Definición: Veamos lo que para los autores clásicos consideraban como el trastorno fundamental de la esquizofrenia: Relajación del arco intencional(K. Beringer); Perdida del contacto vital con la realidad (E. Minkowska); Hipotonía de la conciencia (J.Berze, 1914); Defecto puro o asténico (F. Mauz); Estrechamiento de la conciencia (C. Vogt, 1902); Insuficiencia de la atención (Weigardt, 1904); Desintegración de la conciencia (Otto Gross, 1904); Debilitación de la conciencia (Freusberg,1896); Ataxia intrapsíquica (E. Stransky, 1912); Discordancia (Chashin, 1912); Trastorno general de la coordinación (K. Kleist, 1913); Relajación de las asociaciones (E. Bleuler, 1911).
Personas con trastornos obsesivos en las que los rituales obsesivos de lavado son muy frecuentes.
Trastorno que aparece en la CIE-10.En este caso el paciente consume de forma continuada, en dosis altas, y sin justificación sustancias como laxantes, analgésicos, vitaminas, antidepresivos, etc., que no producen dependencia y, por tanto, síntomas de abstinencia.
Véase trastorno del cálculo.
Sinónimo: ictus. Llamamos así a un grupo de trastornos cerebrales producidos por lesiones vasculares. Pueden ser de dos tipos: 1) Isquémico: provocado por una obstrucción vascular cerebral por trombosis o embolia.2) Hemorrágico: provocado por una hemorragia subaracnoidea consecuencia de la rotura de un aneurisma o por una hemorragia intracerebral, en el seno del parénquima cerebral, que suele estar provocada por la hipertensión arterial.
Sinónimo: valproato. Anticonvulsivante. Eficaz en el trastorno bipolar(episodios maníacos, depresivos y profilaxis).
Hiperpituarismo producido generalmente por un adenoma ácido filo en el lóbulo anterior de la hipófisis. En la adolescencia puede provocar un gigantismo. Desde el punto de vista psiquiátrico se puede manifestar con trastornos del humor, somnolencia o impulsividad.
El DSM-IV-TR define a estos trastornos como la aparición de síntomas emocionales o del comportamiento que sobrevienen dentro de los tres meses posteriores a un factor estresante. La reacción debe ser desproporcionada al estrés y debe producir un deterioro significativo en el funcionamiento social u ocupacional. Los factores estresantes están dentro de los considerados como experiencias normales (cambio de domicilio, enfermedad propia o de un familiar, problemas en el trabajo, problemas de pareja, separación, pérdida de empleo, etc.) El DSM-IV-TR distingue varios tipos: con ánimo deprimido; con ansiedad; con ansiedad y depresión; con alteración de la conducta; con alteración emocional y de la conducta e inespecíficos. Aunque la mayoría suelen remitir con el paso del tiempo, algunos pueden tener una evolución crónica.
Sinónimo: insuficiencia adrenocortical. Puede ser debido a atrofia o lesiones inflamatorias de las glándulas suprarrenales. Provoca cambios pigmentarios de la piel, hipotensión, debilidad, hiponatremia, hiperkalemia, diarrea, irritabilidad, hipoglucemia, descenso de la secreción de a-cetoesteroides. Desde el punto de vista psiquiátrico puede producir cansancio, trastornos afectivos o síntomas psicóticos.
Es un trastorno formal del pensamiento esquizofrénico. En él el sentido de los conceptos y de las palabras se duplica o cambia de una manera caprichosa o como consecuencia de asociaciones casuales. Por ejemplo, a un paciente de Honorio Delgado, la palabra violento le sugiere un hombre impulsivo y a su vez ver lento, ya que la palabra se compone de vio y de lento.
Luis Barraquer Bordas define a las afasias como trastornos del lenguaje que pueden interesar tanto a la expresión como a la comprensión verbal, así como también a la representación gráfica y que son debidos a una lesión cerebral.(IGF)
A lo largo de la historia el término “afasia” se ha referido a la pérdida del lenguaje causada por una lesión orgánica del cerebro. Este término fue introducido por Trousseau en 1864 reemplazando al término “afemia” que originariamente acuñó Broca en 1961.
Actualmente, se define la afasia como la pérdida total o parcial de los procesos complejos que regulan la interpretación y formulación de los símbolos del lenguaje debido a lesiones cerebrales adquiridas que afectan a las redes neuronales distribuidas en regiones corticales y subcorticales del hemisferio izquierdo, usualmente el hemisferio dominante para el lenguaje.
Las definiciones modernas consideran a la afasia como un trastorno multimodal que afecta no solamente a la comprensión auditiva, la lectura, la expresión oral y la escritura; sino también otros procesos cognitivos que dependen del hemisferio cerebral izquierdo (Berthier, 2007).
Además, la afasia compromete otras áreas de la vida, incluyendo la capacidad para tener relaciones con otras personas, el trabajo y la participación en diversas actividades sociales (González Lázaro, 2012).
En individuos diestros, la afasia es en alrededor del 90% de los casos secundaria a lesiones del hemisferio izquierdo, y de forma excepcional en un 10% de los casos ocurre tras lesiones en el hemisferio derecho, lo que se conoce como afasia cruzada.
Las lesiones del HI que causan afasia afectan a la corteza perisilviana y estructuras subyacentes, como los ganglios basales, la cápsula interna, la sustancia blanca periventricular y otras estructuras irrigadas por la arteria cerebral media (Hilis, 2007).
Algunas de las principales etiologías de la afasia son enfermedades cardiovasculares, traumatismos craneoencefálicos, procedimientos quirúrgicos, epilepsia, tumores intracraneales, y parasitosis e infecciones entre otros (González Lázaro, 2012).
Existen numerosas clasificaciones de las afasias. En general, se han clasificado tomando en consideración tres dominios lingüísticos clásicos de forma dicotómica: fluencia, comprensión y repetición.
Se ha criticado la aplicación de estos criterios para clasificar las alteraciones complejas de procesamiento lingüístico, ya que no reflejan adecuadamente el grado y la naturaleza de la afectación.
Aún así, estos criterios siguen siendo útiles en la práctica clínica.
Se ha encontrado además cierta correlación de signos síntomas con una distribución neuroanatómica relativamente constante, lo que permite delimitar los síndromes afásicos.
De esta forma, se ha encontrado que las afasias “no fluentes” correlacionan con lesiones más anteriores (lóbulo frontal), mientras que las fluentes se asocian a lesiones más posteriores de los lóbulos temporal y parietal.
comité editorial
Ref Bibliográfica
AFASIA SENSORIAL TRANSCORTICAL: A PROPÓSITO DE UN CASO Quijada Ruiz y cols
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