Definición: La American Psychiatic Association (APA, 1999), reconoce cuatro fases en la evolución de la esquizofrenia: 1) Fase prodrómica. Caracterizada por el desarrollo gradual de síntomas no psicóticos durante el año previo al comienzo de la enfermedad. Estos síntomas pueden ser el aislamiento social el deterioro en el cuidado propio, la ansiedad, la depresión, la irritabilidad, el insomnio, la desconfianza. Los síntomas pueden durar varios meses o sólo días. 2) Fase aguda. En ella aparecen unos síntomas psicóticos claros (delirios, alucinaciones, conductas desorganizadas, etc.). 3) Fase de estabilización. Caracterizada porque los síntomas psicóticos disminuyen de intensidad. 4) Fase estable o residual. En ella los síntomas, si los hay, son de menos intensidad.