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Un breve análisis de la cronicidad y la dependencia en la sociedad actual.

Autor/autores: Francisco Manuel Rubiño Núñez
Fecha Publicación: 01/03/2006
Área temática: Psiquiatría general .
Tipo de trabajo:  Conferencia

RESUMEN

Los avances médicos que han venido de la mano de la innovación y el desarrollo tecnológico en las sociedades evolucionadas como la nuestra han traído consigo un aumento de la expectativa de vida así como una cantidad de situaciones de impacto que han provocado el interés actual sobre los retos bioéticos en la prestación y demanda de los cuidados socio-sanitarios.

En este sentido, es posible aseverar que coexisten desigualdades que generan diferentes niveles de vida y de salud en la población, sobre todo en aquella que es dependiente, de tal forma que la distribución de los problemas de salud va a guardar una estrecha relación con la calidad de vida de los distintos grupos sociales. Ante esta realidad se hace necesario conocer las condiciones de vida de la población, para orientar la planificación de actividades estructurando mecanismos y recursos de intervención de carácter multi, pluri e interdisplinar que garanticen la viabilidad de los valores y principios éticos en la preservación, protección y rehabilitación de la salud de poblaciones dependientes y desprotegidas.

Palabras clave: Calidad de vida, Cronicidad, Dependencia, Impacto, Recursos socio-sanitarios


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Un breve análisis de la cronicidad y la dependencia en la sociedad actual.

(A brief analysis on the chronic condition and dependence on the present society. )

Adriana Rubiño Núñez; Francisco Manuel Rubiño Núñez.

Serviço de Saúde Pública. Centro de Saúde de Castro Marim
Castro Marim-Algarve. Portugal

PALABRAS CLAVE: Dependencia, Cronicidad, Impacto, Recursos Socio-Sanitarios, Calidad de Vida.

(KEYWORDS: Dependence; Chronic Condition; Impact; Public Health Resources; Quality of Life. )

Resumen

Los avances médicos que han venido de la mano de la innovación y el desarrollo tecnológico en las sociedades evolucionadas como la nuestra han traído consigo un aumento de la expectativa de vida así como una cantidad de situaciones de impacto que han provocado el interés actual sobre los retos bioéticos en la prestación y demanda de los cuidados socio-sanitarios. En este sentido, es posible aseverar que coexisten desigualdades que generan diferentes niveles de vida y de salud en la población, sobre todo en aquella que es dependiente, de tal forma que la distribución de los problemas de salud va a guardar una estrecha relación con la calidad de vida de los distintos grupos sociales. Ante esta realidad se hace necesario conocer las condiciones de vida de la población, para orientar la planificación de actividades estructurando mecanismos y recursos de intervención de carácter multi, pluri e interdisplinar que garanticen la viabilidad de los valores y principios éticos en la preservación, protección y rehabilitación de la salud de poblaciones dependientes y desprotegidas.

Abstract

The medical advances which have come along with innovation and technological progress in developed societies such as ours, have brougth an increase of life expectancy as well as a number of situations of impact that have aroused the current interest in bioethical challenges on the rendering and requesting of public health cares.

In this context, we can possibly assure that inequalities coexist, causing diferent living and health standards among the population, especially in the dependent one, so that the distribution of health problems is closely related to the quality of life in the different social groups.

In view of this reality, it is necessary to know the population´s living condition, to guide the planning of activities, arranging multi-, pluri- and interdisciplinary mechanisms and resources of intervention, able to guarantee the viability of the ethic values in dependent and unprotected populations.

Las ciencias de las Salud avanzan muy rápidamente, planteando unos problemas éticos que muy difícilmente puede resolver la sociedad, cuyas costumbres, hábitos y creencias tiene un desarrollo más lento que los avances científicos, de tal forma que determinadas cuestiones van por delante del desarrollo de la sociedad.

Con la nuevas posibilidades de las ciencias de la salud para alargar la vida humana (que han desencadenado una mezcla de esperanza y temor) han surgido una gran cantidad de situaciones conflictivas desconocidas hasta el momento. Tanto la opción que propone ilimitadamente de la vida humana en nombre de la libertad de investigación, como la que ignora por completo las nuevas posibilidades de la ciencia apoyándose en la inviolabilidad de la vida humana, son soluciones demasiado simples para la ética.

Como sabemos la Bioética se ocupa de los problemas éticos planteados en el ámbito de los avances tecnológicos, se interesa por las múltiples cuestiones morales relacionadas con el nacimiento, con la vida, con la salud y con la muerte y, en particular, con los aspectos relativos a los recientes desarrollos y con las posibilidades de la investigación biológico-médica y de la terapia. Los avances tecnológicos en las ciencias de la salud han permitido actuaciones cada vez más complejas, que pueden alargar la supervivencia de los enfermos. Sin embargo, la ética de la calidad de vida es fundamental en las reflexiones bioéticas, siendo la calidad subjetiva (la percepción de que “vale o no vale la pena seguir viviendo”) lo que debe prevalecer, a la hora de justificar acciones y avances para preservar la vida a toda costa.

En el terreno de la política sanitaria las consideraciones de tipo ético se apoyan en tres valores que nuestra sociedad considera básicas: la equidad, la libertad y la eficiencia. En relación con ello, no hay duda de que las decisiones más importantes en política sanitaria son aquellas que afectan a la asignación de recursos para mantener y mejorar la salud. Por tanto, es preciso tomar en consideración que el valor de la vida no es infinita, por que hay que distinguir entre lo que es la vida y lo que es la calidad de vida. Cuando en mantener la vida tiene mucho coste, no sólo económico, sino también de dolor y de limitación, la vida pierde valor.

