Introducción: Alcohol: sustancia tóxica, que afecta directamente al páncreas, hígado y cerebro entre otros. Con efecto psicótropo: tranquilizante y euforizante. Consumido mayormente como fenómeno social, pero un consumo desmedido tiene repercusiones negativas en el ámbito familiar, social y laboral. Según el DSM–5 identifica el alcohol como desencadenante de Trastornos de: ansiedad, bipolar, depresivo, neurocognitivo leve e importante (amnésico, confabulador), psicótico, disfunción sexual, trastorno del sueño, intoxicación, delirium. La prevalencia del alcoholismo equivaldría, al doble de la del abuso de todas las otras drogas juntas (6, 1%) y a más de la mitad de todos los demás trastornos mentales (no adictivos) juntos (22, 5%). Y sería tan elevada como los trastornos de ansiedad o afectivos juntos. Objetivo: Identificar la importancia de la prevención y diagnóstico precoz del abuso de alcohol desde un punto de vista psiquiátrico.
Método: Revisamos los ingresos al hospital Universitario de Southend. Entre el 01/09/2014 y 01/09/2015 cuyo diagnóstico figuraba una relación directa de consumo de alcohol. Se recogen datos referentes a edad, sexo, estancia, servicio de ingreso, enfermedades diagnosticadas y evolución.
Resultados: Motivo de ingresos más comunes: caídas, sobredosis con disminución del nivel de conciencia, pensamientos suicidas, hemorragias… El 53% ingresó inicialmente en Medicina Interna, el 14% en psiquiatría, el 9% en Digestivo, el 9% en la Unidad de Cuidados Intensivos y el 15% en el resto de los servicios médicos y quirúrgicos.
Conclusiones: El alcoholismo es un problema multidisciplinario donde psiquiatría tiene una gran relevancia. El abordaje precoz y eficaz reduciría significativamente el ingreso de pacientes psiquiátricos.
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