retraso Mental y Trastorno Esquizoafectivo.

Fecha Publicación:
Autor/autores: Fermín González Higueras , Noelia Olivencia Varón, Agustín Giménez Díaz, Rafael Pascual Beltrán, Salvador Arjona Moreno, Carmen Plaza Aguilar

RESUMEN

La prevalencia de la discapacidad intelectual y de la esquizofrenia es similar, un 1% (1)(2) y provoca un impacto psicosocial en quién la sufre, en familiares y cuidadores, altos costes emocionales, alteraciones de la convivencia familiar, pérdidas de productividad laboral y educativa, así como un alto estigma social (3). Cuando una persona padece de ambos diagnósticos, sus problemas aumentan, así como la dificultad en sus intervenciones clínicas y sociales (4). Exponemos el caso de un usuario diagnosticado de trastorno Esquizoafectivo y retraso mental Leve (F25. 0 y F70), con frecuentes trastornos de conducta, especialmente en periodos de descompensación del trastorno Esquizoafectivo, habitualmente secundarios a episodios de estrés.

La frecuencia e intensidad de estos trastornos de conducta, dificultaban la atención del usuario, que ha necesitado ser atendido por varios servicios de salud mental (Comunidad terapéutica, hospital de Día, Unidad de Agudos y Hogar de Alta Supervisión), así como servicios de la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (FAISEM), concretamente de Piso Supervisado a Casa Hogar. La atención por los servicios de Urgencias ha sido también muy frecuente. La presencia añadida de retraso mental, ha dificultado las intervenciones psicoterapéuticas, tanto grupales como individuales y solo los procedimientos de mayor control (Unidad de Agudos, Hogar de Alta Supervisión) han posibilitado la reducción de la psicopatología, a pesar de no haber cambios en las circunstancias estresantes, ni cambios en el tratamiento farmacológico.

Desarrollaremos las intervenciones realizadas y enfatizaremos la importancia de la comunicación entre multiprofesionales para el abordaje de estos casos. 1)Harris, J. Intellectual Disability. Understanding its Development, Causes, Classification, Evaluation, and Treatment. Oxford University Press, 2006. 2)McGrath. Myths and plain truths about schizophrenia. Acta Psychiatrica Scandinavica, January; 2005, 111 (1): 4-11. 3)Schulze, B. y Rossler, W. Careviger burden in mental illness: review of measurement, findings and interventions in 2004-2005. Current Opinion in Psychiatry, 2005, 18 (6): 684-691. 4)Hemmings, C. Schizophrenia Spectrum Disorders in People With Intellectual Disabilities. Curr. Opin. Psychiatry. 2006; 19(5):470-474.


Palabras clave: Comorbilidad, Trastorno Esquizoafectivo, Retraso Mental, Trastornos de Conducta
Tipo de trabajo: Comunicación
Área temática: Depresión, Trastornos depresivos .

Psicólogo Clínico CT Jaén, PIR CH Jaén, PIR CH Jaén, PIR CH Jaén, PIR CH Jaén, Enfermera CH Jaén, Psiquiatra CT Jaén, Psicóloga Clínica CT Jaén, Psiquiatra CT Jaén, Psicólogo UJA

LA DIFICULTAD EN EL tratamiento DE LOS DIAGNÓSTICOS COMÓRBIDOS: RETRASO
MENTAL Y trastorno ESQUIZOAFECTIVO
Fermín González Higueras1, Noelia Olivencia Varón2, Agustín Jiménez Díaz2, Rafael Pascual Beltrán2,
Salvador Arjona Moreno2, Carmen Plaza Aguilar3, Pedro Torres Hernández4, Mercedes García
Cuartero5, Eva Navarro López4, Pedro Cortés Soto6


psicólogo Clínico CT Jaén
PIR CH Jaén
Enfermera CH Jaén
psiquiatra CT Jaén
Psicóloga Clínica CT Jaén
psicólogo UJA

pablofermingh@yahoo. es
comorbilidad. trastorno Esquizoafectivo. retraso mental. Trastornos de conducta.

