Definición: La tortura puede ser física (golpes, quemaduras, descargas eléctricas, etc.) o psicológicas (vejaciones, humillaciones, aislamiento físico, etc). Es un procedimiento frecuente en los países no democráticos. Puede originar en los supervivientes trastornos por estrés postraumáticos, trastornos de ansiedad y depresiones.