Incontinencia afectiva
Definición: Sinónimo: incontinencia emocional. En el paciente con incontinencia afectiva o emocional las emociones se exteriorizan de una manera exagerada esto origina crisis patológicas de risa o llanto. Los pacientes suelen reír o llorar a la menor provocación. El llanto espontáneo o provocado por nimiedades es propio de la parálisis seudobulbar.
La palabra angustia está emparentada con el latín angustus que significa estrecho. El sentimiento de angustia patológico o neurótico puede manifestarse por síntomas somáticos, conductuales y subjetivos.
Los síntomas somáticos pueden ser:
cardiovasculares (taquicardia, palpitaciones, dolor precordial, palidez, accesos de calor), respiratorios (disnea, hiperventilación, suspiros, sensación de ahogo, opresión torácica),
digestivos (bolo esofágico, náuseas, vómitos, diarreas, aerofagia, dispepsia),
genitourinarios (polaquiuria, eyaculación precoz, frigidez, incontinencia),
neuromusculares (tensiones musculares, temblor, cefalea tensional).
La angustia se puede exteriorizar a nivel conductual en forma de inhibición o inquietud psicomotriz, incapacidad para estar sentado, restregamiento de las manos, movimientos continuos, etc.
A nivel subjetivo la ansiedad se manifiesta por el temor a volverse loco o morir, la sensación de espera de lo peor, de que algo malo le pueda sobrevivir a él o a un familiar, la dificultad de concentración, los sobresaltos a los ruidos, etc.
La angustia patológica no sólo se manifiesta en las enfermedades neuróticas. Toda enfermedad psiquiátrica puede presentar angustia y en algunas de ellas, como en los trastornos depresivos, puede ser un síntoma dominante. La ansiedad que aparece en la psicosis ha recibido el nombre de psicótica, aunque en nada se diferencia de la que aparece en los trastornos no psicóticos.
Angustia y ansiedad son aspectos del mismo fenómeno. Mientras que la angustia es más precordial, más epigástrica, más profunda, la ansiedad es más respiratoria.
Esta distinción entre angustia y ansiedad fue realizada por primera vez por E. Brissaud (1853-1909).
J.J.López Ibor consideró que en la angustia hay sobrecogimiento, inmovilización y en la ansiedad movilización, sobresalto.
A veces, como en el ejemplo que sigue, se mezclan las vivencias de angustia y ansiedad. Tengo una sensación muy grande aquí (señala el esternón), es una sensación de ahogo y también noto dolor, es ahogo y dolor, como sí esto (señala el esternón) se me fuera a cerrar. Angustia (trastorno de)
Sinónimo: síntomas extrapiramidales con fiebre (Levinson y Simpson). Complicación del tratamiento con los neurolépticos que puede llegar a producir la muerte. Uno de los síntomas principales es la fiebre, normalmente por encima de los 38º C. La alteración del nivel de conciencia puede aparecer en forma de estado confusional, estupor o coma. El síndrome extrapiramidal tiene como síntoma fundamental la rigidez muscular, que puede llegar a ser generalizada. La disfunción autonómica se manifiesta por diaforesis, taquicardia, fluctuaciones de la tensión arterial, arritmias, taquipnea, retención e incontinencia urinaria. Dentro de las alteraciones analíticas encontramos una elevación de la enzima creatinfosfokinasa (CPK), una mioglobinuria que en algunos enfermos puede producir insuficiencia renal, unos ligeros aumentos de las enzimas hepáticas y de la fosfatasa alcalina y una leucocitosis. El síndrome evoluciona de 24 a 72 horas y tiene una mortalidad del 20 al 30%
de los pacientes. Existen una serie de factores que favorecen este síndrome: la agitación psicomotora; los antecedentes de retirada de anticolinérgicos; la retirada reciente de los neurolépticos o el incremento previo de las dosis de estos; la deshidratación; el hipertiroidismo;
la temperatura ambiental alta; historia reciente de abuso de tóxicos; la administración parenteral de neurolépticos clásicos; la administración concurrente de sales de litio; la administración de neurolépticos clásicos potentes; los antecedentes de enfermedad médica o intervención quirúrgica y el sexo masculino.