RESUMEN
La prevalencia de la discapacidad intelectual y de la esquizofrenia es similar, un 1% (1)(2) y
provoca un impacto psicosocial en quién la sufre, en familiares y cuidadores, altos costes emocionales,
alteraciones de la convivencia familiar, pérdidas de productividad laboral y educativa, así como un alto
estigma social (3). Cuando una persona padece de ambos diagnósticos, sus problemas aumentan, así
como la dificultad en sus intervenciones clínicas y sociales (4). Exponemos el caso de un usuario
diagnosticado de trastorno Esquizoafectivo y retraso mental Leve (F25. 0 y F70), con frecuentes
trastornos de conducta, especialmente en periodos de descompensación del Trastorno
Esquizoafectivo, habitualmente secundarios a episodios de estrés. La frecuencia e intensidad de estos
trastornos de conducta, dificultaban la atención del usuario, que ha necesitado ser atendido por varios
servicios de salud mental (Comunidad terapéutica, hospital de Día, Unidad de Agudos y Hogar de Alta
Supervisión), así como servicios de la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo
Mental (FAISEM), concretamente de Piso Supervisado a Casa Hogar. La atención por los servicios de
Urgencias ha sido también muy frecuente. La presencia añadida de retraso mental, ha dificultado las
intervenciones psicoterapéuticas, tanto grupales como individuales y solo los procedimientos de mayor
control (Unidad de Agudos, Hogar de Alta Supervisión) han posibilitado la reducción de la
psicopatología, a pesar de no haber cambios en las circunstancias estresantes, ni cambios en el
tratamiento farmacológico. Desarrollaremos las intervenciones realizadas y enfatizaremos la
importancia de la comunicación entre multiprofesionales para el abordaje de estos casos.


INTRODUCCIÓN
La prevalencia de la discapacidad intelectual y de la esquizofrenia es similar, un 1% (1)(2) y
provoca un impacto psicosocial en quién la sufre, en familiares y cuidadores, altos costes emocionales,
alteraciones de la convivencia familiar, pérdidas de productividad laboral y educativa, así como un alto
estigma social (3).
Cuando una persona padece de ambos diagnósticos, sus problemas aumentan, así como la
dificultad en sus intervenciones clínicas y sociales (4).
Exponemos el caso de un usuario diagnosticado de trastorno Esquizoafectivo y Retraso Mental
Leve (F25. 0 y F70, según CIE-10), con frecuentes trastornos de conducta, especialmente en periodos
de descompensación del trastorno Esquizoafectivo, habitualmente secundarios a episodios de estrés.
La frecuencia e intensidad de estos trastornos de conducta, dificultaban la atención del usuario,
que ha necesitado ser atendido por varios servicios de salud mental (Comunidad terapéutica, Hospital
de Día, Unidad de Agudos y Hogar de Alta Supervisión), así como servicios de la Fundación Andaluza
para la Integración Social del Enfermo Mental (FAISEM), concretamente de Piso Supervisado a Casa
Hogar. La atención por los servicios de Urgencias ha sido también muy frecuente.
La presencia añadida de retraso mental, ha dificultado las intervenciones psicoterapéuticas,
tanto grupales como individuales y solo los procedimientos de mayor control (Unidad de Agudos,
Hogar de Alta Supervisión) han posibilitado la reducción de la psicopatología, a pesar de no haber
cambios en las circunstancias estresantes, ni cambios en el tratamiento farmacológico.
Las intervenciones psicoterapéuticas han sido especialmente conductuales, con programas de
fichas, contratos conductuales y solución de problemas básicos. En este tipo de intervenciones, ha
sido fundamental el trabajo interdisciplinar y entre los diferentes dispositivos implicados.

RESULTADOS
El aumento de tratamiento neuroléptico para disminuir el nivel de actividad cognitiva propios de
un cuadro hipomaniaco en el trastorno Esquizoafectivo, solo permitieron aumentar las horas de sueño,
pero no modificaron el nivel de excitabilidad general, siendo los mayores periodos de estancia en
dispositivos más estructurados los principales causantes de la mejoría clínica.
En la actualidad, se encuentra en un dispositivo de Alta Supervisión, aunque con salidas
frecuentes programadas y ha podido tener una salida al domicilio familiar, que no había sido posible
desde largo tiempo, por los trastornos conductuales que presentaba.
Estas salidas, especialmente la salida al domicilio familiar, han permitido una disminución de la
situación estresante percibida por el usuario.

CONCLUSIONES
La dificultad en el tratamiento de los trastornos comórbidos, conlleva un mayor esfuerzo entre
los profesionales para trabajar conjuntamente y la búsqueda de cambios continuos en los programas
de intervención hasta encontrar la mejor solución para el usuario.

REFERENCIAS
1)Harris, J. Intellectual Disability. Understanding its Development, Causes, Classification,
Evaluation, and Treatment. Oxford University Press, 2006.

2)McGrath. Myths and plain truths about schizophrenia. Acta Psychiatrica Scandinavica, January;
2005, 111 (1): 4-11.

3)Schulze, B. y Rossler, W. Careviger burden in mental illness: review of measurement, findings
and interventions in 2004-2005. Current Opinion in Psychiatry, 2005, 18 (6): 684-691.

4)Hemmings, C. Schizophrenia Spectrum Disorders in People With Intellectual Disabilities. Curr.
Opin. Psychiatry. 2006; 19(5):470-474.

16º Congreso Virtual de Psiquiatria. com. Interpsiquis
2015 www. interpsiquis. com - Febrero 2015
Psiquiatria. com


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