La sociedad ha de distribuir equitativamente los recursos sanitarios (según el principio de justicia), por otro lado el principio de beneficiencia, que consiste en hacer el bien a los demás, está muy unido al principio de autonomía, que en el concreto contexto de la cronicidad y la dependencia tiene una de sus máximas implicaciones, puesto que los esfuerzos se dirigen a conseguir que las personas enfermas en estas situaciones alcancen su máxima autonomía disfrutando de la equidad social en la comunidad en la que se desenvuelven, con un valor añadido, el de seguridad.

Los pacientes, aunque pueden pertenecer a un espectro amplísimo en lo que se refiere a cultura o actitudes, modo de entender la existencia aún en estado de enfermedad, además de que desean una atención de calidad en lo científico-técnico, también la desean en lo humano. En todos los casos, el paciente espera que el profesional le escuche, actividad a la que se le suele dedicar poco tiempo. Frecuentemente esa insuficiente indisponibilidad y accesibilidad trae como consecuencia errores asistenciales imposibilitando el conocer componentes “psicológicos y sociales” de los problemas de salud, en definitiva, una mala calidad de atención a la salud.

Los estudios sobre personas deficientes y dependientes crónicos muestran que son los miembros más cercanos de la familia los que con mayor frecuencia prestan su apoyo y proveen cuidados a lo largo del tiempo, es por ello que su implementación en los programas de atención Temprana, se hace imprescindible y básico en el proceso de rehabilitación de este tipo de enfermos, por otro lado contribuyen a un mejor conocimiento de las posibilidades que ofrece el sistema formal con respecto al informal diluyendo cada vez más las diferencias y desigualdades en función de la “imposibilitación personal” y salvar cada vez más y mejor las dificultades que se plantean a todos los niveles el hecho de ser un paciente incompetente con sus consiguientes y respectivas desigualdades con respecto al resto de la sociedad, siendo un punto clave la humanización tanto en la atención sanitaria com en la atención social, la equidad en los recursos existentes a disposición de las necesidades de estas personas en sus cuidados y actividades.

Desde esta contrapartida la evolución del concepto de atención Temprana posibilita la atención integral incluyendo al sujeto deficiente, a la familia, a los servicios sanitarios-asistenciales y a la sociedad como su fuente de recuperación, rehabilitación, incorporación e inserción dejando de lado la eterna pertenencia a los ya históricos grupos marginales objeto de injusticia social y sin ninguna posibilidad de ayuda basada en un atendimiento técnico de carácter multidisciplinar. Esta consideración proporciona grandes esperanzas en un futuro puestas en estos grupos que hasta hace poco eran considerados marginales, en un esfuerzo de hacer realidad el principio de autonomía, el cual todos deseamos no perder y por tanto debemos propiciar.

Paralelamente y en el contexto de los principios de la gerontología Social, la evolución de los diferentes sectores demográficos en las últimas décadas ha dado como resultado un aumento de la esperanza de vida que se refleja en la aparición de un grupo poblacional cada vez más envejecido, que precisa de unos recursos sanitarios-asistenciales y socio-comunitarios adecuados a sus necesidades, los cuales se convierten en perentorios tanto en los casos de personas mayores autónomas como dependientes.  

La llegada de esta etapa de la vida normalmente implica deterioro generalizado, encontrándonos con sujetos pluripatológicos, multiintervenidos y polimedicados, en definitiva, enfermos crónicos, cuya calidad de vida se ha de mejorar y beneficiar en función de su estado biopsicosocial adaptando los recursos humanos, sanitarios y de carácter socio-ocupacional que la comunidad dispone.

Se observa como en personas mayores, enfermos crónicos, sufren del gran mal social actual la “soledad sentida”, la “desprotección” y el “aislamiento” con respecto al entorno social, traduciéndose esta realidad en una mala calidad de vida objetiva y subjetiva, la cual se agrava cuando se trata de enfermos no sólo crónicos y no sólo ancianos, sino de enfermos incapacitados y dependientes. Es a partir de definir los estados de salud y de autonomía de estas personas que se puede elaborar y planear una red de recursos humanos, materiales, sanitarios y sociales que beneficien su integración en la comunidad en un proceso de feed-back, mediante la creación de equipos multi, pluri e interdisciplinares de acción sanitario-social que propicien todas las dinámicas y actos asistenciales y sociales, ya que una vida conocida (de una persona enferma) tiene un valor “infinito” y se han de emplear en ella todos los recursos necesarios, según este valor.


Bibliografía

1. - B. E. Macías Gutiérrez; J. L. Arocha Hernández. Salud Pública y Educación para la salud. Instituto Canario de Estudios y Promoción Social y Sanitaria. ICEPSS Editores S. L. , Canarias, 1996.

2. - F. Rodríguez Pulido; J. L. Váquez Barquero; M. Desiviat Múñoz. psiquiatría Social y Comunitaria. Instituto Canario de Estudios y Promoción Social y Sanitaria. ICEPSS Editores S. L. , Canarias, 1997.

3. - P. Laín Entralgo. Historia de la Medicina. Manuales Salvat, Barcelona, 1989.

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